Buscando a mi madre

El cielo es el límite

-----Después de 7 años-----

Estoy en el piso 14 de mi edificio, en la oficina presidencial, viendo por el ventanal con mis manos cruzadas, me siento la dueña del mundo, las luces de los edificios vecinos y las calles llenas de autos me hacen estar eufórica.

¡Quién iba a creer que esta joven tan llena de dolor, tristeza y sin autoestima propio, hoy en día fuera todo una diosa! Porque eso es lo que yo siento que soy, tengo todo en la palma de mi mano, soy dueña de la segunda empresa de moda más grande de Estados Unidos, tengo varias industrias, entre ellas la más importante es la textil con la marca de ropa más popular y con la firma de alta costura.

Tengo muchísimas tiendas en diferentes centros comerciales de mi país de crianza, el nombre de mi empresa es Industrias–Jia, hacemos todo tipo de prendas de vestir, para hombres, mujer y niños, y mis proyectos no quedan ahí, también tenemos una industria de calzados donde hemos diseñado bolsos y carteras, cinturones, zapatos de mujer, botas, tacones, sandalias y tenis. Nuestros zapateros son los mejores, ya que usan materiales de alta calidad y gracias a eso nuestros productos se venden como pan caliente, jajaja ese es un dicho que escuché hace poco.

Tenemos una joyería donde hemos producido joyas de alta calidad, con garantía de por vida en el oro y piedras preciosas, en el catálogo de joyería hay mucha variedad, hay anillos, aretes, dijes, collares y pulseras con oro de 18kt, con diamantes y otras joyas preciosas. Y no puede faltar mi empresa de cosméticos, en ella trabajamos para generar y mejorar productos, para el cuidado personal que utilizan en el tocador, como jabones, perfumes, maquillaje y cremas, entre otras cosas. Ya monte una sucursal en Francia y en Colombia y dependiendo de lo que me hable mi investigador privado también voy a montar una sucursal en China.

Mi amiga Isabella y yo administramos toda la empresa, a pesar de tener industrias separadas en diferentes partes del territorio de Virginia, hemos podido crear un plan para visitar cada industria, como a cada tienda a nivel nacional, sin olvidarnos de las sucursales en Francia y Colombia, es mucho trabajo, pero tengo el apoyo de muchas mujeres que trabajaban conmigo en el primer taller de costura donde aprendí mucho, lamentablemente la patrona era una amargada y abusaba de todas las mujeres que trabajaban en ese taller.

Hace 4 años me gradué de diseñadora, y en ese entonces ya teníamos 2 almacenes, en uno trabajamos con lo textil y en el otro la zapatería, gracias a Dios en ese tiempo ya tenía un catálogo con todos mis diseños, ropa, zapatos y algunas joyas, soy tan feliz de haber logrado tanto en tan poco tiempo.

------Flashback-----

-------Comienzo con mis sueños de tener mi propia empresa. Siete años atrás-----

—Oye niña, si quieres que te pague el salario completo de la semana, debes terminar con estas blusas, no me importa la hora, pero las quiero para hoy. —Habla de mala formas la señora encargada del taller de costura, es muy gorda, ya que ella se la pasa en una máquina todo el día, es sedentaria y amargada. Lamentablemente, no ama su trabajo y lo hace por obligación, no por amor.

—Señora Abigaíl, disculpe, pero tengo muchos trabajos de la universidad atrasados, hoy no puedo salir tarde. —Digo con amabilidad, tengo 3 meses trabajando con ella y siempre ha sido pedante y grosera y es mejor siempre marcar la diferencia, a mí me educaron con amor, así que yo siempre trato de dar amor y tratar a las personas con dignidad y respeto.

—Entonces, te recortaré tu salario, yo necesito personas entregadas y comprometidas, todo lo que ustedes saben, es gracias a mí, así que merezco que todas trabajen horas extras, me deben su lealtad y agradecimiento. ¿Entendieron? —Grita ella, después de verme como desafiandome, ve a todas las chicas, todas les agachan la mirada, les tienen miedo.

Todo esto me molesta, somos trabajadoras, no esclavas, no tenemos beneficios, solo nos da el sueldo semanal, lo cual no es mucho, Abigaíl hace eso, porque la mayoría son mujeres extranjeras, hay 3 chicas de Colombia, 2 de Venezuela, 3 de Costa Rica y una de Haití, todas se encuentran indocumentadas y se dejan atropellar, únicamente por la necesidad, yo solo estoy aquí para aprender. Pero realmente me gustaría cambiar las cosas.

—Sí señora. —Hablan todas las chicas al mismo tiempo, parece que todas hubieran sido reclutadas por el ejército y no para trabajar honestamente, yo soy muy orgullosa, así que no le respondo a la vaca, más bien sigo concentrada en mi máquina, trabajando rápido para irme.

—Jazmín, tú decides, ¿te vas a tu casa y te quedas sin la mitad del sueldo, o te quedas terminando estas blusas? —Habla la vaca con voz chillona, cerca de mi rostro, dejando en mis varias gotas de su saliva. ¡Qué repugnante es esta mujer!

—Señora Abigaíl, ¡yo me quedo! —Digo en un tono neutro, tratando de no mostrar ningún tipo de sentimientos, ella no merece que yo pierda mi equilibrio mental.

—Así me gusta, que sean obedientes y sumisas a su jefa, yo soy la que mando y sin mí, no fueran nada. —Habla con tono pedante, lanzando saliva a todas, debería de usar un paraguas enfrente de la cara, ¡Qué asco!

—¡Cierren muy bien el taller! Nos vemos mañana a las 6: 00 y punto y tu Jazmín apenas salgas de la universidad, te me vienes. —Ordena la mujer, yo solo asiento mientras la miro directamente a los ojos.

—Si señora.— Responden nuevamente las chicas asustadas.

Ella se va dando pisadas fuertes con la cabeza levantada como un pavo real, yo solo la veo irse y al estar completamente segura que se fue, me dirijo a las muchachas, las cuales dejan de hacer su trabajo, para escucharme.

—¿Saben algo? ¡Yo me cansé! Voy a pedir un crédito, quiero abrir mi propio taller. ¡Quiero que todas trabajen para mí!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.