Buscando a mi madre

Capítulo 22: ¿Cuéntame la noticia?

 

Estoy sorprendida, no puedo creer que a Mulan se le venza el contrato, nunca pensé que ella iba a hacer su vida lejos de mí, siempre creí que ella iba a estar para mí, que equivocada he estado todo este tiempo, ahora todo mi mundo está cambiando, todo lo que yo pensaba no se hizo realidad, los sueños no se cumplen, ahora entiendo que todo fue un simple espejismo. James me engaña de la peor manera posible, mi mejor amiga me traiciona fácilmente y la persona que más amo después de mi madre también me va a dejar, ahora solo me quedan dos amigos, Jun y Ángel no quiero perderlos a ellos también.

 

—Jazmín, dejar de llorar, pareces una niña caprichosa, No te preocupes por nada, yo no voy a alejarme de ti, dónde esté, siempre voy a estar pendiente de ti, únicamente tengo metas por lograr, solamente quería avisarte para que no te tomé por sorpresa —Dice Mulan con tranquilidad, limpiando mis lágrimas.

 

—¿Tú quieres dejarme sola con Oliver? No estoy de acuerdo. —Comento afligida y cabizbaja. 

 

 —No pienso abandonarte nunca, sabes que cuando era niña me encantaba dibujar y quiero estudiar bellas artes en la Universidad de Virginia, me estoy preparando para la prueba. —Habla Mulan con ternura mientras levanta mi cabeza con sus dedos.

 

—Me alegro muchísimo por ti, pero esa Universidad queda en Charlottesville, ¿te vas a mudar para allá? —Digo con egoísmos, lo sé, pero no quiero que se vaya.

 

—Si mi niña, me voy a ir a vivir, para esa ciudad. —Responde decidida, veo que nada la hará cambiar de parecer.

 

Me quedo pensativa, no sé qué decir, no quiero robarle sus sueños, si abro mi bocota, puede ser que ella deje a un lado su propósito de vida, por mi culpa.

 

 No dejo de llorar, mi corazón se rompe en pedazos, no quiero estar sola en esa casa, ahora más que nunca debo irme, no importa que no cuente con la ayuda de nadie. Yo sola puedo.

 

— Mi niña, por favor, deja de llorar. No me gusta verte de esa manera. No te preocupes por nada, todas las cosas se van a ir arreglando poco a poco. —Me abraza amorosamente, sentir su calor me da tranquilidad.

 

— Mulan, sin ti, me voy a sentir muy sola en esa casa tan grande. —Susurro con la voz débil.

 

— Mi niña, tú también vas a empezar a estudiar y vas a hacer tu vida, tarde o temprano te vas a alejar de mí, la vida es así, no siempre podemos estar con las personas que queremos, pero siempre las llevamos en el corazón. Y cambiando de tema, ¿qué vas a estudiar? —Añade ella con una sonrisa contagiosa y una mirada amorosa.

 

—¿Tú crees que, con 17 años, algún joven esté completamente seguro de lo que quiere hacer en la vida? —Pregunto con los ojos vidriosos.

 

—¡De verdad, que no sé! ¿Todavía no sabes qué vas a estudiar? —Pregunta en voz baja y con la sonrisa de lado apagada.

 

—¡No, de verdad que no sé qué voy a hacer! — Exclamo aparentando no saber, pero miento, yo, si sé, qué voy a hacer, pero todavía nadie puede saberlo.

 

Trato de tranquilizarme, tal vez esto es lo mejor, así a ella no le va a pegar tan fuerte cuando ya no esté.

 

— Mulan ¡yo creo que ya estás vieja para estudiar! ¿Cuántos años tienes? ¿Cómo 36?. Van a hacer como 4 años estudiando, ¡eso es mucho tiempo! Te vas a graduar casi de 40. Y a esa edad, nadie te va a contratar. — Declara Isa, con la voz ácida e irónica.

 

—Isa Tengo 34 años. Nunca es tarde para lograr mis sueños, si fuera una persona mayor de 50 años, todavía lo siguiera intentando, porque para lograr tus sueños y metas no importa la edad que uno tenga, siempre debes luchar por lo que quieres, no debemos poner excusas ni dejar que nada nos impida hacer lo que queramos. —Expresa Mulan con una sonrisa amable y siendo optimista.

 

—Si es cierto, —dice mi amiga apenada.

 

— Mi niña, ¿estás más tranquila? Es que necesito contarte otra cosa. —Comenta ella acariciando mi cabello, mientras tengo la vista fija, en la ventana del vehículo.

 

—Sí, estoy bien, no te preocupes, ¿qué otra noticia, buena, me tienes? —digo pausadamente, mientras volteo mi rostro hacia donde ella, tratando de disimular lo angustiada que me siento.

 

— Ve pensando en todo lo que te he dicho y te aconsejo que te enfoques en lo positivo de las cosas. —Recalca ella con claridad y respeto.

 

—¡Tranquila! ¡Te entiendo! Fueron 10 años privada de tu libertad, todo por cuidarme y enseñarme, por mí es no que no pudiste lograr todas tus metas cuando eras más joven. ¿Verdad? —Artículo sin pensar, soy un poco grosera.

 

— No digas eso, estar contigo, no fue como estar presa o estar esclavizada, es lo más hermoso que me ha pasado en la vida, he criado una hermosa joven con valores y principios, fuerte y valiente, guerrera y luchadora, estos 10 años los disfrute al máximo, soy la mujer más feliz del mundo y no me arrepiento de haber tomado la decisión de estar contigo. —Manifiestas ella dándome un gran abrazo y acariciando mi rostro mientras me recuesto en sus piernas.

 

—Gracias. —Digo entre lágrimas y con la voz quebrada.

 

— Gracias a ti, por tus ocurrencias, por haberme dado un motivo para vivir, sabes que cuentas conmigo para lo que sea. —Me abraza y limpia mis lágrimas con un pañuelo.

 

—Ahora, ¿cuéntame la noticia? ¿Piensas casarte? — Interrogo mientras me siento y me apoyo del asiento. 

 

—Qué comes que adivinas. —Dice ella con una sonrisa deslumbrante y radiante—. Sí, Jazmín, desde hace 3 años, Jun y yo somos novios con derecho, —confiesa guiñando su ojo, todas nos reímos.

 

—¡Hay Dios! Mejor me tapo mis oídos. —Murmuro—. Yo lo sabía. 

 

—Hemos decidido que después de tu cumpleaños, nos vamos a casar. Y deseo que ustedes me ayuden con los preparativos de la boda. — Anuncia ella abiertamente con alegría.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.