NARRADOR OMNICIENTE
"¿Eso es todo?" preguntó la mesera con una amable sonrisa.
Eleonor asintió, y la chica se retiró de la mesa.
Los cuatro se encontraban en un lugar más privado del restaurante. Lucien había pedido un espacio tranquilo, deseando una cena relajada y con privacidad para compartir con su familia.
Ciara se sentía algo tensa, insegura de cómo comportarse. Aunque tenía una relación cercana con Eleonor, Frank y Lucien eran otro asunto. Frank le parecía una persona difícil, reservado y de pocas palabras. En cuanto a Lucien, él despertaba emociones en ella que prefería no admitir y mucho menos confrontar.
Por ello, se sentía un tanto fuera de lugar, sin saber qué decir ni qué hacer. A raíz de los recientes eventos y pensaba que necesitaría tiempo para adaptarse.
Al menos el restaurante era impresionante. Las cascadas de agua artificiales y las plantas altas en cada esquina creaban una atmósfera única. Parecía un ecosistema salvaje, aunque adornado con luces colgantes y pinturas rupestres que decoraban las paredes.
Frank notó la expresión de Ciara y, conociéndola bien, decidió dar el primer paso para romper el hielo.
"¿Qué te ha parecido el lugar?" preguntó, carraspeando ligeramente para disimular el gallo que casi se le escapó.
Eleonor sonrió con mofa, pero antes de soltar un comentario burlón, Ciara la interrumpió.
"Es increíble. No sabía que podían tener tantas cascadas en un solo lugar. ¿Cómo harán para que no se moje el piso?" preguntó con un tono de curiosidad que casi hizo reír a los presentes.
Ese tipo de comentarios ingenuos y curiosos era lo que siempre maravillaba a los chicos. Con Ciara, no había necesidad de fingir formalidades; todo fluía de forma natural en su presencia.
Para Frank y Eleonor, ella representaba una figura de refugio, una figura familiar que ambos necesitaban. Para Lucien, en cambio, Ciara era un faro de luz en la oscuridad, un soporte que lo mantenía firme y le impedía caer.
Esa era la razón por la que habían esperado tanto. El corazón de Lucien no era el único que se había entregado por completo a Ciara.
"Seguro tienen alguna forma de evitarlo", comentó Lucien con una leve sonrisa divertida.
Se encontraba fascinado por lo hermosa que Lucía Ciara, hoy más que nunca la encontraba fresca y revitalizada. Desde que la vio en aquella azotea, sintió como si la luz que desprendía su amada hubiera sido apagada
Se sintió triste por un tiempo, pensando que ella no volvería a ser la misma. Pero estando sentado frente a ella en aquel restaurante, confirmó que aquella mujer no perdió ningún rasgo que lo enamoró profundamente hace 8 años, incluso se atrevía a decir que aquel sentimiento se hacía más intenso al pasar el tiempo.
" quisiera hacerles un par de preguntas" murmuró Ciara captando la atención de los presentes
Eleonor asintió animándola y lucien le regaló una sonrisa que le dio el valor para soltar sus dudas .
"¿qué hacía en mi tiempo libre? ¿Tenía algún trabajo?" Pregunta jugueteando con una servilleta de tela que anteriormente estaba en su regazo
Frank sonrió un poco, e hizo un sonido nasal para indicar que el hablaría
" te encantaba pasar horas y horas en el jardín, cuidando de las plantas y vegetales que teníamos en el huerto de la casa. También solías sentarte a escribir en el porche y cocinar postres con lilian" recordó con añoranza, provocando una nostálgica sonrisa en los hermanos
Ciara sentía aquellas cosas como algo que su yo del presente no haría. La chica de los informes perfectos y la comida a domicilio, no parecía coincidir con esa alma libre y espontánea
Se sentía asustada y algo confusa, por que si bien había disfrutado enormemente cuidar del jardín junto con eleonor. No tenía muy claro si su esencia como persona había cambiado
Temía estarse volviendo frívola, perdiendo el amor a los pequeños detalles y momentos
" También amabas leer con una taza de duraznos a lado. Era una especie de ritual que hacías antes de dormir" esta vez lucien habló, sonando feliz al recordar las mejillas llenas de fruta de su amor, mientras pasaba páginas, inmersa en su lectura y casi que ignorando la presencia de el
" no tenías un trabajo como tal, solo redactabas y vendías artículos de opinión personal, para reseñas de libros o revistas. Sin embargo te pagaban bien" eleonor hizo acto de presencia en la conversación
Captando la atención de Ciara, ella abrió los ojos asombrada por eso
" reseñas? Y todo lo hacía desde casa? Preguntó sin notar la forma tan natural como le salió la palabra casa, como si su subconsciente ya la tuviera tachado como suya
Lucien asiente sonriente
" no te gustaba salir mucho, a menos que no fuera por algo verdaderamente importante o alguna salida en familia" complemento
Ciara asintió, guardando toda la información en una caja fuerte en su cerebro
" esta, es la misma casa?" Murmura con curiosidad
" no lo es, esta en Londres a las afueras prácticamente" explicó lucien " pero no te quisimos llevar alla por que consideramos que necesitabas un lugar más alejado, donde no existieran personas que intervinieran en tu recuperación" lo último lo dijo con el doble sentido para que todos en la mesa entendieran a que se refería
Lamentablemente Ciara entendió y no pudo evitar sentirse dolida al recordar que su propia sangre, su familia había sido capaz de jugar con su vida, la hubieran alejado de personas que llegaron a ser muy importantes para ella