Despierto en mi cabaña con la boca reseca y algo olorosa a licor. No recuerdo como regrese.
Me molesta pensar en lo que pudo ocurrir me anoche, sin embargo, el dolor de cabeza es tan fuerte que puedo oler la luz del sol pasando por la ventana. La luz del amanecer está inundando con vida la cabaña.
Golpeo la mesa, al observar cómo se derrama el café que me acabo de preparar, dicen que beber café es bueno para despertar.
la brisa marina viola la privacidad de la cabaña, la puerta abierta no resiste a que entre y golpea mi rostro.
Una mancha entra gris y azul arrojada en la arena se mueve.
No puede ser basura. Tomo el café con una mano y con la otra, seco el que se derramo.
Obligando a mis piernas caminar hacia la puerta, para ver ¿Qué es esa mancha sobre la arena?
No doy crédito a lo que mis ojos miran ¡Un delfín!
Un pobre animal, agoniza, tirado sin romper mirando el celeste cielo.
<<Debe estar encallado>>
arroja la taza al suelo, asustando a el gato.
Corro lo más rápido que puedo hacia el moribundo animal.
Llegando me arrojo al lado de él.
Su piel se siente lisa y es difícil de empujarlo, necesitare más manos para poder moverlo.
Apenas logre moverlo <<lo mejor es que busque ayuda>> el delfín, me miraba, como pidiendo que no lo abandonara.
Que tuviera misericordia.
Corro en dirección al hotel, sin importarme estar descalza.
A lo lejos veo sin unas figuras grito
"¡Ayuda!"
Un chico me mira extrañado y le digo
"¡Hay un delfín encallado en la arena!"
Corremos los tres, el hombre y su compañera.
Al llegar lo empieza a revisar y ver si esta golpeado, lo empujamos hasta que pudiera
De repente me mira y me fijo en sus azules ojos me penetran, son hermosos como el mar.
El aire se llenó de un olor distinto, algo dentro de mí se movió.
La compañera volvió con una extraña máquina que marco en la aleta del delfín.
"Se le caerá dentro de dos días, solo es para asegurarnos que se mantiene lejos de la playa"
"Somos los biólogos del acuario"
Asentí, mirando el inmenso mar y al delfín moverse.
Lo soltamos y lentamente se alejó de nosotros.
La chica me miro y dijo
"Me llamo Samantha y este es mi compañero Fernando"
"Yo me llamo Helen"
"Un placer Helen y me alegro de que lo hayas encontrado, por suerte estábamos cerca y pudimos socorrerlo"
Salimos del agua y me di cuenta de que estaba toda mojada mostrando mis pechos y cuerpo.
La euforia me sobré salto y no pensé tanto en mí.
"En cualquier momento si quieres visitar el acuario solo pregunta por Fernando y podrás entrar gratis"
Fernando me miraba, y solo le sonreí y me alejé de vuelta a mi cabaña con mi pensamiento.
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Editado: 14.09.2019