Buscando a mi madre

Capítulo 95: Detengan a Jia.

El rubio va conduciendo a toda velocidad hacia donde su hermana menor, Nelson sostiene su mano llena de sangre, él va maldiciendo en sus adentros por las decisiones que ha tomado hasta el día de hoy.

—Todo esto es mi culpa, no debí ser tan avaricioso y anhelar todo lo que mi hermana había obtenido a punta de esfuerzos y sacrificio. —Dice con la respiración agitada.

—Es cierto hermano, eres un imbécil, pero en este momento debes controlarte, si te sucede algo no vamos a poder ayudar a nuestro padre.

—Gracias por preocuparte por mí, ahora acelera y no pienses en más nada.

Luego de una hora de camino Mario ha llegado donde su hermana, él estaciona el auto enfrente de la casa.

—¡Jazmín!, ¡Jazmín!, ayúdanos, —claman ambos hombres desesperados.

Detrás de los hermanos va Escorpión, quien al verlos parquear enfrente de la casa de Lina se detiene abruptamente, se baja del vehículo y los apunta con su arma, estos al verlo como un toro salvaje enfrente de ellos, se asustan en gran manera y gritan con angustia.

—¡Jazmín!, somos nosotros, ¡ayúdanos por favor!, ¡ayúdanos!

—Hagan silencio malditos imbéciles y móntense en el vehículo, creyeron que no los iba a descubrir, ustedes son unos traidores, debieron haberle hecho caso a Jia y huir directo al aeropuerto.

Jazmín, duerme plácidamente en los brazos de su amado, él cuál es el primero en despertarse con los gritos de ambos hombres.

—¿Qué sucede?, —susurra él levantándose en silencio.

—Amor, ¿para dónde vas? —Pregunta Jazmín que al sentir al hombre incorporarse de la cama se despierta.

—¿Qué son esos gritos? —Indaga ella mientras se frota los ojos.

—Tranquila mi flor, descansa, yo iré a ver qué sucede. —Alam le da un beso en la frente, Jazmín se acuesta, pero llevaba por la curiosidad de los gritos se asoma por la ventana y ve a su dos hermanos siendo amedrentados por el amigo de su madre.

—¿Tú qué haces?, ¡deja a mis hermanos! —Exclama Jazmín desde la ventana, escorpión al escucharla, maldice por dentro, chasquea su lengua y baja su arma, Jazmín baja las escaleras y corre hacia el porche.

—¿Qué sucede aquí?, ¿por qué han vuelto? —Pregunta Alam, él ha sido el primero en llegar al porche de la casa, está confundido y algo molesto con los hombres por interrumpir su sueño y tranquilidad al lado de su amada mujer.

—Ayúdanos cuñado, por favor. —Le dice Mario a Alam.

—¿Pero qué sucede?, no entiendo —Indaga con el ceño fruncido.

—Mi padre se encuentra en peligro, necesitamos su ayuda.

—Realmente no sé qué puedo hacer yo para ayudar a su padre.

—¡Jazmín!, Jazmín es la única que puede detener a su madre. —Tartamudea el menor de los hermanos.

—Ella está embarazada, no puede alterarse, eso puede afectar al bebé, por favor váyanse. —Les dice Alam a ambos sin mostrar una pizca de empatía, Jazmín quien lo escucha se indigna y lo empuja.

—¡No!, ¿qué te sucede?, ¿por qué los corres?, ellos son mi familia, la única que tiene derecho de correrlos, soy yo. —Se acerca a su hermano Nelson quien llora a mares.

—Hermano, ¿qué te sucede?, —ella le toma la mano y al verla empapada de sangre se asusta y lo suelta sin previo aviso.

—Fuiste tú, de eso estoy segura. —Jazmín se acerca hacia donde Escorpión y lo golpea en el pecho, este al verla reaccionar de ese modo no se inmuta, observa en silencio con los brazos cruzados a Jazmín.

—¿Qué le sucedió? —Interrumpe Lina la madre de Alam, quien a causa de los gritos se ha levantado.

—Doña Lina, ayúdalo, por favor, no sé qué le sucedió, te ruego que lo ayudes, él es mi hermano, es mi familia, mi sangre.

—Lo sé mi niña, sé que son tus hermanos, vengan entremos. —Jazmín ayuda a su hermano a entrar y lo sienta en el mueble de la sala.

—Mario habla de una vez ¿qué fue lo que pasó?

—El hombre que está afuera le disparó.

—¿Por qué lo hizo? ¿Y mi padre dónde está?

—Tu madre lo tiene secuestrado. —Mario le cuenta brevemente lo sucedido.

—¿Mi madre hizo todo esto?, no lo puedo creer, entonces si es cierto lo que dices, debemos irnos inmediatamente para dónde Jia tiene a Oliver.

—¡Jazmín!, ¿estás segura?, por tu embarazo no puedes estar… —Su amiga Isabella quien también se despertó por el escándalo interrumpe la conversación.

—No me digan lo que tengo que hacer, ellos son mi familia, estoy embarazada no enferma, así qué tranquilos que este bebé está bien seguro dentro de mi panza. —Le dice ella a su amiga y esposo, quien tampoco está de acuerdo que su mujer vaya a enfrentarse a Jia.

—Jazmín, este joven necesita ir al hospital, necesito trasladarlo inmediatamente. —Informa Lina quien acaba de vendar la herida de Nelson, pero está al ser tan profunda continúa sangrando.

—Tú, si tú, no me mires así, guste o no me llevarás directamente para donde mi madre. —Señala ella a Escorpión quién acaba de entrar y está recostado de la puerta de la entrada.

—Mario, vete con doña Lina hacia el hospital.

—Voy contigo. —Le dice Alam, él está enojado por verla tomar decisiones sin consultarle a él.

—Hay algo que no te he dicho y es muy importante que lo sepas.

—Nelson, luego podemos hablar, te prometo que vas a mejorar y nos volveremos a ver.

—No, de eso depende que quieras seguir ayudándonos. —Insiste su hermano quien llora del dolor.

—¿Qué pasó?, habla de una vez. —Cuestiona Jazmín con preocupación.

—Yo fui quien causó el accidente del avión. —Suelta el hombre.

Jazmín está en shock con lo que acaba de escuchar, ella da varios pasos hacia atrás, lágrimas corren por sus mejillas, Alam toma sus caderas y la abraza con fuerza.

—Quería quedarme con todas las acciones, perdóname hermana, mi deseo de poder y mi avaricia me llevaron a cometer ese gran error, perdóname por favor, sé que merezco morir, pero mi padre es inocente, él no debe pagar por los errores que cometí, —Jazmín se separa de Alam, se sienta en una silla con la mirada directa en su hermano, ella tiene la respiración agitada, no puede creer que su hermano allá intentado matarla.




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