Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 15

ULISES

No he hablado con ella, y me hace falta escuchar su voz y su risa.

Me puso un mensaje está mañana antes de ir por ella, que su chófer se había recuperado y ya no hacía falta ir.

Y sin eso ya no tengo motivos para verla, Ismael está fuera aún y no puedo llegar a su casa con tanto descaro.

la universidad me distrae con los finales del parcial, termino mis planos y maquetas.

Por la noche salgo a tratar de borrarla de mi mente, siempre hay chicas que no buscan algo serio,  solo un momento de diversión y eso hago, divertirme.

*****

En dos semanas me voy a México a celebrar navidad y después se vienen las vacaciones con mis amigos «Como la puedo ver» ya no hay quien me impida que sea mía y no voy andar dejando ir está oportunidad dándome las de macho insensible.

No tengo sentimientos por ella o aún eso no lo quiero confesar, pero de que me gusta su compañía es innegable.

—¿en qué piensas?—habla la francesa que tengo frente de mí.

—acaso ¿te importa?

—Vaya, en quién sea que pienses te hace cambios de humor tremendos.

—¿qué dices?

—tenias ese brillo en los ojos que los chicos enamorados suelen tener y cuando te he hablado tu cara se ha vuelto amarga, afortunada la chica con semejante obra de arte. Lastima que le hayas sido infiel conmigo hace un momento.

—vístete y márchate por favor. — contesto tajante.

—El ingeniero está ... ¿arrepentido? No te preocupes que eres tan bueno en la cama y si es lista la chica no dejara ir tremendo paquete.

Intenta besarme e instintivamente la esquivo.

—vete ya, es tarde y deseo dormir. y no perder mi tiempo.

—hace un rato no te hice perder el tiempo.

—hace un rato no eras detestable.

se pone de pie ofendida y se dispone a marcharse.

********************

Han pasado días sin verla. Salgo a caminar y dejó que la luz de la bella dama me contagie, veo a los visitantes posarse con sus amantes dando distintas poses para que los retraten. Hay bullicio y algunas palabras las entiendo, «La ciudad de El amor» el romance se respira como las panaderías que sueltan exquisitos aromas o las perfumerías.

Me detengo a mirar a una chica que toca la guitarra y la gente le tira monedas y se quedan expectantes, Realmente se disfruta el ambiente hay una multitud viendo su gran talento.

Esta cantando strangers in the night:

Something in my heart
Told me I must have you

Strangers in the night
Two lonely people
We were strangers in the night
Up to the moment
When we said our first hello
Little did we know
Love was just a glance away
A warm embracing dance away

And ever since that night
We've been together
Lovers at first sight...

—A mí me absorbe el helado y a ti la música. —dice la voz que he querido escuchar en largos días. —si te vieras realmente serías como una escultura, Odiseo.

—Vaya, la gran Emma aparece. —digo sin quitar la vista de la chica de la guitarra— Creí que te habían exiliado del país por comer tanto helado.

Una serie de sensaciones inundan mi cuerpo, esas pequeñas corrientes en el estómago y el cosquilleo en las manos es brutal.

—No insististe desde el día que te envié el mensaje, ni me contestaste. —se posa frente a mí. —Dejaste lo valiente y arriesgado en la maleta, quiero suponer.

La miro y detallo realmente es una belleza, su pelo rizado, sus cejas arqueadas, nariz respingada y pequeña, unos ojos almendrados, color avellana, sus labios de grosor medio, piel morena clara y su cara es bella, pareciendo una actriz del cine antiguo. Pero sobre todo tiene una inteligencia y el poder femenino que emana en su ser que me doblega. sí a todo.

—Bueno, yo pude haber insistido claro que sí. Pero no quería incomodarte y que pensaras que era un acosador... —levantó los hombros. —y que me exterminaras, por eso agradezco al destino que te puso está noche ante mí.

—Tiene lógica, ¿presa fácil? nunca he sido, lo que cuesta más en conseguir es lo que más aprecio se tiene... —pone en blanco los ojos—No fue el destino Guaperas, fui yo que le permitió que sucedieran las cosas y vine a ti.

—No me gusta lo fácil, creí que ya sabías —empezamos a avanzar ante la multitud. — como bien mencionas, me gusta lo difícil, lo que no cualquiera puede tener, lo que me incite a probar el paraíso. —la miro con delicadeza.  —pero volviendo al tema, bendito destino y bendita la preciosura de Emma por permitirlo. —tomó su mano y le beso el dorso seguida de una reverencia.

Su risa no tarda en salir de esos labios y yo soy el hombre más feliz de París.

Vamos por helado, tras helado. Y terminamos de nuevo bajo la torre Eiffel, la lluvia comienza a hacerse presente.

Y estamos absortos en nuestros pensamientos, cuando ocurre algo que realmente me saca de mi estado físico y me manda al auténtico paraíso.

Por fin lo he tocado, si me pidieran definición del paraíso sin duda sería este...

 




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