Zayn iba caminando a su lado con una mueca en sus labios y no dejaba de parlotear cosas hacia Louis.
—¡Es que no puedo creer que estés castigado! —Louis asintió—, nunca te castigan. Eres Louis Tomlinson.
—Lo sé —bufó—, todo por el maldito de Harry.
—Me pareció un buen chico —comentó Zayn con una increíble tranquilidad, y Louis se giró en un segundo para mirarlo como si la peor locura haya escapado de su boca—. ¿Qué? —respondió con burla.
—Lo querías violar —susurró con indignación—, ¿y ahora es un buen chico para ti?
—Estaba drogado. —Rodó los ojos y Louis golpeó su hombro con enojo, quizá desquitándose con él por tener una excusa.
—Déjalo en paz.
—¡No me van las pollas, por favor, Louis! —exclamó riendo y Louis solo pudo suspirar mientras se detenía frente a sus casilleros.
¿Qué se suponía que debía decir a eso? Se sentía cansado, de repente, de todas las excusas en su vida, de las mentiras consumiendo lo poco de su espíritu.
—Como sea, Zayn —bufó llamando la atención de su amigo, recostándose sobre los viejos casilleros negros—. No me agrada y nunca lo hará, pero tienes que ayudarme a volver a estar libre.
Zayn le asintió dándole su confianza, como siempre. Sin ni siquiera cuestionarse sobre las acciones que Louis le hacía hacer, o las que él hacía por su cuenta por él...
—Solo tienes que cuidarlo —comentó aburrido y rodando los ojos. Louis comprendía que él no entendiera lo difícil que aquello resultaba—, y te están pagando. Yo aprovecharía ese trabajo. —El castaño chasqueó la lengua mientras niega.
Sí, resultaba fácil decirlo, pero Harry llamaba el peligro y lo aceptaba con manos abiertas. ¿Por qué?
—Ese es el problema —dijo lentamente el castaño—. Mi papá dijo que el padre de Styles me pagará al final del mes. Tengo que cuidarlo como si fuera un pescadito y me fastidia.
El morocho rió con fuerza, sabiendo que no había nada gracioso en sus palabras.
—No es como si le vaya a pasar algo aquí, por Dios.
—Ese es el otro problema, Zayn —explicó y fijó su mirada a la nada, perdiéndose por unos segundos en sus pensamientos—. ¿Por qué siempre está metido en problemas?
Zayn se acomodó en su lugar y lo miró a los ojos, con curiosidad. Más de la necesaria.
—¿A qué te refieres?
—Sé que él sabe defenderse, Zayn, pero nunca hace algo para respetarse —Zayn frunció su frente mientras Louis se encogía de hombros—, solo digo que tal vez hace esto a propósito. Tal vez quiere llamar la atención.
El cansancio llegó con más fuerza, como un saco de sus propias mentiras cayendo sobre sus hombros para que se haga responsable. Pero lo disimuló con un resoplido e ignorando el mareo que tenía.
—¿No ha estado a punto de morir varias veces? —preguntó Zayn con sarcasmo y el castaño asintió, parpadeando para centrarse.
—Necesito que me ayudes a vigilarlo —pidió casi con vergüenza, y Zayn asintió enseguida, una vez más—. No dejaré que ese idiota arruine mi vida...
Quizá no lo haría. Quizá haría lo contrario, pero Louis estaba asustado.
(...)
—¡Harry! —gritaron a sus espaldas y lo primero que pensó fue en correr, pero era tarde porque ya lo estaban agarrando de su mano y tirándolo hacia atrás, sin que tenga suerte para huir.
Solía ser así, y no quedaba nada más que rogar.
—Déjame —susurró esperando lo peor, pero cuando abrió sus ojos se encontró al rubio del día anterior, mirándolo de arriba hacia abajo.
—Lo siento —le respondió soltándolo y sonrojándose, todavía fisgoneando sobre él—, no quería asustarse.
Harry parpadeó varias veces, consciente de lo cobarde que debía verse para el rubio, pero terminó asintiendo y suspirando. Le dedicó una sonrisa al chico para acabar con el incómodo ambiente, mas falló cuando el rubio siguió mirándolo de esa forma tan extraña, y Harry que estaba acostumbrado a miles de miradas sobre él, lo dejó pasar.
—No, lo siento, soy muy temeroso —confesó y rascó su nuca con vergüenza, pero el rubio estaba sonriendo de vuelta en un segundo y parecía querer saltar hacia Harry.
—¿Qué tal te fue ayer? —preguntó con rapidez y mordiendo su labio inferior.
—Bien —respondió extrañado y frunciendo su frente—, ¿por qué?
—¡Nada! —exclamó sonriendo—, ¿eres amigo de Louis?
Harry frunció su frente mucho más, aunque en sus labios había una sonrisa sarcástica. Lo primero que apareció en su cabeza fue que tal vez el chico era nuevo por su falta de conocimiento, y porque nunca antes lo había visto.