He perdido más de media hora de mi tiempo en esta comisaría, al llegar no me dejaron hablar con el comandante de esta unidad y ahora que por fin me ha dado la cara, lo único que hace es darme excusas.
—Disculpe por no haberle avisado, realmente estoy muy apenado con usted. —Alega el comisario mientras yo lo fulmino con la mirada, si estas pudieran hacerle daño seguro ya esté hombre estuviera estrangulado.
—Si usted me hubiera dicho que ese delincuente escapó, yo hubiera protegido a mi esposa, ahora por su culpa ella está desaparecida. —Le grito azotando la puerta de la oficina y saliendo directo hacia mi auto.
Me siento tan impotente, la rabia está a punto de nublar mi mente, si un hombre no puede proteger a los suyos es un hombre mediocre, alguien sin valor, en estos momentos soy uno de esos hombres, yo sin Jazmín soy alguien que no vale nada, ella es mi sol, mi estrella, mi mundo, el centro de mi vida.
Enterarme de que ese desgraciado lleva un mes libre y con dos prófugos más como aliados, fue para mí como un balde de agua fría, debí haber preguntado cómo iban los trámites para llevarlo a la cárcel de suma seguridad, yo fui quien descuidé este asunto, todo por buscar un futuro sin cerrar este ciclo, seguro ese imbécil estuvo planeando en todo este tiempo secuestrar a mi mujer y ahora la tiene en sus garras, y sé por experiencia que Harry es un maniático un ser sin escrúpulos, cueste lo que me cueste debo encontrarla.
Adel es mi única esperanza, espero y consiga algo en las cámaras de los negocios cercanos donde la secuestraron, con tan solo el número de la matrícula del auto me basta para iniciar mi búsqueda, solo ruego que mi hijo sea fuerte y por los momentos no se le ocurra nacer.
Mi teléfono suena, yo respondo sin ver de quién se trata, ya que espero la llamada de Adel.
—¡Alam!, por favor ayúdame, — freno de golpe al escuchar la voz de Jazmín.
—¿Dónde estás?, ¿estás bien?, ¿dime, es Harry quien? —No logro continuar hablando.
—Sí, soy yo, ¿pensaste que te habías librado de mí?, ¿quieres volverla a ver con vida?, te enviaré la dirección de donde estamos, pero únicamente puedes venir tú, si vienes acompañado lo sabré, y te juro que le daré un disparo en la frente.
—Harry cuelga la llamada, golpeo con ira el volante, reviso inmediatamente en el buzón de mensaje y todavía no ha llegado ninguna dirección, este desgraciado está jugando con fuego y no mi importa arder junto a él, con tal de salvar a las personas que amo.
A toda velocidad me dirijo a mi hogar, debo prepararme para enfrentarlo, si voy solo, debo ir al menos con las herramientas adecuadas para eliminar a esa aberración de la faz de la tierra.
Al llegar a mi habitación saco el cajón de madera que está debajo de mi cama, en este tengo algunas cosas que quedaron del último accidente con ese bastardo.
Limpio una de las armas, coloco las balas en el cartucho, arrojo mi uniforme del hospital sobre la cama y me pongo un suéter negro y un pantalón del mismo color, me coloco mis botas y mi gorra, reviso mi celular, la dirección ha llegado, hoy mismo debo acabar con él, está vez no tendré misericordia.
Salgo de la casa como alma llevada por el diablo, el odio es quien me impulsa, debo tomar venganza, ya no dudaré en mancharme las manos con su asquerosa sangre, hoy será el último día que ese hombre vea la luz y aunque tenga que morir para cumplir mi palabra, lo haré con la frente en alto, con tal de darle un futuro a mi mujer y mi hijo.
Harry por envidia le quitó la vida a mi único hermano y ahora también quiere arrebatarme mi mayor felicidad, mi amada Jazmín, hoy pagará por todo lo que ha hecho, con su muerte acabaré con todo lo que perjudica a mi familia.
En mi teléfono tengo varias llamadas perdidas de mi madre y Adel, pero no puedo desconcentrarme, está vez no puedo perder mi enfoque, debo matar a ese idiota y acabar con él para siempre.
Me estaciono enfrente de un edificio de tres pisos, a simple vista se ve abandonado, saco mi arma, le quito el seguro y avanzo despacio hacia la entrada del lugar, aquí huele horrible, a putrefacción, seguro hay animales muertos, también el olor a moho y humedad es intenso.
Reviso el primer piso, pero no hay nadie, subo las escaleras al segundo y superviso con cuidado el lugar, que está repleto de escombros, tampoco logro encontrar a Harry ni a Jazmín.
Al llegar al tercer piso el demente me recibe con varios aplausos,
—Bienvenido Alam, me alegro tanto de verte, te tengo una gran sorpresa —Mi arma apunta su cabeza, pero él está tan relajado y calmado.
—Adelante, no seas tímido, ¿quieres verla o no?, ella está por aquí, ni se te ocurra dispararme por la espalda porque si lo haces, ella muere. —Él avanza a una de las habitaciones, yo lo sigo con cautela y a pasos lentos.
Al entrar lo primero que mis ojos logran captar es a mi flor sentada en una silla, su cuerpo está tenso, aunque sus manos y pies están libres tiene un chaleco con un artefacto puesto, ¡una bomba!, ella no se mueve por miedo a que el aparato explote, sus ojos están llenos de lágrimas e hinchados de tanto llorar, mi corazón se termina de romper al verla de ese modo.
—¡Señor!, ¡llegó solo! —Le informa un hombre de más o menos cuarenta años a Harry, este entra a la habitación con la respiración acelerada—. El joven huyó, no logré atraparlo. —Agrega.
—Tranquilo, luego nos encargaremos de él. —Le dice con una sonrisa de superioridad.
—¡Qué obediente me saliste!, ¡así es que me gusta! Como logras observar, ella está bien, por ahora, claro, ¿sabes que tiene en su pecho?,
eso es para que te des cuenta, de que yo mando aquí, soy quien pongo las reglas. —Él ignora al hombre y con una mirada prepotente se dirige a mí.
—¡Está bien! —Digo bajando mi arma, en el instante que lo hago el hombre que está a su lado se acerca para quitarla de mis manos, así que rápidamente la levanto y le disparo en la cabeza, este cae de inmediato en el suelo.
#1070 en Novela contemporánea
#4912 en Novela romántica
lucha por sobrevivir, infancia dificil, conoceras el verdadero amor.
Editado: 22.05.2025