Buscando a mi madre

Capítulo 10: Extra, Jun y Jia.

------Diez años atrás------

 

Jia y Jun se encuentran en la Universidad Fudan University de Shanghai. Oliver es amigo de ambos, él los invitó a una fiesta en la playa de Bihaijinsha Wonder World.

Jia está muy emocionada, a ella le gusta mucho Oliver, su hermano no está de acuerdo con la idea de que salgan juntos, porque Oliver es muy mayor y viajaba mucho a su país Estados Unidos, no quiero que su hermana sufra por culpa de Oliver.

Jun de 18 años, es el hermano mayor por unos minutos y mellizo de Jia. Físicamente, son muy diferentes, él es alto, blanco, con ojos y cabello negro, mientras que Jia es blanca, con ojos grises y cabello castaño oscuro muy liso que le llega hasta la cintura. Jun estudia Medicina y Jia, Administración Hotelera.

Oliver estudia con la joven y es el mejor amigo de Jun gracias a ella.

El señor Joe Wu, dueño del mejor hotel de Shanghai, Grand Kempinski, es muy religioso y no le gusta que sus hijos beban ni vayan a fiestas, porque de ese modo evitan escándalos que dañen la reputación de la familia.

Joe les regaló a los mellizos el 80% de las acciones del hotel, divididas por mitades, y el 20% restante es un regalo para sus futuros nietos.

Jun tiene como meta regalarle las acciones a su hermana cuando se gradúe, ya que ella sabrá manejar mejor el negocio al ser administradora. Jun convence a su melliza a ir a la fiesta en la playa, aunque ella tiene una clase pendiente, decide faltar.

—Una vez al año no hace daño. Y no te olvides de que Oliver nos estará esperando. Por favor, ven conmigo —informa el joven con un puchero que únicamente su hermana conoce. También la abraza y la besa por toda su cara, ella se ruboriza.

—Sí, está bien, pero ya no me hagas pasar vergüenza —expresa la joven, dándole un empujón a su hermano. Por estar con Oliver, yo hago cualquier cosa, piensa la joven e inexperta dama.

Salen para su apartamento donde viven con su papá. A pesar de tener tanto dinero, viven con humildad. Su padre les ha enseñado que compartir y ayudar al que no tiene es lo mejor que pueden hacer en la vida. También les repite muy a menudo que tener abundancia es vanidad.

Cada quien tiene su cuarto, se bañan con agua fría, se visten y luego salen rumbo a su destino. Está haciendo mucho calor, así que Jia va con un vestido azul de flores y su mellizo va con una camisa casual blanca y pantalones cortos del mismo color. Si su padre los viera, seguro les jalaría las orejas a ambos, pero no está, anda con unos familiares hacia el norte de China haciendo un tour por la muralla.

Después de 15 minutos, los jóvenes llegan, ellos no se imaginan lo malo que les tiene preparado. Oliver es un hombre alto, de ojos azules, cabello castaño con amarillo y con la sonrisa más perfecta que derrite a más de una de sus compañeras.

Se acerca a los mellizos y los saluda, con un apretón de manos a Jun y un beso en la mejilla a Jia, ella, con solamente ese gesto, se ha puesto roja como un tomate.

—Gracias por la invitación, todo esto es perfecto. Hay música, bebidas, comida, fogata y lo que jamás puede faltar, la maravilla del mundo, ¡las mujeres! —grita Jun con admiración mientras observa todo—. Hay de todo un poco, a mí me gusta experimentar todo lo nuevo. Así que a disfrutar —susurra para él.

—Hermanita, te dejo sola por unos minutos. Voy a probar varios dulcitos que gritan por mí —con picardía, se va dejándola sola con el parásito de Oliver. Aunque es bello por fuera, por dentro es una escoria.

—Cuidado, te empalagas —pronuncia Oliver con fuerza mientras lo ve ir directo hacia una americana alta, blanca y muy hermosa que anda en la playa casi como Dios la trajo al mundo.

—¿Cómo has estado? —pregunta Jia tímidamente y nerviosa. Siempre que está a solas con él, es lo mismo: no encuentra palabras para expresar lo que siente.

—Bien, pero ahora estoy mucho mejor porque tú estás aquí, estás muy hermosa. ¿Me permites hablar contigo en privado? —pregunta, mirándola con lujuria.

—Sí, claro, me encantaría —susurra ella con una gran sonrisa, sin saber lo que el hombre tiene planeado.

Ellos se retiran de los demás jóvenes. Al llegar a unas rocas, él le da un gran beso en los labios. A ella, eso la tomó por sorpresa, pero a pesar de eso, decide corresponderle.

—Jia, desde hace tiempo he querido decirte algo. ¿Quieres ser mi novia?

—Sí, acepto —contesta ella tartamudeando, con una sonrisa más grande que la anterior.

La joven no puede creer que por fin sus sueños se hicieron realidad. No piensa en las consecuencias si no reacciona a sus sentimientos y emociones.

Después de algunos besos más, regresan con el grupo de jóvenes, Jun se encuentra ya mareado por el alcohol en su sistema. Es la primera vez que bebe alcohol, aunque ya ha probado el sexo nunca había bebido.

—Jia, voy a llevarlo hacia donde están las carpas. No es buena idea que se comporte así con todos nuestros compañeros viéndolo —dice Oliver, señalando las carpas donde algunos jóvenes piensan quedarse y donde se cumplirá la primera parte de su plan.

El joven va dando tropezones con todo en su camino. En eso, colocan una canción.

"Dale a tu cuerpo, alegría, Macarena

Que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena

Dale a tu cuerpo, alegría, Macarena

Eh, Macarena"

Jun se vuelve loco, agarra un pañuelo que tenía guardado en su bolsillo, se lo coloca en la cabeza y empieza a bailar como si fuera una mujer. Todos los jóvenes que están alrededor empiezan a grabar la situación.

En ese instante, llega Jia y le pide a Oliver que por favor se lo lleve, ya que si esto se publica en las redes o sale en las noticias, a su padre le va a dar un infarto.

Obligado por Oliver, Jun es llevado hacia la carpa. Jia se queda en la reunión con sus amigos y les ruega a todos que por favor borren esos vídeos.




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