—Hola preciosa. Ven a abrazarme —Dice Mulan dulcemente, ella colocó a la bebé al lado de ella, yo me acerco a mi madre de crianza y la abrazo muy fuerte.
—Está hermosa niña, ¿Quién es? ¿Por qué nunca me dijeron que habían tenido un hijo? —Me acerco a la bebé y le acaricio su rostro.
—Jazmín, te presento Mei. Sí, es mi hija, la adoptamos, ella es un sol en mi vida y en la vida de tu tío. —Informa Mulan con una sonrisa enorme.
—Hola Mei, ¿Cómo estás? Mi nombre es Jazmín y soy tu prima. —Digo con cariño. La bebé se ríe, luego toca mi cabello y lo jala con fuerza
—¡Oye, suelta mi cabello! —Gruño con molestia, nunca me habían hecho algo así.
—¡Mei suéltala ya —dice Jun con cariño—. Es un sol, pero muy tremenda— Él le da un juguete y la niña me suelta el cabello.
—Ya veo porque tienen tantas canas, esta niña se las está sacando a ambos, ¿verdad? —Digo divertida al verles la cara a ambos, acaricio mi cabeza y me alejo del bebé.
—¡Ay no! ¿Dónde, dónde? No las veo, dime, ¿dónde están? Arráncamelas, por favor —grita Mulan alarmada como si se tratara de un animal.
—Jajaja. Tranquila mi amor, que hasta con ellas te ves preciosa. —Le dice Jun a Mulan y le da un beso en la coronilla.
—Píntate el cabello y listo, así seguro desaparecen. —Propongo con una sonrisa burlona.
—Cambiando de tema, te ves muy hermosa con ese color de cabello, aunque te ves extraña, tu color natural era mejor. —Contraataca Mulan, y sonrio de lado.
—Gracias, no quería parecerme más a mi padre, así que traté de cambiar mi look. —Respondo con frialdad, mi corazón se perturba al pensar en Oliver, al regresar empieza mi venganza contra él y su familia. Mulan se da cuenta por medio de mi semblante y me invita al comedor. La niña la llevó al dormitorio porque se quedó dormida mientras hablábamos.
Me siento con ellos. La mesa está tan bien preparada, llevaba muchísimos años que no veía comida tradicional de mi país, de mi ciudad de nacimiento, Shanghái. Yo nací aquí, pero los últimos tres años los pasé en la ciudad de Xiamen donde mi madre trabajaba de limpieza, así que por pocos años disfruté de mi cultura, no me acuerdo de mucho, sino de lo que mi madre me preparaba de comida y las historias que me contaba.
Mulan me sirve Xiaolongbao, es una bola de masa rellena de carne y se hace al vapor, en la mesa también hay Jiaohu ji es un pollo al horno, en español se le dice pollo mendigo, se sirve en una hoja de loto, también me sirve sopa de verduras, todo se ve sabroso, se me hace agua la boca. Entre charla y risas ellos me cuentan sobre su vida. Estoy tan feliz de volverlos a ver.
—Jazmín, te gustaría conocer a tu abuelo Joe. —Pregunta mi tío mientras toma un vaso de agua.
—Me encantaría ver un retrato de él. —Confieso de corazón. Él se levanta y al rato viene con varias fotografías de mi abuelo, mi madre y él.
—Es igual a ti. —Susurro— gracias a los dos por haberme cuidado todos estos años, los amo con mi vida. Quisiera verlos más seguido, yo sé que mi trabajo no me lo permite, pero prometo sacar tiempo para ustedes. —Declaro muy decidida, voy a pasar más tiempo con las dos personas que tanto me cuidaron. Ellos no se merecen que yo me aleje, no hay excusa, primero la familia y ellos son la mía.
Me abrazan fuerte, mi tío me besa la cabeza y mi madre me besa el cachete.
—Sigamos con el postre, pero primero déjenme ver si la bebé si aún sigue dormida. —Suspira Mulan, ella se levanta y se aleja de nosotros.
Al rato llega, se mete en la nevera y saca una torta, mi preferida, torta de chocolate con fresas, estoy tan feliz.
—Jazmín, esta mañana salí muy temprano y la compré, está recién hecha. ¡Te va a encantar, el sabor es exquisito! —Exclama Mulan mientras corta la torta en pedazos.
—Gracias, —Murmuro con tristeza, ella me sirve un gran pedazo y me da un vaso de leche, la saboreo y me recuerda a mi mamá, ella me la compraba siempre que podía, porque sabía que era mi preferida.
Ellos hablan y yo no presto atención, esta torta me llevo al pasado.
—En América, las tortas no saben igual, este sabor que tiene, es único, me encanta, es igual al sabor que tenía la que mi madre me compraba. —Expreso, aún en las nubes.
—Me alegro de que te guste. Disfrútala. —Comenta Mulan.
—Nunca te había visto comer tanto, eres muy caprichosa con la comida. —Dice mi tío sin tapujos, mientras me mira comer me imagino que estoy embarrada de chocolate.
—Tampoco te acostumbres, porque todo esto tiene muchas calorías y no quiero subir de peso. Cuando llegue a Virginia me tocará correr para bajar la grasa.
—¿Qué grasa?, estás muy flaquita. —Dice Mulan mientras me señala y se ve ella de arriba abajo—. Gorda estoy yo, mira este rollito en mi pancita.
A ambas nos dio un ataque de risa. Mi tío nos interrumpe. Yo limpio mis lágrimas.
—Después de algo dulce, viene algo amargo. Necesito decirte que tu padre ha estado llamando. —Informa Jun con la voz seria.
—¡Ay no! ¿Y ahora qué quiere ese señor?
—Yo le conté lo que te había pasado y está muy preocupado por ti.
—Tío ¿Por qué le contaste? Él ni sabía que yo venía a China.
—Hija, tu padre lo sabe todo, no hay nada que se le escape.
—¿Y qué te dijo? —Le pregunto a mi tío atenta a su respuesta.
—Él me dijo que necesita contarte la verdad acerca de lo que le sucedió a tu madre. Según él, hace poco descubrió que Emily es la que tiene la culpa de que ella haya desaparecido. Él necesita que vayas a los Estados Unidos lo más pronto posible.
—¡Tío, no quiero ir! Necesito encontrar primero al detective, él me dijo que había encontrado a mi madre, él sabe dónde está. ¿Qué voy a hacer yendo para allá? Es capaz que lo que me va a decir es pura mentira. —Manifiesto con ira.
—Jazmín, yo respeto la decisión que tomes. —Dice mi tío con amabilidad
—Gracias.
—Tengo algo más que decirte, mi tío, el hermano de mi padre, quiere hablar contigo, desde hace mucho tiempo ha estado rogando a sus dioses para que tú vinieras. —Pronuncia, Jun.
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lucha por sobrevivir, infancia dificil, conoceras el verdadero amor.
Editado: 31.10.2024