- Llevan horas ahí adentro… - dice Peter entre dientes, viendo la puerta cerrada de la habitación principal de la casa como si quisiera derribarla.
- ¿Jamás te había tocado un interrogatorio del clan Kukri? - pregunta Felipe, sacando un paquete de gomitas del interior de su abrigo.
- Te recuerdo que yo conocía a Cobra en calidad de civil, no de soldado.
El noble suelta una risa, una risa cargada de melancolía.
- ¿Y eso que fue? - pregunta el mago.
- Me parece gracioso que pienses que su faceta de civil es diferente a la de soldado.
Ese comentario hace que la mente de Peter se sumerja en sus pensamientos, intrigado; sin embargo, ese estado taciturno y aire pensativo no duran mucho, debido a la salida de las tres cazadoras seguidas de Cobra. Felipe espera impaciente la conclusión de las jueces.
- ¿Y? - pregunta finalmente el hombre de cabello platinado al solo obtener silencio por parte de las cuatro mujeres.
- Definitivamente… ella es Cobra. - anuncia Mamba, con la voz entrecortada y los ojos cristalinos, para luego voltear hacia la juzgada y abalanzarse en un abrazo. - Perdóname, amiga.
Con la acostumbrada actitud famélica de Cobra, ella recibe el abrazo de su arrepentida hermana de clan y le da un par de palmadas en la espalda.
- No tengo algo que perdonar. - dice la mujer de ojos rojizos. - Hiciste lo que tenías que hacer. Yo hubiera hecho lo mismo.
Coralillo y Cecilia se unen al abrazo, arrepentidas, pero en el entendido de que no había porqué disculparse. Cobra mejor que nadie entiende a la perfección la posición de sus compañeras y que sus dudas se debieron a que, por encima de su deseo personal, está su deber.
- Estoy orgullosa de ustedes… de las tres. Dejé mi legado en buenas manos.
- Ni tan en buenas. - contesta Mamba, separando el abrazo grupal.
- ¿Por qué? - pregunta Cobra, a lo que recibe como respuesta una mirada despectiva y bastante significativa hacia el emperador. Los ojos rojizos se posan sobre el hermano mayor, incluso Peter se unió a este gesto.
- ¿Es en serio? ¿Me van a acusar con mi hermana menor?
- ¿Pues qué hiciste?
- Mejor te decimos lo que no ha hecho… mantener el equilibrio en el imperio ni poner en paz a su mujer. - contesta Cecilia.
- ¿Su mujer? - Cobra está sorprendida. - ¿Ya te casaste?
- Gracias al cielo, aun no. - interviene Coralillo. - Imagínense a esa mujer con más poder. Si así el estado está de cabeza…
La mirada de Cobra permanece seria, escuchando atentamente los comentarios de las chicas y observando las actitudes de Peter que, aunque no hace gran cosa, dicen mucho. Pero, antes de que todo el mundo comenzara a atacarse y a acusarse unos a otros con Cobra, Peter interviene.
- Creo que han sido demasiadas cosas por un día. Cobra, necesitas descansar.
- Créeme, ya descansé por mucho tiempo.
- Peter tiene razón. Debes dejar que tu cuerpo se adapte por completo a tu alma, de lo contrario, terminarás por lastimarte. - interviene Ángelo, subiendo las escaleras con cuidado para no terminar de romper la madera podrida.
Cobra revisa a su alrededor, desconcertada.
- ¿Disculpa? ¿Me hablas a mí? - pregunta Cobra.
- ¿Por qué te sorprende?
- Porque me hablaste y trataste como si te importara lo que me pasara. - suelta sin tacto Cobra.
- Ya, Cobra, mañana le dices sus cosas… - dice Coralillo, tratando de desviar su atención.
- Tu cuerpo es MI diseño, por supuesto que me importa. - contesta Ángelo, recuperando la atención de Cobra.
- Ah, entonces debo ser algo tuyo para que te interese lo que me pase. - espeta la mujer, caminando hacia el humano.
- ¿De qué me perdí? - pregunta Mamba, a la vez de que intenta detener el paso de su compañera.
- Cuando Cobra tenía la maldición de Cascabel, Ángelo fue el primer hombre al que acudió antes de conocer a Peter. - contesta Coralillo.
- Si, a este hombre le valió madres mi sufrimiento, dejando que me ahogara en mi miseria. - completa Cobra. - Además de que, por su culpa, perdí a una amiga.
- Que rencorosa. - agrega Ángelo.
- ¿Rencorosa? ¡¿En serio te atreves a llamarme así?!
En ese instante, las pocas lámparas de la casa que están encendidas parpadean y la instalación eléctrica comienza a chasquear.