EMMA
Estoy sobre mi cama escuchando las notas que emite el piano de mi padre interpretando 'Rhapsody' de Rachmaninoff. amo cuando la toca siempre me ha hecho suspirar y me relaja tanto, hoy es el último día de vacaciones antes de ir a la universidad. de nuevo y mira que es una etapa en la cual he esperado demasiado por ella, aunque ya viviéndola es una gran sorpresa, pues es que no es como no la pintan en las películas dulzonas; ya saben esas romanticonas que ocurren en un condado pequeño de Estados Unidos, o en un pueblo pequeño de Europa. Donde se vive el mejor Romance de tu vida. No señores, eso no es cierto, la universidad es estrés, caída de cabello, ansiedad, beber energetizantes para evitar la somnolencia de haberte pasado una noche entera intentando entender un ensayo escrito hace más de cincuenta años y no complacido tratar de entender a otros autores que se mencionan en dichos ensayos, prepararte para dar la mejor exposición de tu vida pues que los Maestros no te enseñan solo se posan cruzados de piernas con el móvil y te dejan hablar de un tema que a ellos les llevo más de cuatro años aprender. Pero bueno, tampoco todo es malo, pues vaya amistades bellas que se hacen en ese camino, o esas notas que te hacen sentir orgullosa por el esfuerzo que se hace, o el maravilloso conocimiento es indiscutible.
Estoy muy orgullosa por haber llegado hasta este capítulo de mi vida y por eso también estoy tranquila, aparte de que Ismael mi adorado hermano es un estupendo estudiante que se ha encargado de que nuestro apellido sea uno de los más reconocidos en esa institución y sí, es todo un reto como ya mencionaba arriba, pero yo Emma Lascurain amo los retos.
–señorita Emma, ¿está ocupada? –sobresalto cuando llaman a mi puerta.
–¿señorita?– continúan llamándome.
–pasa ¿llegó ya? –pregunto entusiasmada.
–Buenas tardes señorita, acaba de llegar la está esperando en la sala junto con su padre, con permiso.
–anda, puedes llamarme Emma.—Es una empleada nueva, por ello le menciono dicho pedido.
–como ordene, señorita... –sus mejillas se tiñen de rojo. –digo, señorita Emma.
nunca me han gustado las etiquetas, por ello siempre pido que me llamen por mi nombre.
dejando de lado ese pensamiento me arreglo mi moño y comienzo a bajar las escaleras, sin nada de sutilidad, ver a la gran y perfecta diseñadora de modas Amelia Parker es un guardarropa seguro y bueno también es mi madre. Y comento que no es nada fácil tenerla como lo segundo, es una mujer impecable tanto laboral, como familiar, le gusta seguir las normas a como de lugar, le gusta ser el tema de conversación siempre y como no si nació para ser protagonista, su Marca es de renombre y exclusiva se ha sobre puesto desde Siempre, es lo que llaman «Lujo silencioso» ya sabes esa ropa que parece de diez libras esterlinas y termina siendo una suma con más de tres ceros, en fin, no es como si me importara mucho, mientras lo que me ponga se ajuste a mis gustos y me de comodidad me pongo lo que sea.
–¡llegaste, pero que bella estás! Creo que Londres hace maravillas contigo. –abordo con las preguntas al instante. —¿Qué tal el viaje?
mi madre es una auténtica inglesa, cabello rubio, ojos verdes, alta, de piel blanca y tersa, todo lo contrario de Ismael y yo. Pues nos parecemos un poco más a mi padre, quién es de descendencia Mexicana, mi abuela hizo una gran conquista con un importante empresario Francés alguna vez que él visitaba las paradisiacas playas de México, tanto así que él decidió volver unas cuantas veces hasta que se formalizó el noviazgo. Y bien de ahí viene mi Padre.
–cuéntame, ¿Qué tal te fue por allá en las boutiques? –amo que me hable de su trabajo.
–Pero mira a tu hija tan halagadora como tú– mira a mi padre con tanto entusiasmo y después regresa la vista hacía mí –querida, como siempre todo va de maravilla sabes que organizar las pasarelas son un trabajo de día y noche sin parar, todo debe ser ¡perfecto! siempre lo es.
«Claro, si no es así, despide al personal» eso se sabe en todos los sentidos.
–Querida, nada puede ser más perfecto que tú y hermoso– la interrumpe mi padre y la mira como si no hubiera nada a su alrededor – por cierto, reserve una cena solo para los dos así que anda a tomar una siesta y después un baño para irnos.Quiero pasar tiempo con mi exitosa esposa.
mi padre es un conquistador, siempre ha amado a mi madre de una forma que todas queremos ser amadas, aunque tengo a Santiago nunca he creído que conoceré a un hombre tan adorable como lo es Israel Lascurain; mi señor padre un auténtico romántico, todo lo contrario de mi madre ella es perfección, elegancia, seriedad y él es tan despreocupado de todo, carismático y efusivo. Pero aún así mamá lo ama y se les desbordan los ojos de amor cuando se miran, se lo dicen todo con una sola mirada y es que es verdad que los ojos son el reflejo del alma, son el conducto de cada sentimiento y emoción.
Ismael, mi hermano mayor es una copia de mi padre, tanto así de romántico que tiene ya a sus 24 años, gemelos. Aunque la madre no era la indicada para tanto amor; se fue dejándolo con todo y niños, llegando a la conclusión de que el amor de papá y mamá fue único y desde entonces se dedica a sus criaturas y a él. Le rompieron el corazón, de una forma fatal, pues la mujer se fue, y a los meses volvió con un vientre de cuatro meses, aparentando quedarse, viviendo una buena vida de lado de él , cuando el día llegó trajo al mundo a los pequeños se quedó un par de meses y después se fue, sin siquiera una nota de despedida. Al menos los niños sanaron un poco su corazón, pues aunque lo niegue sé que la amaba profundamente.
Aunque Santiago y yo tenemos una relación estable, sé que no es mi verdadero amor, tenemos una relación a distancia (Desde ahí sabes que la probabilidad de que una relación a distancia funcione es mínima, una entre diez). él vive en Málaga y viene cada dos semanas a verme ya que colabora con su padre en sus negocios.
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Editado: 20.01.2025