paso el canal por tercera vez al no encontrar algo bueno para ver, mientras doy un mordisco a mi sándwich.
llevaba mi pijama puesta y no tenía el más mínimo ánimo de ponerme algo decente y aprovechar el fin de semana. Por el contrario, mis planes eran ver series y películas hasta el cansancio, mientras me atiborro de comida para nada sana.
Esta era mi manera de relajarme y reponer energías suficientes para lo que me espera el lunes. Ni siquiera quiero pensar en lo que mi jefa dirá o hará conmigo. Ese es problema de la Ciara del lunes.
Terminó dejando una película animada, que de cierta forma era graciosa, pero en determinado tiempo me da sed, así que me pongo de pie con la intención de ir por algún jugo en la heladera. Pero el sonido del timbre me hace fruncir el ceño, dirijiendo mi mirada hacia el reloj que marcaba las 11 del mediodía, no tenía previsto ver a nadie y menos con estas fachas.
"quién? "gritó desde la cocina para saber que tan necesario es cambiar mis shorts de corazones.
"¡yo! "escucho la inconfundible voz de mi mejor amiga del otro lado de la puerta.
Abro la puerta y de inmediato veo su cabellera rojiza adentrarse a la estancia como un remolino.
"vine a traerle orden a tu vida "dice colocando un par de bolsas con lo que parece comida, encima de la isla de la cocina.
"hola para ti tambien Rain, estoy bien gracias por preguntar"digo irónica mientras tomo asiento en uno de los bancos
ella gira los ojos y le resta importancia con un movimiento de manos.
"toma un baño y ven a comer"me manda como si se tratase de alguna niña
"bañarme para que? hoy no pienso salir, por si eso es a lo que te refieres" dije cruzando mis brazos
ella bufó como si no creyera lo que acabo de decir
"lo harás, siempre tienes una excusa para no salir, y por lo que veo no tienes trabajo que adelantar"señala el desastre de mi sala y la pantalla encendida
yo hago una mueca, mientras restriego mi cara con poco humor
"realmente no tengo ánimos"susurro de forma ahogada
"bien, qué fue lo que sucedió?" preguntó, mientras se ubica a mi lado, suavizando su mirada
miro mis manos con aflicción, mientras trato de alejar el nudo que se empieza a formar en mi garganta. Decirlo en voz alta me corrobora que esta situación me está sobrepasando.
En los siguientes 30 minutos me dedico a contarle el que fue el peor día de la semana. Por supuesto evitando el tema de presentar una carta de renuncia, porque ambas sabíamos lo que aquello implicaría.
Rain me escuchó de forma atenta sin emitir algún comentario, hasta que me vio suspirar dando por finalizado todo el relato. En ningún momento solté alguna lágrima y siempre me mostré fuerte, sin embargo, ella me conocía a la perfección.
"esa hija de puta" murmuró entre dientes "hiciste bien en decirle sus verdades a la cara, esa perra esta acostumbrada a pasar por encima de todos" su voz subió de tono al expresar su enojo
"pero quizás no fue una buena idea, me amenazó y no tengo la menor idea que pasara cuando llegue al trabajo el lunes" dije mortificada.
Rain mordió su labio con su mirada perdida en algún punto de la habitación, inmersa en sus propios pensamientos.
"veamos una película"dice luego de unos segundos, poniéndose de pie y llevando la bolsa que trajo hacia la sala
yo la miro quitarse sus sandalias, mientras se tira de sopetón en el sillon
"que esperas?"agita su mano invitándome a sentarme a su lado
yo sonrio, captando sus intenciones
ya cuando ambas nos encontramos acurrucadas entre mantas y con una hamburguesa en nuestras manos, nos dispusimos a reproducir la saga de piratas del caribe.
sin embargo mi concentración se vio flaqueada al sentir como Rain entrelaza nuestras manos
"pase lo que pase, te prometo jamas dejarte sola en esto"susurró con suavidad, mientras sus ojos me transmitían aquella característica calidez que siempre me lograba tranquilizar.
una genuina sonrisa apareció en mis labios, y con un suave apretón le demostré lo agradecida que me sentía de tenerla a mi lado.
El resto de la tarde la pasamos entre dulces y películas, una que otra pausa para ir al baño o estirarnos, pero siempre en un cómodo silencio que a veces era interrumpido por los típicos comentarios que Rain gritaba a la pantalla.
hasta la madrugada duró nuestra maratón y por largas horas pude despejarme por completo, casi olvidando el motivo de mi angustia.