Blooming Days

Blooming Day

"Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: ¡VIVIR!"

- Robert Louis Stevenson

 

 

Había tocado fondo. Había caído en un pozo sin fondo, con las paredes de barro mohosas y el olor a pescado muerto. ¿Es así como se siente el fracaso? Como una implosión de colores oscuros y densos, como sangre seca en la piel pálida. ¿Nos estamos poniendo siniestros? ¿Te resulta incómodo? Puede ser, pero es la verdad. Había fracasado como nadie y eso significaba que lo único que podía hacer ahora era dejar de hacerlo. Lo único que quedaba era subir. Subir. Subir. Subir. Subir. SUBIR.

Esa vida llena de sufrimiento y desdicha, de anarquía. Todo tenía que quedar atrás. Ahora el mundo estaba a mis pies, y con un solo chasquido, podía ordenar a quien yo quisiera. Oh, qué vida tan efímera y grandiosa.

Mi vida de ahora en adelante sería de un bello amarillo, como los rayos del sol, como el florecer de una flor de belladona. Y con un divertido y sencillo baile terminaré con cada uno de los problemas que vengan. Oh, claro que sí.

Una habitación con todos los colores del arcoíris, con el aroma de flores a punto de desplegarse; como una explosión de acuarelas brillantes. En esa habitación imposible de existir seis puertas se encontraban. ¿Hacia dónde me llevarán? Cada con un diseño tan diferente y extraño que era imposible para mi mente olvidarlas.

Me acomodé las gafas de sol cuadradas con un movimiento casi lascivo y me llevé una mano a uno de los bolsillos de mi pantalón. Una llave. La sentí con las yemas de los dedos, sentí sus formas. Me llené con el calor que emanaba, y vi a través del agujero en forma de media luna que poseía. Oh, qué mundo tan distante y perene. Colores que nunca existieron; el múltiple olor de las flores eclosionando, convirtiéndose en un hada de meliflua mirada. Yo tenía el poder de convertir ese mundo que terminaría escogiendo en lo que acababa de observar. Una lágrima bajó por mi mejilla de mis ojos rasgados.

Entonces lo supe: era una llave maestra. Podía escoger cualquiera de las seis puertas. Pero el mensaje era claro, solo una. Tenía que decidirme bien, pensarlo y reflexionarlo. Después de todo, para eso tenemos un cerebro tan grande, ¿no?

Podría haberlo hecho, sopesar mi decisión. Podría haberme estresado y presionado por el peso de ello, hasta tal punto que hubiese terminado muerto. Y yo no quería eso, no todavía. Al fin y al cabo ahora tenía pleno control sobre mi vida, solo yo.

Así que para no aburrirlos escogí sin vacilar la puerta más cercana, aquella de color marrón y lisa de arriba abajo. Al insertar la llave maestra en la cerradura pude escuchar los engranajes moverse, despertarse de su sueño. Abrí la puerta y no pude evitar construir una fabulosa sonrisa en mi rostro, de esas que se ven solo una vez en la vida.

Qué maravilla, que funk improvisado. Que éxtasis de pasión por vivir.

Oh, qué bueno estar vivo.

 

***

 

¿Qué es lo que me encontré ahí? No pienso decírselos, tendrán que encontrar su propia habitación de seis puertas y tratar de encontrarme en una de ellas. Y solo así, fracasando y arriesgando, encontraran el significado de la vida.

Justo al observar a una flor nacer. 

 

 

 

 

***

Aquí el segundo relato correspondiente a la segunda canción del álbum, Blooming Day. Este relato terminó siendo más personal de lo que hubiera querido. 

Blooming Day es una canción muy buena, con un ritmo funky y un visual increíble. SM lo hizo bien, lo ha estado haciendo bien. 

Y a ustedes, ¿qué les hace sentir esta canción? 

Cualquier comentario y/o crítica lo aprecio. 

El siguiente relato es el correspondiente a Sweet Dream (mi canción favorita), y será Boyxboy por si no les gusta este tipo de contenido. 

Nos vemos 

 




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