Buscando a mi madre

Capítulo 92: Confesiones.

—¡Suéltame Delfín!, ¡suéltame!, déjame arrancarle los ojos a este imbécil. —Exclama alterada Jia, quien evita utilizar su fuerza contra su novio, este la tiene agarrada por la cintura, evitando que vaya para dónde Oliver y lo golpeé.

—¡Mamá!, ¡tranquilízate! —Grita Jazmín preocupada al ver a su madre tan agresiva.

—Si te dijera todo lo que él me ha hecho no lo defenderías. —Habla ella con la respiración acelerada, Jazmín niega con la cabeza.

—Esta mujer está loca. —Escupe Oliver todavía de pie en la entrada de la casa.

—¿Qué me dijiste? ¡Yo, loca! ¿Por ese motivo es que me llevaste a ese manicomio? —Cuestiona ella enfurecida por escucharlo decir que ella está loca.

—¿De qué hablas mujer?

—Hija yo fui a buscarte a los Estados Unidos, y al llegar a ese país me secuestraron, me golpearon y al despertar estaba en ese maldito lugar, por su culpa tu vida y la mía fue de pura tragedia en tragedia.

—¡Oliver!, ¿por qué hiciste eso? ¿Con qué motivo? —Exclama Jazmín, ella empieza a llorar.

—Hija, yo no sé de qué está hablando esta mujer, yo la busqué y jamás la encontré, es como si la hubieran borrado del mapa.

—Dile la verdad a tu hija, la separaste de mí y luego al ver que iba por ella, me alejaste de ella metiéndome en ese lugar. —Ella continúa muy alterada, está segada por el odio y la rabia hacia el padre de su hija.

—Eso es mentira, yo no tengo nada que ver con eso. —Se defiende Oliver cruzando sus brazos.

En ese instante abren la puerta, escorpión, Heydar junto a Isabella y Jamir entran por esta.

—¿Quiénes son estas personas? —Pregunta Jamir al entrar, poniéndose a la defensiva contra los tres hombres.

—Tranquilo muchacho. —Exclama Jun preocupado al ver al joven sacar un arma.

—¡Jamir! ¡Guarda tu arma!, ellos son mis hermanos y este señor es mi padre. —Señala Jazmín, los recién llegados los ven con recelo.

—¿Y qué hacen aquí? ¿Es que acaso Jazmín los llamó?, les voy a agradecer que se vayan de mi casa, vuelvan otro día cuando mi mujer esté en buenas condiciones para recibirlos. —Manifiesta Alam quitándose el delantal y pasando por el medio de todos hasta llegar al lado de Jazmín, delante de todos, él toma su mano y la besa.

—¿Tú eres Alam?, quiero agradecerte por haber salvado a mi niña y decirte que si necesitan mi ayuda para algo no duden en contar conmigo, con permiso nosotros nos retiramos. —Pronuncia Oliver, Jia se tranquiliza al ver a Jazmín llorar como grifo abierto.

—¡Oliver!, tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

—Está bien Jia, pero este no es el lugar ni el momento para hacerlo. —Le dice el hombre con tristeza. —Adiós hija mía, esperaré tu llamada. —Jazmín está en los brazos de su amado, quien le acaricia la espalda con dulzura.

—Adiós —Susurra Jazmín sucumbida en el llanto.

—Jazmín, no es bueno para el bebé que llores de esa manera. —Le dice Alam a ella de manera cariñosa, Oliver y sus dos hermanos han salido de la casa junto a Escorpión, Jamir y Heydar.

—No puedo detenerme, necesito desahogar este dolor y rabia que siento en mi corazón. —Alam la lleva hacia el mueble y la ayuda a sentarse.

—Amiga, toma esto para que te limpies. —Isabella le da un pañuelo, Jazmín lo toma y limpia sus lágrimas, mientras Jia se separa de su amado Delfín, quien sale sin ser visto de la casa como un fantasma escurridizo.

—Hija, debías saberlo, yo estuve en ese manicomio por culpa de tu padre, por eso fue que nunca llegué a buscarte, y para salir de ese lugar tuve que vender mi alma al diablo trabajando todos estos años para la CIA, por eso es que odio a ese ser, y jamás lo perdonaré por haberme arrebatado a mi pequeña, por haberme robado veinte años, jamás podre recuperar ese tiempo perdido, jamás. —Habla Jia, ella se arrodilla y coloca su cabeza en las piernas de su hija.

Después de tantos años Jia abre su corazón y rompe las cadenas del dolor, se desahoga y llora como un niño, como alguien que ha perdido a un ser querido. Su hermano al ver está escena se acerca y la abraza por la espalda.

—Perdónenme, todo fue mi culpa, yo nunca debí decirle a Oliver donde estaban ustedes, por mi culpa él las encontró hace veinte años. —Susurra Jun, abrazando a su hermana.

—Tranquilo hermano, yo te perdono, sé que lo hiciste puesto que eras amenazado por Oliver, igual él nos hubiera encontrado, gracias por haber cuidado a mi niña por tantos años, tú y Mulan son unos ángeles.

—Madre, —susurra Jazmín ganándose la atención de su madre y tío, Alam trata de levantarse y alejarse de ellos para darle su espacio.

—No Alam, quédate, por favor, ya tú eres parte de esta familia. —Nuevamente, el moreno se sienta a su lado.

—Perdóname madre, te busqué por mucho tiempo, yo quería confrontarte, quería que me explicaras por qué nunca me habías ido a buscar, pero tú también la pasabas muy mal y siempre pensé lo peor de ti, mami perdóname, tío gracias por siempre estar para mí y tenerme tanta paciencia, quiero decirles que los amo muchísimo. —Jia abraza y besa la frente de su hija, Jun también hace lo mismo.

—Empecemos de cero, olvidémonos de lo que pasó, pasemos la página y sigamos adelante, espero y ambos apoyen mis decisiones y las de Alam, en la pesadilla más fea de mi vida encontré la luz más brillante y eres tu Alam. —Jazmín se voltea y le sonríe con amor, el moreno de ojos marrones se queda sin palabras y le sonríe como todo un enamorado—.

—Te amo Jazmín, gracias por confiar en mí, por regalarme tu corazón y darme la dicha de ser padre, eres la mujer perfecta para mí, jamás pensé formar un hogar, pero gracias a que caíste desde el cielo es que encontré al amor de mi vida. —Alam besa sus labios y Jazmín le corresponde.

—Deseo que seas muy feliz junto a Alam mi hermosa niña, más tarde hablamos, tengo varios mensajes de Delfín. —Su madre con el teléfono en mano y una gran sonrisa se despide de ambos.

—También debo irme, en la noche vengo junto a Mulan. —Jun también se aleja de la pareja.




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