EMMA
Veo poco a Ulises y cuando eso sucede no nos queremos separar, él es el que más batalla para verme y aunque a veces lo haga agotado, siempre me dedica esa sonrisa que tanto me gusta y esa mirada llena de amor.
Disfrutamos mucho esos momentos ya estamos a mediados de marzo y hoy su madre y abuelo vendrán a verlo al igual que su hermana.
Estoy en clases esperando las calificaciones, tengo un excelente promedio, mi plan es sacar una ficha de intercambio a Londres.
Estoy inmersa en mis asuntos cuando nos avisan que el portal para verlas ya está disponible.
Tengo una cadena de muy buenas calificaciones en este parcial, como siempre, esto me ayudara a sacar el cambio de residencia, aunque nunca me ha gustado la idea de salir de esta universidad, pero deseo ir a Londres, con él.
—Me fue estupendo, pero supongo que ti te fue mejor. —dice Alina a mi lado.
—por supuesto que sí.
Siempre he tenido buenas notas, no me quejo tengo habilidades para el estudio.
—no seas tan reservada, eres la mejor así que presume esos puntos, antes de ver tu nombre entre los mejores.
—me siento como una Nerd.
—¿qué dices? —toma mi celular y ve esas calificaciones.
—Emma, eres una Nerd, tú novio igual, si tienen hijos serán los próximos genios de la historia.
—ni que lo digas.
Todos están viendo los cuadros de honor y ni por error me acerco al mío, sé que siempre estoy.
Me acerco al de Ulises y veo que está en primer lugar.
Alguien me toma de la cintura y sé de quien se trata.
—Ulises Ferreira Luján, primer lugar en arquitectura. —me vuelvo hacía él, —me alegro que todo el gran esfuerzo que desempeñas se vea reflejado en este reconocimiento, siempre en primer lugar. — sonrío y lo lleno de besos, realmente sus logros me hacen feliz.
—gracias preciosa, pero no necesito que alguien me reconozca, yo ya sé que soy el mejor en todo. —me mira con picardía. —aunque como siempre digo: siempre hay que tomar lo bueno de la vida y disfrutarlo y lo malo hay que tragarlo y pasarlo y tomar la lección. —me besa en la coronilla y sonríe. —vayamos a ver el tuyo, andando.
—Ulises, ¿Qué opinas de que me vaya contigo a Londres? —lo detengo.—lo he estado pensando y me gustaría hacer mi cambio.
Mira alrededor y yo solo lo imito.
—¿Qué? Amas esta ciudad y tu facultad sobre todo. — me mira preocupado.
—Lo pensaba mientras veía las calificaciones, tengo buen desempeño académico y eso me servirá en mi currículo profesional.
Toma mi mano y seguimos caminando en dirección a la salida, pasan los minutos y él no habla, me abre la puerta del auto y arranca.
—¿cambiarias todo por un currículo? —cuestiona sin verme.
—no solo es por el currículo, sabes que también es por ti.
—piensa mejor las cosas, eso opinó — me mira y me sonríe.
—lo haré …
—confío en tu buen criterio. —toma mi dorso y lo besa. — haz un listado de pros y contras.
—gracias.
—no es nada.
Llegamos al hotel y vamos directamente al restaurante.
—¿lista para conocer a tu suegra, Preciosa Emm?
—muy lista, guaperas.
—pues me alegro.
Llegamos a la mesa y rápido distingo a su madre y a su abuelo, su madre es una mujer alta de cabello extremadamente negro largo y ondulado, su cara delgada y una piel blanca y tersa tiene ojos cafés y su mirada es tierna y benevolente, muy elegante.
—Verónica Luján, ella es Emma. — nos presenta Ulises. —Emma, ella es la que trajo al mundo a esta tremenda preciosura. —dice con presunción.
—muchísimo gusto señora Luján. —le digo y estrecho su mano con la mía.
—el gusto es mío, Emma y llámame Verónica…
—no me dejen fuera de la conversación y preséntenme a esta bella señorita. —dice la voz del abuelo.
—Emma te presento a mi suegro, el señor Ignacio Ferreira.
—un placer señor— le tiendo la mano y me la estrecha con delicadeza.
Es un hombre alto y muy bien parecido, su mirada es orgullo puro viendo a su nieto, su cabello es completamente blanco.
—el placer es mas que mío, tolerar a este muchacho no es fácil. Por ello te agradezco que estés con él — me detalla. — eres muy bella y el es un poco bestia pero de buen corazón. — suelta una carcajada.
—mi hermano es una caja de sorpresas, hola Emma. — saluda Ness.
—hola, —nos damos un abrazo. —ya hace falta que nos salgamos a divertir.
—claro que sí, por eso vine a sacarte a bailar, este pedazo de hombre no baila con nada.
—el baile nunca ha sido lo mío y siempre que lo pueda impedir no lo haré.
Pedimos la comida y hablamos de todo, me invitan a México a tomar unas vacaciones y de todo lo maravilloso que es mi pareja, sin embargo él no me deja atrás y me presume muy bien. Y a decir verdad necesitaba que dijera todo lo buena que soy en mi carrera.
Verónica y el señor Ignacio son muy amables, Ness tiene el mismo temple que ellos. por lo que me pregunto de donde Ulises saco el temperamento que tiene, si su madre es muy noble y todo lo contrario que Ulises, sé que sus abuelos lo criaron y veo que su abuelo es un caballero andante (Ulises también lo es) y ya veo de donde lo aprendió. Por lo que deduzco que su padre tiene mucho que ver con esa conducta adquirida de él.
—¿usted eligió los nombres de sus hijos? — hago la pregunta sin pensarla.
—claro que sí, a Vanessa le puse ese nombre porque en cuanto la vi era muy hermosa y deduje que seria muy vanidosa y así lo fue. —mira a su hija y le sonríe, pero después ve a Ulises.
— el de él tiene un significado peculiar, pero desde que lo vi, deduje el temperamento que tendría, espere cuatro meses en nombrarlo; sentía que ningún nombre le quedaba.
—¿cómo le llamaba? —cuestiono con curiosidad.
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Editado: 15.11.2022