Buscando a mi madre

Capítulo 96: Sorprendidos.

—Hermana, no te quedes callada, pégame grítame, pero di algo.

—No debiste haber tumbado un avión, por tu culpa murieron personas inocentes y casi pierdo la vida.

—Lo sé, perdóname, —expresa Nelson sin aliento, Lina se acerca y se da cuenta de que él sigue perdiendo mucha sangre.

—Ha perdido mucha sangre, está entrando en shock hemorrágico, debemos salir al hospital inmediatamente o si no será demasiado tarde para salvarlo. —Habla Lina mientras toma su pulso.

Sin importar su atuendo, Alam y Jazmín se montan rápidamente en el auto que traía Escorpión, mientras Lina se monta junto a Nelson en el otro automóvil, estos últimos van directo al hospital.

El corazón de Jazmín está dividido entre el resentimiento y el amor por su familia, ellos le han hecho mucho daño, pero no por ese motivo ella va a permitir que sufran, quiere que vivan felices, y aunque no quisiera volver a verlos no les desea el mal, ella no va a permitir que en su corazón crezca el odio por su propia sangre, así que prefiere perdonarlos.

—Me preocupa verte de ese modo. —Expresa Alam volteando con ternura su rostro hacia donde él.

—Necesito llorar, tengo que desahogarme, esta es la única manera de drenar y liberar esta tristeza que me asfixia.

—Está bien mi flor, llora todo lo que quieras aquí está mi hombro, puedes… —Antes que Alam termine de hablar Jazmín se recuesta en su hombro se acurruca en él, y continúa llorando, escorpión la ve por el retrovisor, y le da un poco de remordimiento al verla de ese modo.

—¿Por qué le disparaste a mi hermano? —Indaga Jazmín mientras limpia sus lágrimas con una toalla que Escorpión le ha pasado.

Escorpión le explica brevemente lo que sucedió en el auto cuando él secuestró a su familia.

—No debiste haberle disparado.

—Perdóneme señorita, yo soy un asesino, me entrenaron para defenderme, si no le hubiera disparado tal vez tu padre, tu hermano y yo estuviéramos muertos.

—Acelere por favor, mi madre también es una asesina igual que usted, espero que no le haga daño a Oliver. —Habla con voz sarcástica.

—Tranquila, no pienses en eso, todo saldrá bien, ten fe. —Le dice Alam acariciando su cabello.

Jazmín tiene los ojos cerrados así que no se da cuenta de la furgoneta negra que pasa por a lado de ellos, en esta van Jun y Heydar. Alam le hace señas a Escorpión que guarde silencio, para no poner más nerviosa a Jazmín.

—Llegamos. —Comenta Escorpión.

—¿Te encuentras bien? —Le pregunta Alam, al verla colocarse su mano en la boca y en el estómago.

—Sí, son solamente náuseas por el viaje. — Él sale del auto y le da la mano a ella para que baje.

—No debiste haber venido, hubiera venido yo con escorpión.

—Son mis padres así que solo yo puedo solucionar esto.

—¿Qué hacen aquí? —Exclama un sorprendido Jamir quien al escuchar el auto abre la puerta rápidamente

Jazmín entra sin darle ninguna explicación al joven, quien al verla tan seria, se da cuenta de que ella está enojada, así que decide guardar silencio.

—¿Todos son cómplices de ella? —Pregunta irritada, mientras busca con su mirada a su padre dentro de la vivienda—. Por lo menos dime, ¿dónde está mi padre?

—Por aquí —Le contesta Jamir, él la dirige en silencio, abre la puerta que va directo hacia la cocina y desde allí Jazmín observa a su progenitor, con tristeza se acerca a él, pero al verlo golpeado y amordazado su corazón se rompe en pedazos.

—¡Padre! —Ella corre hacia donde él, le quita la venda que cubre sus labios y desata sus manos y pies, su madre está acostada en una de las habitaciones, más al escuchar ruido se levanta y se asoma en la cocina, Jia queda en desconcierto con lo que ve.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunta angustiada Jia, ella voltea su vista a Escorpión buscando una explicación.

—Los muchachos que dejaste ir, fueron directo para donde ella —Le explica él en pocas palabras.

—Ya veo. —Jia se acerca a su hija y trata de separarla de su padre, sin embargo, la mirada de ira de Jazmín la hace retroceder.

—¿Te volviste loca, realmente quieres vengarte de mi padre?, ¿por qué lo haces?, ¿te cuesta mucho olvidarte del pasado y vivir en el presente?, tú no tienes derecho de lastimar a mi padre, aunque él te haya hecho mucho daño, tú no eres nadie para quitarle su vida, Dios es el único que puede quitar la vida, ¿acaso tú eres él?

—Hija, no es lo que tú crees.

—¿No es lo que yo creo?, a mi parecer y con lo que observo en este momento tú eres cruel, eres igual a él, o hasta peor.

—No me digas eso Jazmín. —Habla con la voz melancólica Jia.

—Olvídate de tu venganza, deja a mi familia vivir en paz, ya lo que pasó pasó, hay que seguir adelante.

—No puedo hija, tu padre debe pagar por todo lo que me hizo.

—Está bien, entonces véngate de él, de mis hermanos y de quien tú quieras, pero te olvidas que tienes una hija, porque te juro que no volverás a verme nunca más. —La amenaza Jazmín con el rostro cargado de sentimientos.

—¡Eso nunca!, te acabo de recuperar y no te volveré a perder.

—Perdóname hija, perdóname Jia por todo lo que les hice. —Las interrumpe Oliver con la voz baja, Jazmín al escucharlo se inclina hacia él.

—Estás perdonado y eso tú lo sabes, no tengo corazón para guardar rencor contra nadie, solo quiero que me dejen vivir tranquila y en calma, ahora más que estoy embarazada. —Oliver sonríe mientras observa la barriguita de su hija.

—Vamos, levántate. —Alam y Jazmín le dan la mano a Oliver para que se levante de la silla, pero él no tiene fuerza en sus rodillas, él niega con la cabeza y voltea su mirada a Jia.

—Jia perdóname, cometí un gran error al separarte de Jazmín, tú fuiste la que más sufrió, entiendo tu dolor y rabia, si pudiera devolver el tiempo cambiaría el pasado, pero tranquila, no volveré hacerles más daño. —Dice Oliver ahogadamente.

—¿Qué tienes papá? —Oliver le cuesta respirar a causa del gran dolor que tiene en su pecho, espalda y brazo.




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