Blume

CAPITULO TREINTA Y OCHO

CIARA

*una semana después*

El molesto ruido me hizo abrir mis ojos de a poco mientras murmuraba el nombre de Lucien, para que el apagara lo que fuera que no me dejara dormir.

"Lucien, apaga esa cosa" murmuro con fastidio, aun intentando mantener levemente cerrados mis párpados

"No lo creo, tu misma quisiste levantarte a esta hora mi amor" escucho su burlona voz, mientras percibo sus movimientos por la habitación

Con la mayor dificultad abro por completo los ojos, encontrándome con la sonrisa de mi novio

Esta sentado en la cama, parece estar atándose los cordones de sus tenis

"¿Cuando pensé que sería una buena idea acompañarte a hacer deporte?" me reproche tallando mis ojos con mi puño

El suelta una risita poniéndose de pie, para acercarse a mi lado

"Si quieres puedes seguir durmiendo mi vida, no me molestara eso" sus cálidos besos recorrieron mi cara, y con una tonta sonrisa lo alejo para verlo mejor

"Como puedes verte tan guapo, a esta hora de la mañana" le digo admirando su sedoso cabello blanquecino y sus brillantes ojos que no muestran ni una pizca de ojeras " y no te preocupes, te acompañaré, de todas formas no creo conciliar de nuevo el sueño" me siento con ayuda de sus brazos

"Tu te ves más hermosa, me encanta tu cabello revuelto por las mañanas" bromea y yo le saco la lengua, seguramente con mi cara de sueño "te espero en el comedor" besa mis labios y se retira de nuestra habitación

Dejándome con la latente tentación de quedarme acostada por un poco más de tiempo

Sin embargo, con mi fuerza de voluntad me pongo de pie y voy al baño para tomar una ducha de agua fría

Al salir, busco en mi escasa ropa de ejercicio, poniéndome un top negro y unos leguis del mismo color. Amarro mi cabello en una cola alta y salgo al comedor dando sueves trotes

Al llegar, alcanzo a percibir la tenue luz de la cocina y las penumbras del exterior. Ni siquiera a salido el sol. Se siente ilegal despertar tan temprano

Entro encontrándome a Lucien tomando un batido de dudosa procedencia

Me siento en la isla y tomo una manzana con un vaso de agua. La verdad no tenía nada de hambre

"Come algo más, te vas a sentir débil" me dice el

Yo niego

"No tengo hambre, más tarde desayunare mucho" le sonrió con calma

El asiente no muy convencido

"Bien, es hora de irnos" mira su reloj, el que le regale hace ya una semana

Yo lo sigo por la puerta trasera y ambos comenzamos un suave trote a la par. Yo miro fascinada todos nuestros alrededores, la hora me permite apreciar tantos animalitos que parecen a penas despertar

Poco a poco el sol asoma los primeros rayos, dando un ambiente más cálido y hermoso. La pequeña laguna a unos metros de nuestra casa se ve mágica con la luz encima

Casi me tropiezo al detenerme de golpe. Volteé para corroborar lo que había visto, soltando un chillido observo desde los frondosos arbustos un hermoso cisne.

Lucien se voltea de forma brusca al escuchar mi grito, y con urgencia se acerca a mi para corroborar que esta todo bien

"Sucede algo? Te lastimaste?" Pregunta preocupado

Yo sonrió para tranquilizarlo y señaló la majestuosa ave que se mete al lago para nadar como si nada

El la mira y sonríe también sin embargo, luego voltea a verme con seriedad

"No me asustes así cielo, casi me da algo" me reprende

"Lo siento amor, pero es que mira lo hermosa que es" le digo aun ensimismada en sus grandes alas

Jamás había visto uno en persona

El rodea mi cintura dejando un beso en mi hombro

"Lo quieres? Puedo hacer que lo domestiquen y tenerlo en el jardín" me sugiere

Yo volteo a verlo con ojos abiertos

"Harías eso por mi?" Le pregunto impresionada

"Te traería un zoológico entero si así quisieras. Pídelo y te lo daré" me dice con tranquilidad y mucha convicción en su mirada

Yo pongo una mano en su mejilla y niego despacio

" gracias por tu oferta cariño, pero prefiero venir a verla aquí. No quiero tenerla prisionera en nuestra casa" le digo con una mueca

Jamás privaría de su libertad a tan hermosa ave, ni siquiera por lo mucho que me gusta

Yo lo volteo a ver, encontrándome con su radiante sonrisa

"Pasa algo?" Pregunto sin evitar una sonrisa involuntaria

El toma mi mentón, Dejándome un delicado beso en mis labios, que yo me dedico a responder con ahínco. Rodeando su cuello con mis brazos

"Es la primera vez que dices "Nuestra casa"" dice con ilusión en sus pupilas grisáceas

Yo me sonrojo sin querer, ni siquiera note que lo había dicho de forma tan natural

"Me encantó oírlo, por que es cierto. Aquel es nuestro hogar" besa un par de veces mis labios, aún sin dejar de sonreír



#2431 en Thriller
#1179 en Misterio
#10395 en Novela romántica

En el texto hay: amnesia, amor obsesivo, finalfeliz

Editado: 17.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.