RAIN
Me quito los lentes y froto mis ojos con cansancio.
Pasar horas frente a una pantalla ya me estaba pasando factura.
Observo los balances en la pantalla de mi ordenador, miles de datos adjuntos que debía revisar y todo por mi ausencia en el trabajo.
Bufo con hastío y me paso las manos por la cara, en un intento de aminorar el sueño y ardor en mis ojos.
Si tan solo pudiera dormir aunque sea unas cinco horas, haría la diferencia.
Pero en estos momentos conciliar el sueño se estaba volviendo un martirio, mi cabeza no dejaba de reproducir una y otra vez la misma escena.
Su voz, nuestras peleas, su mirada decepcionada, sus lágrimas contenidas. Su despedida
Ella era la que me mantenía en este estado.
Su terquedad era la que nos estaba orillando a esto. Ella no lo entiende.
El bastardo de Lucien le llenará la cabeza de basura y la logrará convencer para que se aleje de mí. Lo conozco y sé por experiencia que es capaz de quitármela nuevamente.
Se que ella no es un objeto y no es de mi propiedad.
Pero me rehusó a que la aparten de mí, y aunque no hayamos terminado en buenas condiciones la última vez que nos vimos. Me niego a aceptar que no seguiremos juntas
Solo decidí darle su espacio, permitirle darse cuenta de que soy necesaria para su vida. Dejarle ver que no hay nadie mejor para ella que yo.
Prendo la pantalla de mi celular, observando la foto que tengo de fondo. Somos ambas, agarradas de las manos.
Ella mirando hacia la cámara con su sonrisa, y yo observándola a ella.
Observo la hora, recordando que en 20 minutos se acaba mi jornada. Eso al menos me levantaba el ánimo.
Sobre todo al saber lo que tenía pensado hacer por la noche. La iba a sorprender, le llevaría su comida favorita a casa, y le ofrecería mis disculpas.
Quizás me toque mentirle. Tratar de convencerla para que olvide mis insultos hacia el imbécil. Solo con la finalidad de que baje la guardia y confíe nuevamente en mí. Así podré prevenir los siguientes pasos de Lucien.
Si.
Eso era lo que haría.
Poco a poco buscaría la forma de ser discreta y muy perspicaz para hacerle abrir los ojos.
Quizás termine contándole toda la verdad....
Pero desde mi punto de vista.
Sonrío satisfecha con mi plan propuesto, y me pongo de pie dispuesta a irme antes.
No aguantaba las ganas que tenía de verla.
Apago todo en mi oficina y salgo rumbo al restaurante italiano para pedir la comida.
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Una hora después me encontraba frente a su puerta, con la bolsa de comida en la mano y el corazón agitado con anticipación.
Paso mi mano libre por mi rojizo cabello.
Tomo un par de respiraciones, antes de tocar la puerta.
Pero nada.
No se escucha nada.
Vuelvo y tocó, esta vez con un poco más de fuerza. Sin embargo, aún no escucho pasos, ni siquiera su voz.
Frunzo el ceño y pego mi oreja a la puerta, con la intención de escuchar algo adentro.
Quizás está dormida..
aunque agudizó mi oído, no se siente ni oye algún movimiento.
Miro extrañada mi reloj de mano.
Son las 8:30 de la noche, hace dos horas y media debió volver del trabajo.
Tomó el celular y marcó su número, pero se fue al buzón de mensaje de inmediato, como si estuviera apagado, lo intento unas diez veces más hasta que entiendo que no contestara. Busco en mi agenda el número de la recepcionista de su empresa.
Solo lo obtuve para cerciorarme que aquel desgraciado no llegara a buscarla en su trabajo.
Dos pitidos y la voz amortiguada de Sandra captó mi atención.
"Diga" murmura medio dormida.
En estos momentos no siento vergüenza de molestarla a esta hora. Mi preocupación y mal presentimiento eran mayores.
"Sandra, soy Rain" Hablo moviendo mi pie con ansiedad.
"Oh, hola Rain. A que se debe tu llamada?" Pregunta sonando ahora más despierta.
"Podrías decirme si viste a Ciara salir temprano del trabajo hoy?" Preguntó en tono de súplica.
Espero que no se niegue a darme esa información.
"Ciara? Ella ya no trabaja en la empresa" me dice con obviedad.
Mi estómago da un vuelco, y me fijo en recostarme en la pared más cercana.
"Como?" Pregunto en un hilo de voz "desde cuando?"
"No lo sabías? Ella presentó la Carta de renuncia, luego de que aquel Científico le ofreciera un trabajo como asesora de bienes raíces para su empresa" explica con simpleza "de eso, ya van exactamente dos meses que no trabaja en la empresa" escuchó a la lejanía su voz.