Buscando a mi madre

Capítulo 80: Buenas noticias

No puedo creer lo que estoy viendo en este momento, mi tío y Mulan mi madre, la persona que me cuidó y me trató como tal, está aquí, enfrente de mí, me parece una ilusión, si cierro los ojos tal vez lleguen a desvanecerse, no, son reales, esto no es un sueño.

—Jazmín, mi princesa, no puedo creerlo, estás con vida. —Mi tío se acerca y me abraza, Mulan está a lágrima tendida, ella también se acerca, limpia su cara con un pañuelo y luego acaricia mi cabeza con delicadeza.

—Hija mía, te extrañé tanto, pensé qué… —Ella llora, no termina de hablar y me abraza con tanta fuerza como cuando lloraba por una pesadilla y me abrazaba dándome la certeza de que estaba conmigo.

—Madre mía, yo también te extrañé, estoy bien, gracias a Dios y a ellos, estoy bien. —Repito mirando con cariño a Heydar y Jamir.

—Gracias jóvenes por todo lo que han hecho por Jazmín. —Le dice mi madre putativa con cariño a mis dos amigos.

—¿Ella todavía no sabe? —Le pregunta mi tío a la señora Lina.

—No —responde ella con una sonrisa gigante.

—Oh, eso no lo sabía. Estoy feliz de ser yo quién te dé esta gran noticia, la cual cambiará tu vida para siempre. —Habla mi tío con los ojos brillantes.

—Todos al mismo tiempo. —Dice Lina con alegría.

—¿Qué noticia? —Pregunto desconcertada por lo que ellos hablan. Lina ve a Heydar y Jamir y los anima con las manos.

—Uno —Dice Jamir con la voz ronca y firme.

—Dos —Grita Heydar un poco más entusiasmado que Jamir.

—Tres —Exclaman, mi tío y Mulan.

—Estás embarazada. —Vociferan todos al mismo tiempo, ellos me ven con felicidad, pero yo me he quedado muda y sorda.

—Princesa di algo, —Dice mi tío, al verme que continúo en silencio, veo hacia la puerta y alguien está asomado en esta, no obstante a causa de mis lágrimas no logro ver claramente quién es, las limpio y cuando vuelvo a mirar hacia la puerta no hay nadie. Debió ser algún curioso.

—Felicidades, mi niña —me dice Mulan mientras besa mi frente.

—No puedo creer que voy a hacer tío.

—Ni yo —dice Jamir, él sin emoción alguna se acerca a mí y besa mi frente— te considero como una hermana, gracias por ayudarnos a salir de ese país, prometo cuidarte y si muero a causa de ti, sería un gran placer para mí. —Expresa Jamir seriamente, su personalidad es así, a él le cuesta sonreír, o mostrar cualquier tipo de emoción, más yo, ya lo conozco y sé que él se preocupa por mí.

—Sabes que te queremos mucho. —Heydar toca el hombro de Jamir, y detrás de él me observa con un brillo en sus ojos.

—Lo sé, gracias por todo. —Les digo con sentimiento— no puedo creer, voy a ser madre, estoy procesando lentamente en mi mente que llevo una criaturita en este vientre—. ¡Voy a ser madre! —Exclamo con entusiasmo y preocupación.

La felicidad que siento en este momento supera cualquier adversidad que haya vivido, mi corazón y mi mente están conectados como uno solo, me imagino cargando y dándole mi cariño, mi tiempo y energía a este ser, el cual lleva mi sangre, lleva un pedazo de mi corazón dentro de él, saber que llevo a esta criaturita de carne y huesos, me ha dado el coraje y las fuerzas para seguir adelante, quiero darle un futuro brillante a mi bebé y he decidido empezar hoy, lo que haré es tener mi mente positiva y optimista, nada de lágrimas ni de lamentos, desde hoy no seré la misma, ahora seré una mejor versión de mí.

—Lo único que me falta para ser completamente feliz, es que Alam esté aquí. —Murmuro con nostalgia, pero sonrió inmediatamente, mi bebé no será un niño llorón por mi culpa.

—Jazmín, debo decirte algo. Alam llamó, viene a China, no sé cuánto se tarde para llegar, pero vuelve y eso es lo que importa. —Declara Lina.

¡Alam está vivo!, esta alegría no cabe en mi pecho, siento que la sangre se ha multiplicado dentro de mí, mi corazón está tan acelerado, que veo pequeñas lucecitas de colores frente a mi cara, las cuales no dejan de moverse, recuesto mi cabeza en la cama del hospital y cierro mis ojos.

—¿Estás bien mi princesa? —Pregunta mi tío tomando mi mano.

—Sí, estoy bien, es solo un mareo. —Respondo con mis ojos cerrados.

—¿Llamo al médico? —Cuestiona Heydar su voz se escucha acelerada, ya que al verme así se ha puesto nervioso.

—No se preocupen, es solo un mareo, ambas noticias me agarraron fuera de base, muchas gracias a todos.

—Ustedes vengan conmigo, deben de tener hambre, vamos, —le dice la señora Lina a los muchachos—. Felicidades, mi niña, gracias a ti, voy a ser abuela, —dice Lina con alegría.

Oh, se me había olvidado que ella no sabía nada de que yo y Alam, somos, realmente no sé qué somos, novios, parejas, no sé, esperaré que él venga, para arreglar nuestra situación sentimental. Los muchachos salen de la habitación, Lina va detrás de ellos, pero antes de que logre cerrar la puerta, la detengo, ya que de la emoción me olvidé de alguien muy importante.

—¡Doña Lina! —Grito y ella voltea— Más tarde me gustaría hablar con usted.

—Sí, está bien, —Responde ella—. Tranquila ya me enteré de todo. —Me guiña el ojo.

—¿Y Adel, donde está? ¿Por qué no vino con ustedes? —Pregunto, antes de que ella se retire completamente.

—Él está ocupado, está acompañando a una personita muy especial.

—¿Su esposo?

—¡Jazmín!, deja de ser tan curiosa y preocúpate por mejórate, debemos irnos para Shanghái. —Dice mi tío, Lina aprovecha para irse.

—Tío, llama a Isabella, necesito hablar con ella, y también quiero pedirte otro gran favor, ¿puedes ayudarme a que estos tres jóvenes, puedan quedarse en este país como refugiados?

—Mi princesa, ¿estás segura de querer ayudarlos? Esos trámites, cuestan mucho dinero.

—Gracias a ellos, estoy con vida. Quiero Y debo recompensarlos, por todo lo que han hecho por mí.

—Está bien, voy a llamar a Isabella y luego veremos cómo los ayudamos.

—Gracias tío. —Veo a Mulan, ella ha estado muy callada y pensativa. Ella me mira y me sonríe, su teléfono empieza a sonar, así que ella desesperada lo agarra…




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