CAPÍTULO 61

ULISES

Después de haber hecho la propuesta hace dos semanas, nuestras familias no han dejado de pedir cada detalle. Finalmente me atreví, porque era eso o dejarla ir después, Otra vez.

Emma, Amelia, Verónica y Ness han quedado de acuerdo en llevar a cabo la boda en Verano. Yo quería después, pero ella elige y su sueño había sido casarse en verano. Aunque el verano esta a mes y medio. Todo parece ir rápido, pero no, nos hemos retrasado cuatro años y meses. Ya es Justo y necesario, todos mis amigos ya han hecho su vida y yo sigo esperando no sé qué, porque siempre supe que lo haría con ella.

Admito que en el momento sentí mucho miedo, ella tenía poco de haber rechazado un compromiso, pero sabía que no podía quedarme con las ganas.

Estoy en mi oficina, resolviendo detalles y más detalles. Esta es la vida adulta Ulises y el precio de hacer realidad los sueños. Adoro lo que hago y donde lo hago, pero eso no evita el cansancio.

Dejo de divagar y me pongo a diseñar, estoy tan absorto que no veo cuando alguien se sienta frente a mí, colocando una cajita en mi escritorio.

—Señor, esta señorita afirma ser su pareja. —dicen en la puerta. —¿Es verdad?

Volteo y veo a Emma sentada frente a mí sonriéndome, le devuelvo el gesto.

—Si lo dice es porque es verdad. ¿No crees?—la secretaria se sonroja, —¿Algo más?

—¿Desea Café? ¿galletas?

—Somos dos personas y solo se dirige a mí, ¿Dónde están sus modales?

—Tiene razón, Lo siento tanto señor.

—¿Quieres algo Preciosa?

—No, Gracias. —voltea y le sonríe.

—Estamos bien Andy, ve a hacer tu trabajo, te llamaré si ocupo algo.

Me pongo de pie y beso el dorso de mi prometida.

—¿Qué haces en Londres?

—Vine a traerte un regalo, y por cierto le gustas.

—¿Le gusto a mí regalo? —digo confuso. —¿Qué es?

—No, a Andy y bastante. ¿Puede convertirse en tu amante secreta?

—Ja, Obvio no, a veces siento que me teme y yo no hago nada para que piense lo contrario. Así que despreocúpate por favor.

—La intimidas, pero eso no evita que le gustes.

—¿Por qué lo dices?

—Cuando le dije que era tu pareja hizo una cara de desilusión, después de haberme recibido con una gran sonrisa, la forma en que se acaricia su cabello y en la forma en que te sonríe y se sonroja cuando la miras.

—Bueno, no se resisten a mis encantos. ¿Qué puedo hacer? hasta tú caíste y eso que no te gustaba eso.

Enarca una ceja.

—Doy prueba de ello. Aunque me ofende un poco.

—Pero te tengo a ti y no estoy interesado en nadie más.

—Eso lo sé, a hora abre tu regalo.

Tomo la cajita gris de mi escritorio, la abro, es un Rolex y un par de gemelos con mis Iniciales.

—Excelente gusto tienes. —No necesitaba darme nada, tenerla a ella ya es suficiente.

—Claramente y adoro verte usando esas dos cosas, mira el reverso del Reloj.

Cada segundo, Cada minuto,

Cada hora te amo;

hasta que el tiempo se detenga.

Siempre tuya E.L

—Me dejaste sin palabras, señorita.

—Ese era el plan. ¿Te gusto?

—Me encanto, ahora este será mi reloj y gemelos favoritos. —la beso.

—Lo mejor de todo es que pague por ello, yo sola.
—Ese es tu triunfo ¿Verdad?

En verdad el detalle es perfecto, Emma es una romántica y claramente yo también. Aunque cuando nos conocimos lo negamos.