Buscando a mi madre

Capítulo 12: Quiero conocerla

 

—Tiempo que no te portabas tan grosera. ¿Qué te pasa? ¿Quieres que llame a Jun? —Pregunta Oliver con la voz agria como el vinagre.

—¿Y para qué lo vas a llamar? Para drogarme como siempre lo hacen, ¿verdad? Ese tranquilizante que me dan es una droga, ¿o no?—Digo con malhumor.

—No pienses así, todos nosotros queremos lo mejor para ti y no nos gusta verte sufrir —comenta con la voz baja y su mirada al suelo.

—Sí, está bien pues, te creo —digo con molestia, volteando los ojos.

Oliver sale de la habitación, deja la puerta abierta y regresa despues de varios minutos con un regalo en sus manos.

—Princesa, mira lo que te traje. Es una computadora. En ella se te va a hacer más fácil aprender nuestro idioma.

—No quiero tu regalo. Simplemente quiero que se vayan de mi habitación —Hablo seria, ya que estoy cansada de discutir con este señor.

—Ay, no, Jazmín, contigo no se puede. ¿Sabes? Tener una computadora también te puede ayudar a comunicarte con personas de fuera —Dice insistiendo Oliver, pero la última parte de lo que dijo me gustó. Tal vez con ese aparato logre saber de mi mamá.

—Jajajaja, ¿es en serio? ¿O me estás jugando una broma? —pregunte, levantando mi ceja.

—Sí, mi niña. En ella puedes contactar con personas en cualquier parte del mundo —dice Mulan con una sonrisa, moviendo la cabeza para que yo acepte el regalo.

—¿De verdad? —me levanto de la cama de un salto y le quito el regalo de sus manos.

—Si es así, sí lo recibo. Muchas gracias, señor Oliver —digo, sacando la computadora y colocándola en la mesa de noche.

Oliver está muy feliz porque tomé el regalo con tanto entusiasmo.

—Jazmín, un momento. Primero debes desayunar —expresa Mulan, tomándome por mi brazo.

Le hice caso y desayuné, pero muy poco, ya que últimamente no me está gustando mucho la comida. El mismo sabor siempre. De verdad que extraño la comida de mi país, en especial la de mi mamá.

Al terminar de comer, ella prende la computadora y nos conectamos al internet de la casa y Mulan me abre un correo.

Este día no estudiamos inglés. La hemos pasado todo el día metidas en la computadora. Le he agarrado tanto cariño a Mulan. Ella siempre está para mí y nunca me ha abandonado. Yo se que es su trabajo. Ojalá no fuera solo por eso, sino porque realmente me quiere.

Después de varios días, recibo un mensaje en el correo. Todo en la computadora está en inglés, lo cual me gusta, ya que logro practicar más el idioma. Estamos en mi habitación viendo el correo y resulta ser de un colegio.

Estoy muy feliz porque he aprendido mucho de ese idioma. Ya no me siento tan perdida y puedo entender casi todo lo que conversan conmigo. Sé cómo saludar, también sé los números, los colores, los días de la semana y los meses del año. La mayoría de las cosas me las sé, únicamente me cuesta pronunciar algunas palabras. Veo muchas películas de niños en inglés, en especial las de Disney, las cuales me encantan y me están ayudando mucho.

Tocan la puerta, pero pasan sin esperar que yo les dé mi autorización. Es la señora Emily y Oliver. ¿Ahora qué querrán?

—Hola, ¿cómo estás mi niña? —Pregunta Emily con una sonrisa.

—Hola —respondo sin expresión.

—Mulan, puedes retirarte. Necesitamos hablar algo con Jazmín a solas —exige Oliver.

—Sí, claro. Me voy con permiso —Mulan se retira y estas personas se sientan en los muebles con toda la confianza del mundo.

—Mi niña, te tenemos una sorpresa. A partir de enero vas a empezar a estudiar. ¿Qué te parece? —dice la barbie, es igualita a una de las que sale en las películas.

—Bien —digo sin expresión alguna. Ya había leído la carta que me llegó al correo, en ella me hacen la invitación para el nuevo año y me van a hacer una prueba para ver en qué grado me colocan.

—Solo bien, al menos regálame un abrazo —dice Emily.

Me acerco a ella y la abrazo. Algo dentro de mí hace que me sienta feliz. Sus abrazos me recuerdan a mi mamá.

—¿Te gustaría tener un día conmigo, un día de mujeres? ¿Te parece? Tú y yo, a solas.

—Sí, me encantaría. Muchas gracias —le digo.

—¿Hacia dónde te gustaría ir?

—Hacia la playa. Me encantaría volver a verla —respondo tímidamente.

—Me alegro. Entonces vamos a ir a la playa mañana —dice Emily con una gran sonrisa.

—Gracias — le digo. Me pongo muy feliz y la abrazo nuevamente.

Mi padre está al lado de ella y se echa a reír. Yo todavía a él, no lo paso ni con agua, así que apenas se ríe, me pongo rígida y seria. Él lo nota y se pone triste y se retira del cuarto sin decir ni una palabra. Está loco si cree que con tan solo un año lo voy a perdonar. Nunca en mi vida voy a perdonar que él me haya separado de mi mamá.

Aunque también ella puede ser que tenga la culpa, porque nunca ha venido por mí. Lo más probable es que nunca me amó. Si lo hubiera hecho, estaría haciendo todo por estar aquí conmigo.

Pero la señora Emily no tiene la culpa de lo que ha hecho Oliver, así que a ella sí le daré una oportunidad. Con sus hijos no me llevo, ya que siempre me dicen "bastarda". Busqué por internet y una bastarda es una hija fuera del matrimonio, fruto del engaño y la traición.

Muchas veces pienso que si mi mamá sabía que él estaba casado, ¿por qué no se alejó de él? No podía buscar otro hombre. Si lo hubiera hecho, todavía estaríamos juntas. Mulan siempre me recuerda que no puedo guardar rencor contra ella, ya que algún día le voy a poder preguntar todo lo que yo quiera.

—Bueno, mi niña hermosa, nos vemos mañana. Después de que desayunes, nos vamos. —dice la señora Emily, que es tan dulce y tan bonita.

—Perfecto, muchas gracias —respondo con una sonrisa.

Ella se retira del cuarto y Mulan entra.

—¿Qué te dijo la señora Emily? ¿Por qué se quedó a solas contigo? —pregunta Mulan.

—Me invitó a pasear por la playa mañana.




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