Besos Sabor A Vainilla

CAPÍTULO 55

EMMA

Los días han pasado y me siento en casa, puedo estar en el lugar más recóndito del planeta y seguiré estando en casa mientras tenga al hombre que tengo a mi derecha soplando las velas de su pastel.

Porque como toda mujer amo sentirme protegida por el amor de su vida. No es que necesite su protección es que me gusta.

Ness lo empina sobre el pastel y su cara dice de todo menos bonito.

—te ves más guapo con betún de chocolate. —digo entre carcajadas.

—¿Ha sí? —me toma de la cintura y me unta betún en la nariz.

—Sí.

—Te llevaré a un lugar mágico. —me susurra al oído mientras los demás comienzan a comer pastel.

—¿puedo saber?
—No.

Los mariachis hacen presencia tocando una hermosa canción:

Si nos dejan
Nos vamos a querer toda la vida
Si nos dejan
Nos vamos a vivir a un mundo nuevo…

Me enfoco en la letra de la canción y sea quien sea el autor, amaba hacerlo, porque esas letras son de las que llegan y te hacen imaginar un mundo nuevo, tal como dice la composición.

Aunque sólo fue algo familiar se siente como si la energía de estos, fueran de mil personas. Sin duda alguna Ulises es la alegría y orgullo de más de uno aquí, sí; es un mimado, mi mimado.

mon amour.

lo miro a los ojos y es tan lleno de paz, ¿cómo podemos ver con tanto amor a alguien que no tiene ningún lazo sanguíneo con uno mismo? ¿cómo podemos sentir tanto placer por alguien ajeno a nosotros? Pero, sobre todo ¿cómo podemos encontrar a alguien así? No cabe duda que la vida, el destino o lo que sea nos juegan brillantes caminos, dónde debemos caminar sigilosamente, decididos y con fe. Y así obtener lo que deseamos.

—Solo tuyo. —me besa la frente con ternura Y yo hago lo mismo con su dorso.

********************

Tomamos al día siguiente la camioneta Jeep que según Ulises me llevará a un lugar mágico. Vamos hablando de tanta cosa que se siente como si nunca nos hubiéramos ido del lado del otro. Enciende la música y con el ambiente de carretera se en página la canción que suena:

Que no daría, por compartir contigo el resto
De mi vida, por darte amor y devolverte la alegría
Por escribir sobre tu cuerpo una poesía

Que no daría y te lo juro que daría hasta la vida
Por ser en ti quien cambie el rumbo de tus días
Por ser el dueño de la luz de tu sonrisa…

Te entregaría por completo todo este amor…

—Está bonita la canción.

—Mucho, te la dedico.
—Gracias, muchas gracias.

vamos llegando a donde me quiere enseñar.

—Bienvenida a la ciudad, dónde aparte de tanta belleza sin igual conocerás el callejón más famoso de aquí, bienvenida a Guanajuato, Capital. Sus calles Son como el arcoíris tan coloridas y tan vivas.

Pasamos por varios túneles que dirigen hacia la ciudad y poco a poco va apareciendo una ciudad mágica, su estructura antigua, sus casas tan coloridas, tanta gente de muchas partes del mundo y de aquí, la música no tarda en inundar mis oídos. Sin duda es un pueblo mágico, como lo presumen, está parado en el tiempo, pero a su vez tan actualizado. Es bellísimo, ahora entiendo porque tanto se presume.

Realmente tiene su hechizo ya que no llevo ni una hora y su estructura ya me ha envuelto.

Empezamos a recorrer las calles y Ulises es un experto hablándome del sitio, estoy embelesada escuchándolo y viendo.

Subimos al mirador y veo como los cerros abrazan y resguardan el lugar como si no lo quisieran mostrar, México es increíble en cada lugar que visites, su comida, su aroma, su cultura, su gente; México es afinar todos tus sentidos. Incluso he ejecutado alguna canción que dice que México se siente en la piel y es totalmente cierto.

Llegamos al dichoso callejón y hay fila para subir a este, la historia es un tanto dramática, pero, ¿quién carajos no ama el drama? ¿Qué hace bello e interesante algo? El drama.

—Solo espero que nosotros si terminemos juntos. —digo en broma.

—No suelo perder y a ti ya te perdí una vez y en mis planes no está hacerlo de nuevo.

Apapachame, en tus brazos siempre. —la primera palabra la digo con demasiada dificultad. Desde que él me la dijo la recuerdo y si se me olvida la pronunciación Ismael me ayuda con ella. Él es más frecuente que hable español a mí, yo no lo uso tanto, incluso aquí lo hablo poco, mi idioma principal es el francés, y a decir verdad me encanta.

—No lo dudes ni un solo segundo, preciosa.

Subimos al balcón y me siento una princesa medieval esperando por el amor de su vida y justo así es.

Nuestros labios se entrelazan en un beso profundo.

El tiempo se esfuma de nuestro lado y la gente comienza a aplaudir con tanto entusiasmo.

Somos conscientes del tiempo y de la fila.

Ulises sonríe aún pegado a mí.

—Estimados amigos, espero comprendan que hemos viajado desde muy lejos para disfrutar el momento, tanto que los minutos se han extinguido para mí. —dice Ulises.

Bajamos y la gente nos mira con una gran sonrisa, cuando de amor se trata la gente suele reír y sentir emociones. Nos vuelve unos blandos el romance.

Recorremos las minas y es asombroso cada pequeño lugar de aquí. Cabe mencionar que el recorrido a ver a las momias no me asusta, pero me es incómodo verlas. vamos a los museos cercanos y disfrutamos de un buen Esquite, es una delicia.

—Podría sustituir el Helado de vainilla, por esto.

—¿Crees?
—Mucho, aunque no sé, dijeron que el chile no picaba y siento la lengua dormida.
—De hecho no pica.
—Para mí sí.

Estoy sudando bastante, se supone que la señora dijo que este chile no picaba.

camina a un puesto y compra algo.

—Toma, ábrelo con cuidado, trata De no romperlo.
—¿Qué es? —lo agarro con una mano mientras veo el empaque.




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