Brillará el sol

Aclarando situaciones y una boda fallida.

Al llegar a la ciudad tuve que volver a inventarme un pretexto para que nadie me preguntara a donde es que iba a pasar la noche; como se imaginaran, use a mi amiga de tapadera, ahora todos tienen la idea de que tendremos una noche de chicas en algún bar cercano.

Antes de llegar a su departamento distingo el coche de Marcos en la distancia, me está esperando. Me despido de mi amiga y cambio de coche.

Las palabras no son muy necesarias en estos momentos, tarareo la canción que se escucha en la radio y dejo que mi mente divague.

—Ya hemos llegado —Abro los ojos al escucharlo.

Me ayuda a bajar del coche como todo un buen caballero.

Subimos a su departamento, mientras estamos en el elevador él hace algo que me encanta, me toma de la mano y no me suelta hasta que estamos dentro del apartamento.

—Ponte cómoda, iré por algo de tomar —Comenta.

Me siento en el mismo sillón donde platicamos hace apenas unos días.

Marcos regresa con dos copas de vino en la mano y entonces recuerdo lo que ocurrió la última vez que probé uno de eso; bueno fue más de uno.

—Creo que estaré bien solo con un vaso de agua.

—¿Piensas que quiero emborracharte para aprovecharme de ti? —dice de forma coqueta.

—No estoy seguro de tus intenciones al traer entre tus manos la causa de que terminara sin ropa en tu cama.

—Bueno dejemos de lado la copa y hablemos, después de la charla brindaremos.

Se sienta junto a mí y me mira directamente a los ojos.

—Lo que ha ocurrido en estos días ha sido algo intenso, ayer hablamos, pero no aclaramos mucho. Ahora necesito hacerlo quiero que definamos estos desde aquí, quiero saber a dónde vamos, que buscamos de esto. De lo que ayer dije, quiero recalcar el hecho que desde siempre me has gustado, ahora quiero ser claro y no puedo prometerte una relación de noviazgo, lo único que puedo ofrecerte es esto, un disfrute de nuestros cuerpos y ya.

—Lo que me propones es que seamos algo así como unos amigos con derechos.

—Digamos que seriamos algo así como amigos que se están conociendo y que ambos disfrutan de sus cuerpos.

Claramente adorna con palabras lo que yo he definido. Lo que me propone no es algo que yo quisiera para mí, pero tampoco puedo negar que este hombre me atrae mucho, me fascina la forma en que me trata y disfruto estando entre sus brazos.

—Creo que lo intentare, te diré que esto no es algo que busque, realmente yo deseo algún día encontrar otra cosa y quiero ser sincera contigo y decirte que si en algún momento mis sentimientos se intensifican seré la primera en decírtelo y tendrás la decisión en tus manos. Continuar o terminar.

—Por ahora no pensemos en el futuro, solo en el aquí y ahora. No puedo prometerte más porque tengo atada a mí un peso difícil de liberar.

Se calla como si lo que acabara de decir fuera más para él.

Sé que guarda cosas, lo sé desde que lo escuche llorar en sus sueños.

Desafortunadamente no es algo que pueda preguntarle en estos momentos, él ha dejado claro lo que esperamos de esto y creo que entre más sepa de su vida más involucrado estaré con él.

—De acuerdo entones, sigamos disfrutando de esto y vemos a donde nos lleva. ¡Salud por eso!

Levanta su copa y yo lo imito.

La noche termino donde tenía que terminar y bueno no me pudo quejar.

 

Marcos.

La veo dormir y no puedo evitar pensar en la locura en que me he metido, de todas las personas de las que me podía fijar, puse mis ojos en esta mujer, desde el primer momento en que la vi me cautivo su belleza y forma de ser, la veía siempre desde la distancia, cada vez que me reunían con su hermano ansiaba verla, a veces corría con suerte y podía observarla mientras leía o hacia sus deberes escolares.

Creo que la noche en que terminamos juntos nada fue planeado, realmente me nació invitarla a cenar sin ninguna doble intención es solo que una cosa llevo a la otra y siendo sinceros yo estaba loco por probar sus labios, no hubiera querido aprovecharme de ella estando alcoholizada, pero fueron tantos años de verla solo a la distancia que fui el más feliz cuando ella tomo la iniciativa y me beso. Tampoco soy de piedra y puedo decir que ese beso me volvió loco. Después una cosa llevo a la otra y si a esta ecuación le agregamos que ambos teníamos alcohol en nuestro sistema; realmente solo nos dejamos llevar.

Se lo dije a ella y es verdad, me gusto desde el mismo instante en que la conocí, en aquella ocasión yo era un niño cualquiera, uno que no aspiraba a nada. Estaba en este lugar por obligación y no por gusto, me tuve que hacer amigo de Lucas por una orden, sin embargo, eso no quitaba que yo pudiera fijarme en ella.

Suspiraba por ella.

De pronto la realidad me golpeaba porque sabía que nada de lo que mis locos pensamientos imaginaban podía ser realidad, ella era intocable, no quería que mi mugre la manchara. Mi vida tenía un propósito desde aquel el fatídico día en que mi progenitor me encontró, porque es solo eso, a esa persona jamás lo podría llamar padre nunca.

Mi cabeza da vueltas en estos momentos, lo único que quiero es encontrar una salida, quiero por fin ser libre para poder amar libremente.

Cuando hablamos quise decirle que lo que más deseo es una relación real, una donde me veo venerando todo lo que ella me pueda ofrecer, por desgracia nada de eso puede ser en este momento. Las cadenas me tienen atadas a Javier.

Me levanto de forma sigilosa para no despertarla, camino hasta mi despacho y prendo mi computadora. Reviso mis estados de cuenta, suelto un suspiro cuando noto que mis inversiones han dado frutos, las migajas que le fui quitando a Javier ahora me están dando rendimientos y pronto, muy pronto podre largarme de su lado y que se quede con la absurda venganza que tiene.

Tal vez se preguntarán la razón por la cual no me alejo de él, la única forma en que me pudo convencer es con amor, un amor que hasta ese día no conocía, no crea que me la ofreció él, más bien es que hasta ese día me entere que la mujer que me dio la vida no era la que yo creí y que en realidad la verdadera me buscaba y lo mejor de todo es que me amaba; ese fue el suficiente aliciente para estará aquí, hasta que pueda conseguir el dinero suficiente y largarme de su lado.




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