Buscando a mi madre

Capítulo 18: Estás loco.

 

Hola a todos, espero que estén bien. Quiero informarles que este capítulo tiene escena de sexo y violencia, por favor si alguien es menor de edad le recomiendo que no lo lea, igualmente para las personas que se siente mal con esos temas no lea por favor. Gracias por el apoyo. 


 

-----Narra Jazmín-----

 

Estoy en la fiesta, con todos mis compañeros y los demás graduados de la secundaria Langley. La música es muy alta y no estoy acostumbrada a este ambiente. Tengo mucho calor, así que decido salir un momento para tomar aire fresco. Pero ahora, ¿cómo le digo a Isabella que me siento fatigada? Sé que ella no me dejará salir sola. No importa, se lo diré con sinceridad.

 

— Isa, necesito hablar contigo. —Le grito, tomándola del brazo.

 

—Disfruta, Jazmín, baila, goza que la vida es muy sabrosa, jajaja, no es común que estemos en fiestas como esta aprovecha y deja de ser tan aburrida. —Dice mi amiga muy cerca de mi oreja.

 

—No es algo usual para mí, pero si para ti. Amiga, voy a salir un momento. Tengo mucho calor y me siento fatigada por el ruido. — Le explico en voz alta.

 

—¡Qué sosa eres! Pero está bien, no tardes, por favor. —Exclama ella haciendo mala cara.

 

—Voy a esperar a James afuera y después nos vamos a caminar. — Digo con fuerza, tratando de que me entienda, puesto que el sonido de la música no deja que me escuche bien.

 

—Ten cuidado y escríbeme en cualquier momento. Yo estaré pendiente del teléfono. —Dice Isa muy cerca de mí.

 

Me despido de mi amiga y trato de salir de la fiesta. La cantidad de personas presentes dificulta mi salida, así que comienzo a empujar. Pero no logro salir, así que saco mi teléfono de la cartera para ver si James llegó.

 

Encuentro un mensaje suyo, lo reviso y me avisa que nos vemos en el muelle, por supuesto que le respondo que sí que ya voy en camino. Guardo mi teléfono y vuelvo a empujar con más fuerza. Estoy muy emocionada, me alegra que mi novio esté aquí, no me gusta sentirme sola. Este lugar es muy diferente para mí y no me gustan las fiestas. Prefiero la tranquilidad y la paz de la naturaleza, en lugar de estar en un sitio con mucha gente y tanto ruido.

 

Por fin logré salir de la fiesta después de dar varios empujones, y finalmente respiro aire fresco. Le pregunto al vigilante de seguridad que está afuera de la fiesta: ¿Dónde queda el muelle? Él me explica detalladamente cómo llegar.

 

 

Sigo el camino que el vigilante me mostró, pero no logro llegar al muelle. Empiezo a mirar a los lados, necesito encontrar a alguien para preguntarle cómo llegar, pero no hay nadie por aquí. ¿Y ahora qué hago? Voy a escribirle a James y a decirle que estoy perdida. Me siento en una banca para descansar de la caminata. Antes de sacar el teléfono de mi cartera, tomo aire y comienzo a respirar. Pero siento que alguien está detrás de mí. Me asusto mucho, y más cuando esa persona tapa mis ojos. Pego un grito.

 

—Por favor, no me haga nada —suplico, levantando mis manos por si me van a robar.

 

—Adivina quién soy. —Habla una voz ronca mientras bajo mis manos y me levanto de la banca.

 

— James, eres un estúpido, de verdad me asustaste. —Expreso enojada, cruzando mis brazos.

 

Él me abraza y yo le correspondo. Nos besamos lentamente, qué rico se siente. Nos separamos solo porque nos falta el aire. Él me da besos en la cara, luego en el cuello. Se siente también, me gusta y mucho. Una sonrisa sale de mis labios y la nota

 

—¿Te gustan mis besos? —Me pregunta con picardía.

 

—No sé, si me das otro te digo cómo besas. —Contesto mirando sus ojos verdes.

 

— Si insistes. —Él toma mi cabeza con sus manos y agarra mi labio inferior con sus dientes suavemente, acaricia mi espalda profundizando nuestro beso y nuestras lenguas danzan en compás. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Me separo de él.

 

—¿Te sucede algo? Si no te gusta, solo dímelo. —Dice con amabilidad.

 

—No, no eso, es que sentí que me faltaba el aire. —Digo cruzando mis manos por su cuello.

 

—Te tengo un regalo, pero debes ir con los ojos vendados. —Comenta James con una sonrisa enorme.

 

—Pero, me da miedo caerme. —Digo con cobardía.

 

—Solamente confía en mí, jamás dejaría que te suceda algo malo. Tú eres lo más bonito que me ha pasado en la vida. —Dice James, besando mi mano.

 

—No me digas esas cosas, terminaré por creerte. —Confieso con un gran suspiro.

 

—Debes creerlo, yo quiero que seas mi esposa y pasar toda mi vida a tu lado —dice él, entrelazando su mano en la mía.

 

—Está bien, acepto, haz conmigo lo que quieras, pero que no sea nada malo, por favor. 

 

—Tranquila mi amor, te prometo que te va a gustar —dice James sacando un pañuelo negro de su bolsillo. Luego me venda los ojos. Me gusta el misterio, pero también me da un poco de miedo.

 

Se siente tan incómodo caminar sin ver hacia dónde vas. Él toma mi mano y me lleva hacia, no sé donde. Después de varios minutos caminando siento una brisa fresca. Él me levanta y me monta en algo que se mueve. Yo pego un grito.

 

—Hay, ¿qué haces? Estás loco.

 

—Sí, estoy loco, pero de amor por ti —responde él dándome un beso, yo se que me extraña por eso está tan romántico, pues desde las navidades no nos veíamos.

 

Sus palabras me hacen reír. Él quita la venda de mis ojos. Lo que veo me enamora más de James. Este es el mejor regalo que he recibido. Me encanta el mar y de noche es más bello.

 

Hay una gran luna llena, esto es perfecto. Sus mensajes y llamadas cada día me enamoraba más de él, pero este detalle terminó por convencerme de que James es la persona con quien quiero estar, hasta llegar a viejitos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.