NARRADOR OMNICIENTE
La gran casona de los Gulbrandsen se encontraba en completo silencio, cada habitante del lugar estaba encerrado en su respectiva habitación
Lo curioso era que todos estaban despiertos a aquellas horas de la madrugada, quizás con las mismas preocupaciones y miedos
El mar parecía un poco violento, las olas rompiendo con el pacífico ambiente y los grillos cantando en los espaciosos jardines
Una ventana en específico estaba abierta, dejando ver una silueta sentada en su marco. Ciara estaba inmóvil observando el cielo estrellado que descansaba con esplendor
Sus ojos parecían fijos en las constelaciones, sin embargo en su mente lo único que estaba era la conversación que cambió la perspectiva que tenía de su propia vida
Sentía un espantoso agujero en su estómago y millones de dudas navegar entre sus neuronas
Ya no tenía lágrimas para soltar, solo estaba envuelta en una espesa neblina que no la estaba dejando respirar
No tenía palabras para describir sus propias emociones, aquella chica que siempre intentaba buscarle significado a las cosas, se encontraba a la deriva. Llena de sensaciones inciertas
Aún conservaba en la mano aquel papel del cual estaba aferrada. Esos exámenes eran la clara prueba de que todo lo que sucedió no era un sueño.
De verdad se había enterado que tenía amnesia parcial, había una fracción de su vida que desconocía
Y que al parecer tenía que ver con aquel trío de personas que llegó de improvisto a su vida.
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El siguiente día, pasó casi que con el mismo ritmo
Ella se la mantenía encerrada, recibiendo únicamente la comida que lilian le llevaba
Eleonor intentó un par de veces entrar a hablar con ella, pero como era de esperarse no le permitió pasar
Incluso Frank hizo un par de intentos en los que incluso le ofreció las tartas que ella amaba preparar hace un tiempo.
Ni siquiera eso hizo que saliera a hablar con cualquiera de ellos
Por su parte, Lucien no hizo acto de aparición en la alcoba de ella. Si ella necesitaba pensar, el él daría el tiempo necesario
Ya luego se encargó de hacerle saber eso a su hermana y amigo.
Ciara estaba en un estado de shock y conmoción, ni siquiera se movía de la cama. Solo para ir al baño o recibir la comida.
Su mente era un completo desastre, y desde hace horas había dejado de llorar. No le quedaban fuerzas para eso.
Sabía que tarde o temprano debía salir de ahí y enfrentar su realidad. Pero se mantenía estática, esperando que en cualquier momento una alarma sonará y despertara del extraño sueño que estaba viviendo.
Al final, pasaron un par de días más, donde su actitud fue la misma. No salía para nada, y menos hablaba con alguno de ellos. Se tomó su tiempo para meditar con calma toda la información.
Muchas cosas tuvieron sentido esos días. Se dio cuenta de comportamientos extraños que tenía su madre con ella, y viéndolo desde esta perspectiva, era obvio que siempre le oculto algo.
Armo los rompecabezas y entendió que esta era realmente la verdad. Todas las fechas tuvieron concordancia, los regalos que le llegaron en los ultimos meses y esos extraños dolores de cabeza, los sueños increiblemente realistas y como siempre se sintio imcompleta y con la sensacion de que habia olvidado algo importante
Ella sabía que lo único que le traería la paz que tanto necesitaba, eran respuestas.
Esas misma que buscaría mañana.
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La señora Lilian servía de forma pacífica el jugo de naranja en aquel amplio comedor, mientras tarareaba alguna canción que logró escuchar aquella mañana en la radio.
El sol se encontraba más reluciente que nunca, últimamente los días habían estado nublados. Y por supersticioso que sonase, hoy se sentía como esos días donde se daba por hecho, que sucedería algo bueno
Eleonor fue la primera en aparecer. llegó arrastrando sus pies y aun vistiendo pijamas. estaba concentrada en su celular y solo le murmuró un "buenos días" a lilian
Ella por su parte, le sonrió y le ofreció las galletas que recién había horneado
Eleonor solo asintió y empezó a comer con los ánimos por el suelo
La señora Lilian la miró con pesar, aquella jovencita era el alma de su hogar, siempre intentaba mantener una sonrisa y comentar cualquier cosa para rellenar aquellos insoportables silencios.
Pero últimamente parece un robot en automático
O quizás desde que llegaron a monte carlo
Lilian niega con una mueca triste, retirándose con la bandeja debajo de su brazo
Pasando por las escaleras, ignorando los suaves pasos que descendían de ellas
Donde una insegura Ciara bajaba con movimientos cuidadosos
No sabía si estaba cometiendo alguna imprudencia o algún error