Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 3

Ismael

Estoy fuera de uno de los hoteles más exclusivos y lujosos de París uno de los tantos de la cadena hotelera de Ernest Palace, esperando a un amigo.

Quién viene con su auténtica cara seria, pero quienes lo conocemos ya estamos acostumbrados a ella, con una de sus típicas gabardinas grises y sus botas que lo hacen ver mas intimidante y lo es, pero después de toda su intimidante postura, es una buena persona.

Sube a mi auto y arrancó el motor.

En el transcurso vamos charlando de lo bien que la pasamos en México y en donde será nuestra próxima visita. 

Lo conocí en la universidad hace dos años su nombre era tan reconocido como el mío, pero no hablamos hasta cuando fui a un viaje de negocios con papá a España, estaba en un bar con otros dos amigos y tras varios juegos de billar, una noche de fiesta y hasta el día de hoy, somos muy buenos amigos.

Cualquiera que lo vea en el modo fiestero creerá que es un patán bueno para nada y un hijo consentido. Pero la verdad es que no, esta misma persona de la que hablo es un genio en números, elocuaz, poliglota, bueno negociando, y un futuro arquitecto, ya lo dije es un puto Nerd ha y también cuando se requiere es un auténtico caballero  o un imbécil. pero es más imbécil.

—hemos llegado a nuestro destino, compa. — digo entusiasmado.

—Ya veo, el hilo rojo me ha conectado hasta acá. — dice con sorna.

Salimos del coche y vamos hasta su campus, es un maldito imán de chicas. 

—Eres una tentación en estas instalaciones, Ferreira.

—Lastima que ninguna este a mi altura.

—por favor, ¿en verdad no piensas meterte con nadie de la Universidad?

—No, nunca mezclo el placer con el deber, después sería un maldito caos.

—te encanta ser el tema de conversación, eres un ególatra.

—a menudo sí, aprovecha  mejor tú, –saluda a unas chicas– nos vemos después. – es un solitario, o eso hace creer.

Me voy a la biblioteca y pongo en marcha el ordenador, tengo que terminar unos proyectos.

Así que me sumerjo entre letras y a las diez mi alarma suena, voy en busca de Ulises.

Cuando llego a arquitectura veo a las pocas mujeres que hay, embobadas con Ulises, pero él como el egocéntrico que es no les presta atención. Ama que le observen pero ni de broma es capaz de regalarles una mirada a aquellas damas.

Dije que era un caballero, pero solo he visto que lo es con su hermana, y con alguna que otra que sea su amiga.

—¡Buenos días, clase! Espero que estén orgullosos por el lugar en el que están y en el nivel al que han llegado. enfocados a partir de hace tres años al resto de sus vidas. — digo entusiasmado. —¿Qué tanto saben de la filosofía? —amo las bromas y esta bola de niños cumplidos, se me quedan viendo.

Pasan los minutos hasta que escucho una risa y se de quien viene.

—espero que la persona que se está riendo sepa contestar ya que si no, tendrá que hacer examen como los demás. — digo burlesco.

—Bueno, llego el momento de ser filosófico ¿qué es la filosofía? ¿qué somos? ¿cuál es nuestro propósito en la vida? —se pone de pie imitando mi postura—es la disciplina cuyo fin es reflexionar, cómo son el conocimiento, el pensamiento, consciencia, pero sobre todo la moral. — ríe ampliamente y vuelve locas a las chicas. 

—Señor Ferreira tiene usted razón, por lo que le invito a que salga del aula necesito hablar con usted.

pero mis planes quedan atrás cuando su profesor entra al aula.

–No sabía que tenían un maestro suplente. –me mira mal el profesor. – lo invito a que salga del aula.

–Disculpe. –digo finalmente.  Ulises se va a su lugar, es un niño bien portado cuando quiere, por lo que decido sacar mi celular y enviarle un mensaje.

Eres el imbécil más grande que conozco,

ocupo unos favores tuyos.

Espero la respuesta mientras me dirijo a la cafetería.

Claro que si, yo soy todo lo grande de la vida. ¿Qué favores requiere, profesor? 

Es un auténtico idiota pero lo quiero como un hermano.

el señor martin, no se ha sentido bien hace días, por lo que no puede trabajar pro un par de semanas y como bien sabes yo tengo que ir a la empresa después de aquí, a eso agrega el ayudar a los niños con sus deberes. por lo que te pido de favor que si puedes llevar y recoger a mi hermana de la universidad o bien, si no puedes tu chófer puede hacerlo.

su respuesta tarda, Ulises aborrece hacer favores, aunque siempre los hace de una forma u otra.  Emma podrá hacer mil cosas pero manejar no parece importarle y por ello no aprende.

sí, está bien. 

sonrío mentalmente, he ganado una batalla con Ferreira.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.