ULISES.
Después de la reunión con mi familia, me dirijo a mi habitación y es ahí cuando permito liberar el pensamiento que me ato esta mañana.
El interés de Emma por marcharse de su facultad, algo que no se había visto antes, ya que Emma adora Francia y sobre todo París su lugar de origen, su lugar seguro, en verdad le fascina salir y quedarse pasmada en una calle viendo los transeúntes escuchando los músicos callejeros, viendo todo lo que su ciudad le ofrece y entiendo que quisiera ir a explorar a otra parte del mundo, pero no lo está haciendo porque ella quiera hacerlo, al momento que uno pide una opinión es porque está indeciso en el fondo. Siento que yo la estoy atando a mí y no deseo eso, ella debe seguir volando sobre todos, incluso por sobre mí, Londres no le gusta a ella, tendría el foco público al cien por cien, ya que a su madre le fascina la cámara, hará hasta lo imposible porque ella se empape de eso. Y yo voy allá porque es mi meta, no sabía que iba a encontrar esto que tengo con ella aquí, y como ya lo mencioné si fuera porque ella realmente lo desea porque así lo quiere adelante, la llevo y vivimos juntos, pero si no, tampoco hay problema yo entiendo y precisamente por eso es que ahora tengo esta incertidumbre, porque no quiero que uno sacrifique la felicidad por la del otro.
Por mucho que la ame yo debo ser mejor en mi carrera, porque si soy el mejor en eso ella tendrá lo mejor por mi parte y no solo hablo de economía hablo de todo tipo de estabilidad, y al igual ella, no deseo que dependa de mí en ningún sentido quiero que siga siendo esa mujer libre que es y sí algún día terminamos sepa seguir su vuelo sin mirar atrás.
Pero me permito confiar en ella porque sé la mujer que es, dejare que el tiempo determine lo que haremos, por lo tanto la apoyaré en lo que ella deseé; me pida y en lo que no también, eso se hace cuando de verdad hay amor.
Elimino la zozobra y trato de dormir con tranquilidad, confió en su buen Criterio y en su forma de actuar.
Emma, mi madre y mi abuelo han congeniado de una manera muy positiva y muy en el fondo quisiera que así fuera con todos mis allegados.
Emma y Ness son como mejores amigas y todos los días salen en compañía de Alina yo no me meto en sus diversiones y solo procuro llevarlas al sitio e ir por ellas. Las dejo que hagan lo que desean, ir a algún club, ir a cenar o ir a algún baile recreativo, por mí no hay intromisiones, pues entiendo que tienen que hacer cosas de chicas.
Debo reconocer que son las mujeres que mas debo de proteger, vaya coincidencia ambas son algo de mis dos mejores amigos, en cuanto a Alina esa chica me agrada y de una forma le agradezco ya que por su coquetería y su insistencia con salir conmigo hoy Emma es mi chica.
Mientras espero por ir a recogerlas a un Spa que está fuera del hotel reviso mi computadora hoy debería recibir el correo y estoy con el ansiedad al mil por hora, bebo jugo, camino de un lado a otro, ya que si soy aceptado podré comenzar con la carrera de ingeniero civil, no solo quiero diseñar, quiero ir más allá y estar mejor preparado, miro la torre Eiffel por la ventana cuando suena la notificación, me acerco y veo que es el correo donde he sido aceptado en Londres, sabía que pasaría pero aun así me doy el lujo de alegrarme una vez más por ser así. Y despedir la ansiedad, releo dos veces más y me permito respirar con tranquilidad.
—¿Quedaste? Di algo, soy viejo y este tiempo no lo recuperaremos así que habla.
—¡QUEDÉ! ¡ME IRÉ A LONDRES!
estar orgulloso de los demás da gusto, pero estar orgulloso de ti mismo es una sensación divina y majestuosa.
—ese es mi muchacho, no lo dudamos ni un minuto, ¿verdad Vero? ya debemos ir viendo las residencias para que tengas un buen lugar donde habitar. En lo que empiezas a trabajar.
—Feliz por ti, mi vida. y por supuesto Miguel Ángel, debemos ocupar un buen tiempo en ello. Aunque estoy segura que ya te has encargado de ello.
—ya soy lo suficiente mayor para buscar mi propia morada. Lo agradezco, pero ya me toca esa parte a mí.
—Demasiado tarde ya he enviado unos cuántos mensajes.—habla mi abuelo. —déjate consentir.
Mi madre me abraza con tanto Orgullo. «Compruebo una vez más; que lo más hermoso de este mundo, de esta naturaleza, es la existencia de una madre.» aunque no se lo demuestre nunca, a esa mujer la amo y admiro por su gran proeza de ser quien es y la valentía que tiene en todo su ser, en eso me parecí a ella, «soñar para luego realizar, soñar si cuesta pero vale la pena la inversión; cuando tienes lo que deseas» siempre me decía cuando le contaba mis planes de pequeño, y aquí estoy enormemente orgulloso por haber seguido su lema. Bebemos un poco de champaña y lo discutimos, siempre he deseado en grande lo que Londres pudiera ofrecerme, tal vez me vaya bien o tal vez no, lo importante es que estoy intentandolo.
Recojo a las chicas y llevo a cada una a su destino. sí, damas y caballeros me he vuelto chófer pero vale la pena cuando miro la sonrisa de mi irritante hermana y de mi preciosa dama.
—¿se la pasaron bien? —le pregunto a Emma.
—increíble, hemos bailado, comido, bebido y charlado, — se queda pensativa. —y claro una hora de spa para relajar todos los músculos usados.
—¿ocurrió algo? — la observo.
—no, solo que me gusta divertirme con tu hermana es increíblemente lo contrario de ti, hemos hecho buenas migas y no ha parado de invitarme a México.
—me alegra que se lleven bien, en cuanto ir a México solo pídelo y te haré llegar.
Me mira con cariño.
—gracias, ya te diré cuando quiera ir. —dice con emoción y su enorme sonrisa. —Me encantará ir, quiero tomar tequila, bailar con el mariachi y gritar ¡Viva México Cabrones!
me hace reír. tomo su mano y le beso el dorso.
—¿me quieres decir algo? Te veo muy emocionado.
—¿cómo lo sabes?
—tus ojos brillantes, esa sonrisita exageradamente feliz y tu cuerpo un poco rígido por la efusividad que estás conteniendo.
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Editado: 20.01.2025