Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 4

EMMA

El profesor se mete tanto en su clase que  ya paso la hora límite. Pero nadie dice nada, todos están absortos con sus palabras.

Por fin, a las 2:10 termina con la clase ya me ha vibrado como 10 veces el móvil, seguro que Santiago está que echa humo por los oídos, es un puntual de primera, por ende odia la impuntualidad.

Salgo del aula como una cabra loca, y chocó con varios hombres y una voz de mujer me grita que me fije.

No le prestó atención, mujeres que siempre quieren llamar la atención de los hombres que las ignoran eso para mí es muy inmoral, uno de mujer debe de tener un poco de respeto; mamá dice que "cada mujer como sea, debe resaltar ya sea con elocuencia, elegancia o inteligencia, pero nunca por falta de pudor."

Llegó a la salida y veo el auto de Santiago viene hacia mí con los brazos abiertos y lo abrazo con tanta alegría como si tuviera meses que no lo viera.

Damos marcha y vamos a un café a platicar.

—¿Cómo te fue en tu primer día? Disculpa lo de anoche, estaba cansado y preocupado por como gritaste.

solo asiento y evito pensar en lo que sé claramente.

—estupendo, cada vez falta menos para que esto acabe y aunque siempre he sabido lo que deseo, se que hay algo que me falta...

—algo ¿Cómo qué? tu vida es interesante.

—un impulso, mi vida es interesante lo sé, pero hay algo que muy en el fondo me falta y no sé como describirlo.

—aventuras ¿Tal vez?

—probablemente.

—Emma, tú siempre sabes lo que quieres y eso es un gran reto para mí. –me sonríe.

— la ventaja de saber que es lo que deseas, es que te es mas fácil que camino escoger, pero muchas veces ese camino esta lleno de desafíos.

—yo no pienso en eso ya llegará el día en que deba hacer algo. – se encoge de hombros, –tengo comida sobre mi mesa, un trabajo, dinero en mi cartera y una linda señorita como pareja.

Sí, Santiago es un buen hombre, pero no ambiciona más de lo que es. ya sé lo que piensan. es una Red Flag disfrazada de Verde, yo lo sé.

—esperemos no tarde. –es lo único que le digo, no me gusta su conformismo y no quiero discutir.

—¿Por qué no te vienes a España conmigo? así, tendrías bastantes aventuras y tal vez encuentres lo que te haga falta.

—Sabes que jamás dejaría parís, es mi lugar favorito en el mundo ¿sabes cuánta suerte tengo de vivir en una de las ciudades más famosas y visitadas? o sea, cuando tomo un libro y esta ambientado en esta ciudad que conozco como mi palma de la mano. no puedo dejar de pensar en que ese escritor se ha imaginado esta ciudad tan bien. el aroma a café, macarons, madalenas y tantas delicias, ver a los turistas..., podré ir a miles de lugares pero siempre regreso a parís...

—Divagas mucho, Emma. yo solo quiero a mi novia cercas de mí, a veces viajar es agotador.

—no puedo dejar parís, lo siento por hacerte venir hasta aquí.

—No, no lo sientas cariño, yo podría venir acá contigo si me lo pidieras; lo sabes ¿verdad?

—lo sé.

–pero no lo pedirás. 

–No, porque no quiero hacerte renunciar a tu vida y por ende pido lo mismo.

siempre me pide que vaya con él, pero yo amo mi vida aquí y no hay nadie que me incite a dejarla.

Después de un largo paseo por el centro de la ciudad llegó a casa exhausta.

Parece no haber nadie así que Corro a la nevera y tomó un bote de helado. Me dirijo a mi habitación, la casa sin los gemelos e Ismael no es lo mismo ya que papá llega tarde del trabajo y mamá se la pasa en su estudio.

Terminó el helado y me voy a dormir.

*****

Han pasado 3 días y han sido increíbles, aunque ayer por la noche Santiago me dijo que saldrá 4 meses fuera de Europa y solo nos veremos por video llamada. Me entristeció la verdad, ya que en casa pronto también saldrán de viaje y prácticamente quedaré con el personal, me gusta salir con amigas y demás. Pero escuchar las risas de papá o las ocurrencias de Ismael siempre me alegran el alma.

Me preparo para salir a cenar con Santiago hoy es su última noche en Europa hasta que vuelva, así que iremos a pasear a charlar y bailar un poco.

Decidí ponerme un vestido color azul cielo con unas zapatillas blancas y mis rizos recogidos, ya que a Santiago le pican en la cara cuando los traigo sueltos o al menos ese es el pretexto que saca para no decir que mis explosivos cabellos le desagradan.

Mientras me pongo la máscara de pestañas escucho a papá hablando español con otro hombre, el cuál no es Ismael.

Tiene una voz muy varonil y denota autoridad. No distingo que hablan, pero a papá se le escucha maravillado. suelo imaginarme a las personas ya sea por su tono de voz o como es su postura, y esa voz de ese masculino, me hace desconectarme de la realidad. siento que es una persona Interesante... si esa es la palabra correcta.

 

 

¿Quién será esa persona?

 




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