Buscando a mi madre

Capítulo 98: ¿Dónde está mi esposa?

-----Narra Alam-----

—¡Madre no contestan! —Exclamo con el teléfono en la oreja.

—Tranquilízate, seguro deben venir en camino. —Me responde ella con calma—, si en media hora no llegan tendremos que cambiar la cita con el obstetra. —Propone sin darle tanta importancia mientras bebe su café.

—Les doy diez minutos, si no responde mi llamada, saldré a buscarlas. —Le digo sentándome en el mueble, mis manos están empapadas de sudor, es muy raro que ninguna de las dos respondan mi llamada ¿y si les sucedió algo? No, solo estoy siendo paranoico.

—Está bien hijo. —Mi madre se arrima a mi lado y toma mis manos dándome su apoyo incondicional.

La jefa de enfermería nos dio la tarde libre, ella en cada cita de Jazmín me da el día libre, pero hoy estoy aquí a causa de un turno extra, me comprometí hacerlo, pues no me acordaba de la cita, me encanta estar en cada una de sus revisiones médicas, jamás olvidaré la emoción que sentí al escuchar que sería un niño, ni la alegría que siento en cada ecografía al escuchar su corazón latiendo.

Luego de varios minutos más de espera vuelvo a llamar.

—¿Quién eres? —Digo al escuchar a un hombre responder el teléfono de Isabella.

—Soy el oficial Mao Shui, ¿usted es familiar de la señora Isabella González?

—Sí señor, ¿dígame qué le sucedió? ¿Mi esposa se encuentra bien? —Pregunto con la respiración agitada.

—Estamos esperando una ambulancia para trasladar a la señora Isabella, al hospital más cercano. —Responde el oficial con calma ignorando mi pregunta.

—Dícteme la dirección de donde están por favor, inmediatamente salgo para allá. —El hombre me da la dirección—. ¿Mi esposa está bien? —Pregunto nuevamente.

—Señor, lamento informarle… —esas palabras son como un cuchillo cortante, mis ojos no ven con claridad, mis oídos se han quedado sordos, mi voz es débil, mis piernas no resisten el peso de mi cuerpo. —Mi madre al verme caer de rodillas, toma el teléfono.

—¿Sí?, disculpe, mi hijo está muy mal, sí, entiendo, muchas gracias.

—Hijo trata de respirar con calma, debes ser fuerte, debes encontrarla, ella no estaba con Isabella. —Me susurra mi madre mientras me abraza, todo mi cuerpo tiembla, no quiero perderla, mi madre me trae a la realidad al decirme que Jazmín no está en el auto, me levanto del suelo rápidamente y corro hacia el estacionamiento, debo ver con mis ojos que es cierto, y si lo es, en el lugar del accidente debe haber algo que me ayude a encontrarla.

Al llegar a la dirección que me dio el policía veo a una ambulancia, igual que el cuerpo de Isabella tendido en la camilla.

—¿Qué sucedió?, ¿dónde está mi esposa? —Indago con la voz acelerada.

—¿Usted quién es?, —pregunta uno de los policías con actitud hostil.

—¿Dónde está mi esposa? —Grito, el policía se acerca amenazante, pero eso a mí no me intimida.

—Él es el joven que llamó. —Dice otro oficial acercándose y poniéndose en el medio—. ¿Eres tú?, cierto

—Sí soy yo, dígame por favor que mi esposa está bien, ella está embarazada, no puedo perderlos. —Digo con la voz entrecortada.

—Venga conmigo. —Camino detrás del policía, directo al auto que Isabella rentó.

—Aquí no encontramos a ninguna otra persona, pero según lo que veo, una de las llantas se explotó a causa de un disparo, y la joven de la ambulancia dice que su acompañante fue raptada.

—Puedo hablar con ella antes de que la lleven al hospital, por favor. —Digo sin poder creerlo, mi corazón está en mi garganta, no logro respirar con normalidad, el aire es tan denso, mi mundo es gris sin sabor sin color, todo a mi alrededor es sin vida.

—Únicamente dos minutos, la mujer debe ser revisada con prontitud, su estado es delicado. —Al escucharlo darme la autorización, corro a la ambulancia y entro en esta.

—¡Isabella! —Murmuro tocando su hombro, su cara está ensangrentada, verla de ese modo aumenta mi preocupación.

—Alam, yo detuve el auto porque una de las llantas explotó y en eso nos sorprendieron dos hombres, ellos se llevaron a Jazmín, por favor sálvala, te lo ruego. —Isabella agarra mi camisa con fuerza, ella llora con mucha angustia.

Los oficiales al ver a Isabella tan alterada me piden que abandone la ambulancia, los paramédicos se van con Isa, dejándome con miles de preguntas y dudas.

Marco el número de Jazmín, ella sigue sin contestar, así que llamo a la única persona que puede ayudarme, Jia.

—Necesito tu ayuda, Jazmín ha sido secuestrada. —Hablo rápidamente interrumpiendo de inmediato su saludo.

—¡Alam!, repíteme lo que acabas de decir, ¿qué le pasó a mi hija?, no, no, eso por los momentos no importa, llama a la comisaría y pregunta por el afgano, apenas te den respuesta de él, me lo informas, inmediatamente tomaré un vuelo a Pekín. —Dice mi suegra con la voz quebrantada.

—Sí señora, —Cuelgo la llamada y me dirijo inmediatamente a la comisaría donde apresaron a Harry, ellos estaban por trasladarlo a una cárcel de suma seguridad, realmente tengo meses sin preguntar por ese delincuente, pero está vez no dudaré en matarlo aunque vaya en contra de mi ética, hace meses me prometí no agarrar una arma, pero mi mujer y mi bebé están en riesgo, primero son ellos ante que mi juramento.

Nota: Saludos para todos, a tan solo dos pasos para terminar esta historia. Estoy súper feliz.

❤️❤️❤️




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