Bowie

CAPÍTULO 25

Han pasado cuatro meses desde que Yerik, Mamba, Cuervo y los demás dejaron la casa, el otoño se va con los vientos del este, ahogando la capa anaranjada de las hojas caídas de los árboles y abriendo paso a un manto de nieve completamente blanco sobre el suelo del bosque.

- Eres muy buena con los cuchillos. Nunca creí que le darías a un animal tan pequeño desde tan lejos. - comenta Peter, caminando a un lado de Cobra por la superficie irregular del bosque.

Tanto el mago como la aprendiz usan abrigos con capucha para cubrirse del frío invernal mientras están cazando, aunque en un principio las ropas de ambos son de color blanco, conforme se alejan del centro del bosque y se acercan más a la casa, la ropa se torna negra, así que contrastan con el escenario blanquecino que los rodea.

Cobra trae un pato en la mano izquierda, mientras que con la mano derecha sujeta a su maestro de la cintura y lo ayuda a caminar; Peter lleva carga una bolsa llena de bayas y frutos del bosque al hombro y carga una ballesta de madera de ébano que la aprendiz construyó para cazar.

- Y yo no puedo creer que un hombre de más de 300 años se disparara en el pie con una ballesta. - contesta sarcásticamente Cobra, sin poder ocultar su mirada divertida. - De plano, estás negado para las armas.

- Solo para las humanas, las mágicas las manejo bien. - debate Peter.

- Eso nos consta. - declara una voz que rompe con la armonía del momento, una voz que no le era conocida a alguno de los dos.

 Al alzar la cabeza, los magos pueden ver que hay una mujer en la puerta de la casa, vistiendo un uniforme militar parecido al del clan Kukri, pero este es violeta, la gabardina es muy suelta, y tiene en la cabeza una la corona imperial.

Ambos se detienen en seco y buscan la manera de regresar al bosque, pero al darse la vuelta, hay muchos soldados usando un uniforme en tonos rojizos, rayando en vino y guinda, con el escudo del clan al que pertenecen bordado en el hombro derecho. No importa hacia donde dirigen la mirada, los soldados los tienen rodeados.

- Vaya, el Clan Bowie… eso no lo vi venir. - dice Cobra mientras busca con la mirada a Yerik, como líder de ese clan, debería estar por ahí.

- Peter Woods, Mago de Luna. - dice en voz alta la mujer de la corona. - Si que eres muy difícil de encontrar.

- Emperatriz Rey, es un gusto verla con tal perfecta salud. - contesta Peter sin apartar la mirada de la mujer que les ha bloqueado el paso a la casa. - Supe había estado delicada.

- Sí, es cierto. Pero ahora ya estoy mejor y dispuesta para el trabajo. - dice la emperatriz caminando hacia los magos, que se han quedado quietos en el centro del jardín, aún con las capuchas puestas.

- Lástima que no lo estés haciendo bien. - murmura Cobra.

Cuando la voz de la mujer hace eco en el bosque, varios de los soldados se desconciertan por lo familiar que les resulta, haciéndolos vacilar en su postura cautelosa.

La emperatriz parece molestarse con el comentario, pero era una molestia un tanto extraña, como si fuera más un acumulado de rencores pasados que un sentimiento instantáneo a una acción del presente.

- Mago de la Luna, está usted arrestado por el asalto, secuestro y asesinato del convoy del Clan Bowie que estaba a cargo del traslado de los minerales del imperio de la Real Caverna a la Refinería de Cuadrilla.

Esta acusación toma por sorpresa tanto al mago como a la aprendiz.

- Atrápenlo. - ordena la emperatriz a los soldados, quienes comienzan a caminar hacia los dos seres mágicos, hasta que Cobra desenvaina un par de espadas y hace un movimiento que aleja a todos los que se habían atrevido a violar su espacio personal.

- No lo creo. - declara severamente Cobra.

- Señor, puede pedirle a su golem que no le conviene ponerse agresivo. - el rostro de Rey parece más desencajado que antes.

- Emperatriz, con todo respeto, si vuelve a llamar Golem o de cualquier otro adjetivo que rebaje a mi pareja a la calidad de objeto, voy a tener que convertirla en piedra. - dice Peter, dejando caer al suelo lo que estaba cargando en la mano.

- Este hombre no es culpable de lo que lo acusan. - interviene Cobra. - Además, aquí hay una violación en el proceso. Peter es un mago, debe ser arrestado y juzgado por el Clan Kukri. Y hasta que se realice el debido procedimiento, él no irá a ningún lado.

- Eso crees, ¿preciosa? Muy bien. - la mueca de Rey se transforma en una sonrisa, como si la reacción de Cobra fuera la esperada. - Llévenselos...  a ambos.

En cuanto el círculo de soldados se cierra alrededor de los magos y se disponen a atacarlos, Cobra hace varios movimientos con las espadas que cortan por la mitad todos los cañones de las armas que alcanzó, cuando intentan disparar, las armas explotan en las manos de los soldados.



#3424 en Detective
#1756 en Novela negra
#18846 en Fantasía
#3972 en Magia

En el texto hay: androides, necromancia, magosybrujas

Editado: 23.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.