CIARA
*una semana después*
El molesto ruido me hizo abrir mis ojos de a poco mientras murmuraba el nombre de Lucien, para que el apagara lo que fuera que no me dejara dormir.
"Lucien, apaga esa cosa" murmuro con fastidio, aun intentando mantener levemente cerrados mis párpados
"No lo creo, tu misma quisiste levantarte a esta hora mi amor" escucho su burlona voz, mientras percibo sus movimientos por la habitación
Con la mayor dificultad abro por completo los ojos, encontrándome con la sonrisa de mi novio
Esta sentado en la cama, parece estar atándose los cordones de sus tenis
"¿Cuando pensé que sería una buena idea acompañarte a hacer deporte?" me reproche tallando mis ojos con mi puño
El suelta una risita poniéndose de pie, para acercarse a mi lado
"Si quieres puedes seguir durmiendo mi vida, no me molestara eso" sus cálidos besos recorrieron mi cara, y con una tonta sonrisa lo alejo para verlo mejor
"Como puedes verte tan guapo, a esta hora de la mañana" le digo admirando su sedoso cabello blanquecino y sus brillantes ojos que no muestran ni una pizca de ojeras " y no te preocupes, te acompañaré, de todas formas no creo conciliar de nuevo el sueño" me siento con ayuda de sus brazos
"Tu te ves más hermosa, me encanta tu cabello revuelto por las mañanas" bromea y yo le saco la lengua, seguramente con mi cara de sueño "te espero en el comedor" besa mis labios y se retira de nuestra habitación
Dejándome con la latente tentación de quedarme acostada por un poco más de tiempo
Sin embargo, con mi fuerza de voluntad me pongo de pie y voy al baño para tomar una ducha de agua fría
Al salir, busco en mi escasa ropa de ejercicio, poniéndome un top negro y unos leguis del mismo color. Amarro mi cabello en una cola alta y salgo al comedor dando sueves trotes
Al llegar, alcanzo a percibir la tenue luz de la cocina y las penumbras del exterior. Ni siquiera a salido el sol. Se siente ilegal despertar tan temprano
Entro encontrándome a Lucien tomando un batido de dudosa procedencia
Me siento en la isla y tomo una manzana con un vaso de agua. La verdad no tenía nada de hambre
"Come algo más, te vas a sentir débil" me dice el
Yo niego
"No tengo hambre, más tarde desayunare mucho" le sonrió con calma
El asiente no muy convencido
"Bien, es hora de irnos" mira su reloj, el que le regale hace ya una semana
Yo lo sigo por la puerta trasera y ambos comenzamos un suave trote a la par. Yo miro fascinada todos nuestros alrededores, la hora me permite apreciar tantos animalitos que parecen a penas despertar
Poco a poco el sol asoma los primeros rayos, dando un ambiente más cálido y hermoso. La pequeña laguna a unos metros de nuestra casa se ve mágica con la luz encima
Casi me tropiezo al detenerme de golpe. Volteé para corroborar lo que había visto, soltando un chillido observo desde los frondosos arbustos un hermoso cisne.
Lucien se voltea de forma brusca al escuchar mi grito, y con urgencia se acerca a mi para corroborar que esta todo bien
"Sucede algo? Te lastimaste?" Pregunta preocupado
Yo sonrió para tranquilizarlo y señaló la majestuosa ave que se mete al lago para nadar como si nada
El la mira y sonríe también sin embargo, luego voltea a verme con seriedad
"No me asustes así cielo, casi me da algo" me reprende
"Lo siento amor, pero es que mira lo hermosa que es" le digo aun ensimismada en sus grandes alas
Jamás había visto uno en persona
El rodea mi cintura dejando un beso en mi hombro
"Lo quieres? Puedo hacer que lo domestiquen y tenerlo en el jardín" me sugiere
Yo volteo a verlo con ojos abiertos
"Harías eso por mi?" Le pregunto impresionada
"Te traería un zoológico entero si así quisieras. Pídelo y te lo daré" me dice con tranquilidad y mucha convicción en su mirada
Yo pongo una mano en su mejilla y niego despacio
" gracias por tu oferta cariño, pero prefiero venir a verla aquí. No quiero tenerla prisionera en nuestra casa" le digo con una mueca
Jamás privaría de su libertad a tan hermosa ave, ni siquiera por lo mucho que me gusta
Yo lo volteo a ver, encontrándome con su radiante sonrisa
"Pasa algo?" Pregunto sin evitar una sonrisa involuntaria
El toma mi mentón, Dejándome un delicado beso en mis labios, que yo me dedico a responder con ahínco. Rodeando su cuello con mis brazos
"Es la primera vez que dices "Nuestra casa"" dice con ilusión en sus pupilas grisáceas
Yo me sonrojo sin querer, ni siquiera note que lo había dicho de forma tan natural
"Me encantó oírlo, por que es cierto. Aquel es nuestro hogar" besa un par de veces mis labios, aún sin dejar de sonreír