Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 38

EMMA

 

Me dirijo a la misteriosa inauguración, Ismael decidió acompañarme y Alonzo.
Antes de llegar a la zona donde se encuentra el dichoso hotel, nos vendan los ojos a mí y a todos los invitados. Ismael me susurra que está bien y me toma de su brazo. Alonzo me toma del otro mientras hay alguien que nos dirige.
Me imagino que ya vamos llegando al lugar porque nos piden nuestros nombres para ver si estamos en la lista.
Cuando sale el mío me dicen que confíe en ellos ya que me guiaran para dar la inauguración y yo deseo que esto de las vendas termine rápido, quisiera tener desconfianza pero algo de mí me dice que todo estará bien.
Llegamos al podio y me dan las tijeras hay música relajante, agradezco por haberme hecho partícipe de este honor, corto el listón que hay delante de mí. Lo que mis ojos ven a continuación es una autentica maravilla y eso que las puertas del interior aún no han sido abiertas.
La fachada es muy parecida al Partenón, hay fuentes por donde quiera.
El nombre del hotel esta cubierto aún con una manta roja.
En ese instante las puertas del hotel se abren, soy a la primera que dejan entrar. Hay dos alas y en medio del lobby se encuentra una enorme fuente la cuál tiene en medio una gigante estatua de Poseidón señalando con su tridente hacía la parte trasera, logro visualizar que en las paredes hay pantallas mostrando un mar feroz.
Lo que mas me impresiona es que arriba en el techo se esta recreado el cielo y sus galaxias, justo arriba de Poseidón el piso es de cristal y se detalla una estatua de Zeus sentado en su trono simulando que arroja rayos.
Las paredes simulan la Grecia antigua; hay muchos adornos de la época, subimos a la segunda planta en esta  se aprecian enormes pinturas de los dioses de la mitología, la vegetación y la tranquilidad abundan en este piso.
En los siguientes pisos hay esculturas de los filósofos mas conocidos entre otras maravillas.
Cuando volvemos a bajar en el ala este se encuentra oscuro y cuando nos adentramos las paredes se ponen rojas simulando el inframundo; en medio del camino esta una estatua de hades.
En esa parte se encuentra un bar y las diversiones que la gente guste, hay mesas de billar y demás juegos.
Nos dirigimos hacia donde Poseidón apunta y poco a poco vamos llegando al fin del hotel, hay puertas enormes de madera a los lados y en lo alto se ven cabezas de caballos de madera.
—esta parte se llama Troya, los caballos son suites y detrás de estas paredes se encuentra un paraíso, aquí la gente tendrá privacidad y podrá disfrutar del mar.
Como bien dijo el muchacho que nos esta guiando es un paraíso y todos dan al mar.
La piscina es enorme y hay mucho lugar para las tumbonas.
Esto es un auténtico parque de cultura.
—ahora nos dirigiremos a la cena. —indica el joven guía.
Al llegar ya están las mesas en orden, mi familia y yo nos acomodamos en una reservada en primera fila.
Estoy viendo cada maravilla de este mágico lugar, que no veo que en una mesa me hacen señales de que vaya, hasta que Ismael me susurra al oído y descubro que es Ness y toda su familia, sabía por Ismael y el logo que el Hotel era de estos y me habían considerado ser la que inaugurara el lugar.

 

—pero que bella te ves, querida. —me saluda una efusiva verónica.
Hago un saludo en general y todos como yo nos alegramos de vernos.
—gracias, lo mismo digo contigo.
—pero siéntate niña, que ya no crecerás más. —llama mi atención la voz del padre de Ness.
Me siento y empezamos una charla, donde no faltan las risas y las admiraciones de este increíble lugar.
Estoy tan absorta que no veo cuando llega Alonzo y se posiciona junto a mí, lo presento y rápidamente comienza hablar de su trabajo. Todos lo escuchan con atención, hasta que una voz, una voz que creí que no iba volver a escuchar me toma por sorpresa.
—Diría que lamento interrumpir la plática tan entretenida que tienen, pero ya saben que las mentiras no me van.
Todos dirigen su atención a esa persona y yo me quedo como la estatua de medusa que esta en el bar, no volteo.
—la familia Ferreira. —dice la voz de la modelo Fisher y es ahí cuando me permite mi cerebro voltear a ver la realidad, Ulises está hablando con un señor muy bien parecido que va en compañía de una hermosa joven que a diferencia del caballero ella sonríe plenamente.

 

Todos la saludan, hasta que el abuelo rompe el silencio.
—así es, somos la familia Ferreira—le tiende la mano. —¿tú eres?
—la pareja de Ulises. —contesta con una gran sonrisa.
Ness me mira junto con Manuel, la abuela y Verónica niegan discretamente.
—ya veo, pues ella es Verónica la madre, Ness la hermana, Manuel el cuñado, rebeca su abuela, Ernesto su padre y yo su abuelo. — todos la saludan a excepción de la abuela ella se sienta y me sienta a mí también, llamando la atención de la modelo.
—¿tú que haces aquí? —pregunta algo confundida. —digo, con la familia Ferreira.
—también es miembro de nuestra familia, es como una nieta más. —habla rebeca por fin.
Alonzo no entiende que pasa ya que esta metido en el celular.
—disculpen la distracción, creo ya se conocieron todos. —dice, esa voz que no quiero verle la cara.
—¿usted es? —Ulises le dirige la pregunta me imagino que a Alonzo.
—soy pareja de Emma, un placer Alonzo Bartolini.
Pero Ulises lo ignora, yo aún estoy conversando con su abuela y trato de no verlo.

 

Cuando siento una cercanía a mi lado que hace que todo mi cuerpo tiemble y mi corazón haga mil latidos. trato de mantenerme en un estado normal.
—señorita Lascurain, —me dice con voz seductora y una sonrisa apunto de terminar conmigo. Me pongo de pie y en seguida toma mi dorso y lo besa.
—siempre un placer verla. —trago saliva disimuladamente, esta guapísimo con un traje negro de tres piezas, camisa blanca y una corbata de un gris oscuro.
Lo detallo de la cara y ya se ve mas maduro, tiene mucha barba como la última vez que lo vi y sus ojos son brillantes.
—Ulises… señor Ferreira. —le tiendo la mano y me da un ligero apretón, para luego depositarme un dulce beso en la mejilla.
Detalla mi muñeca y ve que traigo uno de sus obsequios.
—lindo brazalete. —comenta sin volver a mirarme.
—es como el que te dije que me había gustado, cuando veníamos. —habla la modelo.
Pero Ulises la ignora totalmente.
—bueno, ya los salude y ya me iré con mi familia. —me pongo de pie y Alonzo hace lo mismo, —gracias por la invitación de nuevo, un placer verlo Señor Ferreira.
Ulises se queda serio y viendo a la nada mientras me despido de todos.




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