Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 19

EMMA

 

Tomó un taxi que me lleve al Plaza, respiro el aire de la ciudad de Nueva York, amo esta ciudad en estos tiempos; como adornan sus calles y como la ciudad se viste de blanco con la nieve. Ver a la gente patinar y ver el central park en todas las estaciones del año es maravilloso, pero en diciembre es arte.
Llegó a mi suite y empiezo a desempacar me quedaré una semana y volveré a París antes de navidad.
Marco el número de la persona que sé que ya llegó pero que no quiere presionarme.
—Hola preciosa, ¿ya estás aquí? —dice algo somnoliento.
—Hola, ya estoy aquí y quiero raptarte para que empecemos el recorrido.
—Te veo en cinco minutos. —su voz en los idiomas que lo he escuchado suena muy sexy.
Bajamos juntos en el elevador, lo miró y es tan guapo, trae un pantalón de mezclilla negro y un abrigo café. Me descubre que lo detallo, esboza una sonrisa y se convierte en él hombre perfecto.
—¿Te gusta lo que ves? —dice coqueto.
—Claro que sí.
—A mí también me gusta lo que veo. —me besa la coronilla. —ha, y tú también me gustas.

—Si así conquistas Narciso, no quiero saber más.

—No me digas Narciso...

—No actúes como él.

Aún no hablamos de lo que seremos después de besarnos, pero no veo importante eso, aún.
Vamos y caminamos por horas, es una ciudad que vale cada paso y cada instante, pero sobre todo la compañía de él me llena de felicidad es que con él puedo hablar, decir, moverme y hacer lo que yo desee y él me mirará como si acabará de hacer el descubrimiento más grande de su vida. Y yo a él lo miró como lo que nunca he tenido y creí que nunca tendría.

 

 

Han pasado tres días y han sido increíbles.
Ya es de noche y las luces de nueva York son algo que no me canso de ver, pero sobre todo a la persona que está junto de mi en el balcón.
—Emm, no quiero que lo tomes como presión pero ocupo saber la respuesta— me mira expectante, «amo su sinceridad.»
—Me parece perfecto que hablemos ya de ello.
—Te escucho.
—Bueno, sí solo nos estamos divirtiendo el uno con el otro tenemos que ser claros y precisos y no esperar nada del otro. Pero como veo que en estos días hemos recurrido a los labios del otro y a esas caminatas tomados de la mano y algunas abrazados, no creo que sea un juego, pero aquí la opinión y respuesta es de dos. en lo que yo opino es que esto va más allá de un juego, pero lo que tú opines también cuenta.
—Bueno, Emma Lascurain tengo algo que decirle. —se voltea por completo frente a mí, me toma las manos y su mirada es firme, —Aclarado el tema procedo a lo siguiente —se ríe con tanto nerviosismo y sus mejillas teñidas es lo mejor. —antes de seguir es la primera vez que lo haré siéntete afortunada. —se aclara la garganta y me dice con toda la seguridad que emana. —antes de lo que sigue te diré una pequeña verdad, me llamaste la atención desde que te vi, tu inteligencia es algo que me atrajo y me sumergió en una parte de ti; tus risas, tus pláticas me convencieron de que eras extraordinaria, pero lo que me encanto de ti Emma, fueron tus besos sabor vainilla cuando te bese sé completó el rompecabezas, así que ¿puedo ser tu novio?

 

Me ha dejado sin palabras, está pidiendo mi permiso «es la mejor propuesta de noviazgo que he tenido» y acabo de confirmar que él es ese algo mejor que me hacía falta, por que el vuela más alto que un águila y su vuelo es detalladamente estratégico.
—sí, puedes ser mi novio. — la emoción puede conmigo y se nota en mi voz.
— pero tú  ¿Quieres ser mi novio Ulises Ferreira?
quiero que él se sienta cómodo con su propuesta es la primera vez que lo hace y yo también.
Se ríe Sonoramente y su cabeza afirma como si estuviera poseído.
—solo Emma lascurain haría esa pregunta, adoro que siempre vas en mí mismo nivel, preciosa ven aquí. —acuna mi rostro entre sus manos y me besa con una sutileza que me da paz «no sé él, pero yo me siento en casa» ¿cómo es posible que alguien te haga sentir segura en tan poco tiempo? fácil, no es el tiempo que vives, es la persona con quién lo pasas.

 

El beso se torna con más ritmo y ese ritmo hace que nuestras prendas comiencen a desprenderse de nuestro cuerpo, su lengua avasalla en mi interior y comienza una danza con la mía nos vamos acercando poco a poco a la cama y me deja caer en ella, me quita con sutileza el pantalón y quedó en ropa interior él hace lo mismo.
—¿Quieres esto Emma? —me recorre el cuerpo con una mirada tornada de lujuria y aunque es la primera vez que estoy semidesnuda frente a los ojos de un hombre y en el plano en el que me encuentro, mi autoestima no bajo, aumento; aumento el hecho de que soy lo mejor para él en estos momentos y él lo es para mí, porque ya me he desnudado frente a él de la forma que pocos hombres miran como lo hace él, me mira con asombro, interés, amor, lujuria y me detalla en todos los sentidos así que mostrarle mi cuerpo no me aterra y por ello sé que este hombre me ha sabido tener desnuda en todos los aspectos, me admira y lo admiro. Estoy segura de que quiero que me conozca toda, porque se quedó y vio lo que otros no vieron y merece lo que tengo entre mis piernas porque fue digno de entrar en cada uno de mis pensamientos y escucharme, nos hemos penetrado de la mejor forma y hoy estoy de acuerdo de que cuando esté apuntó de entrar, será un placer que sea él.

 

—Sí, quiero esto.
toma su cartera y saca un preservativo lo deja a un lado de mí.
Comienza a tirar de mi sostén y mis pechos quedan ante sus ojos; ojos que se tornan casi negros, procede a la prenda que entregará todo mi ser por completo y mi libido aumenta.
Porque eso pasa cuando estas con la persona correcta, eso pasa cuando esa persona te llena más de lo que ya estás y te da respaldos por si algún día se acaban. Me arranca las bragas y quedó totalmente para él.
—Eres lo más precioso que he visto... —su vista pasa por todo mi cuerpo y sé que mi seguridad le llena más que lo que está viendo. —en cuerpo y alma, no me he equivocado en nada.
Desliza su bóxer y queda él descubierto ante mí, observó su figura de arriba abajo y su altivez hace que todo lo que es grande se vea más. Y con todo me refiero desde su físico hasta su ego.
Abre el preservativo y se lo coloca, su boca comienza a trazar camino por mi mejilla bajando a mi garganta y de ahí desciende por todo mi tórax, se detiene un par de veces por cada uno de mis senos y les brinda la misma atención, sus dedos hacen magia estimulando lo que hay entre mis piernas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.