Estaba ahí de pie delante de mí con su amplia espalda y su mirada penetrante que me hacia sentir desnuda y frágil. No lo había visto desde que sacamos a ese delfín varado en la playa.
"Hola"
Su presencia me impresiono porque lo imaginaba trabajando en alguna parte de la playa.
Ese día que lo vi llegando como un salvador. Recuerdo a el animal en mis manos su piel reseca por las horas de estar expuesto al sol.
"'¿Cómo va nuestro amigo?" le pregunto mientras empiezo a caminar por la playa.
Las olas creaban una larga línea de espuma al chocar con las rocas. A lo lejos un barco pequeño se movía por la fuerza del viento que Mesía todo lo que tocaba la superficie.
"Bien, pienso que no fue coincide Estaba ahí de pie delante de mí con su amplia espalda y su mirada penetrante que me hacía sentir desnuda y frágil. No lo había visto desde que sacamos a ese delfín varado en la playa.
Las nubes cruzaban el cielo y la brisa movía el cabello de las niñas que corrían libres por la playa castillos de arena construidos con ilusión con la imaginación de infantes.
A lo lejos una pareja se besaba apasionadamente compartiendo una piña colada.
El se acerco y me tomo la mano, una energía recorrido mi espalda y sentí la necesidad de alejarme porque empezó a recuerda lo que me había hecho tanto dolor: los gritos, las noches de llantos.
Había pasado mucho tiempo desde que no me sentia asi tan íntimamente.
Aparte mi mano de las de el porque aun era muy pronto para mi.
“Disculpa, no me mal intérpretes, solo que te veía algo distraída” me dijo mientras aumentaba la distancia de mi.
“Quiero ver como la s tortugas pone sus huevos, me dijeron que sucede en una isla cerca de aquí, ¿Puedo?” le pregunto mientras trato de convencerlo con la mirada. Mis encantos por lo general no son una e herramientas que utlizo contantemente a menos que lo considere necesario.
“Sí puedes acompañarnos a mi a mi compañera, iremos la próxima semana a asegurarnos que no les pase nada, hay muchos cazadores que buscan los huevo porque tiene la creencias que poseen poderes curativos que benefician a los mayores” me dijo mientras empezábamos a caminar hacia las rocas que estaba a lo lejos.
Las aves cruzaban el cielo a paso veloz mientras jugaban a hacer girones y mil piruetas.
"Claro, me encantaria poder ir y ver esa maravilla con ustedes" le respondo mientras busco en el suelo un caracol para intentar escuchar el mar como cuando era niña.
Me mira y no puedo dejar de sentir me desnuda y fragil ante él.