Calidad total

Capítulo 37: Visitas

Tiempo después

 

—¡Y no le he partido la cara no más porque se ha largado de viaje la muy maldita!

—¡Anne! —le llamó la atención Emily pues habló en voz muy alta estando en la recepción. Varios huéspedes que justo estaban pasando por ahí voltearon extrañados a ver quién había dado tremenda declaración.

—Lo siento —se disculpó la chica intentando contener la risa al ver la cara de indignación de una mujer mayor—. ¡Pero es que me da una rabia!

—Si ya sé, Sandra es de lo peor. Y para variar anda de viaje por Miami. Regresará en estos días, hay un evento.

—Pues más le vale que regrese porque tengo que hablar cosas muy serias con ella. ¿Puedes creer lo que hizo? Amenazar a Cameron, ¿quién se ha creído? Si no la mato es porque...

—Ya, ya... tranquilízate, te hace daño molestarte así.

—¿Daño? Daño le voy a hacer a esa desgraciada cuando la agarre de los pelos y...

—Señorita Emily. —Por andar distraídas hablando de Sandra, no se dieron cuenta de que un botones se estaba acercando a la recepción—. Está por llegar el huésped.

—Oh rayos... está bien, yo me quedo acá. —La cara de Emily no era de agrado, más bien respiraba hondo y trataba de calmarse mientras que a lo lejos una divertida Estelle disfrutaba del espectáculo que a ella misma se le ocurrió armar.

—Si quieres puedo irme, tienes que trabajar, ¿no? Te espero en "The Palm Court". Rayos, esos malditos están que aprovechan sin Adriano en el restaurante, ¿sabías que les va a hacer un reportaje? ¡Ojalá y todo se les vaya al carajo!

—Anne, no hables así, "The Palm Court" es parte del Hotel, debe ser promocionado y eso. Hemos perdido mucho desde la ausencia de Adriano.

—Igual y creo que está mal que lo promocionen como si fuera la gran revelación del año. Solo tienen éxito porque a Cameron y Kate no les quedó de otra que pasarse para allá —aclaró Anne.

—Quizá, aunque recuerda que la mayoría renunció a The Oak Room un día después de todo. Tuvieron que rescatar a los más talentosos.

—Eso, y porque necesitaban el trabajo. Además me parece de lo más injusto que todos hayan sido así de crueles con Adriano, ¡eran su staff! Y desistieron a la primera. Claro que tampoco era para que esperaran tanto...

—Bueno, Anne, el hecho es que aunque el otro restaurante esté teniendo éxito, todo eso se irá como volando cuando Adriano regrese. De eso estoy segura.

—Sí, tienes razón. En fin, me voy y te dejo trabajando.

—¡No, no! Ni se te ocurra, viene él y quiero que estés a mi costado evitando el acoso.

—¿Acoso? ¿Quién es él?

—Tú solo sonríe y saluda. —Al momento que terminó de decir eso, prácticamente medio personal de conserjería llevaba las maletas y estaban detrás del recién llegado. Emily se aguantaba como podía. Delante de ella una vez más estaba Harry.

—Ah... ya entiendo —le dijo Anne con disimulo—. Acoso sexual permanente al parecer.

—Tú convérsale de tonterías mientras yo avanzo su documentación de una vez.

—Si, si...—dijo mientras veían a Harry acercarse a las dos con la sonrisa de oreja a oreja.

—¡Pero vaya que sorpresa! No solo me encuentro con la jefa de recepción más bella del mundo, sino con mi querida amiga Anne Marie —dijo Harry muy animado. Anne le sonrió y se acercó a darle un beso en la mejilla.

—¡No puedo creer como es el destino, Harry! Encontrándonos por aquí —decía mientras lo saludaba y Emily se apresuraba a ingresar los datos.

—Y me alegra que también tengas el gusto de conocer a tan bella recepcionista, ¿cómo está la señorita, Emily? —dijo él mirándola fijamente. Le sonrió de lado, la chica intentó mantenerse lo más neutral posible.

—Yo muy bien y contenta de recibirlo en nuestro hotel, señor —decía poniendo su mejor sonrisa y preguntándose qué tan falsa se veía.

—Claro que en realidad el placer es todo mío —decía él mientras la devoraba con la mirada, cosa que incomodaba demasiado a la chica. Incluso Anne se sintió incómoda.

—Sus documentos, por favor —dijo con naturalidad, aunque en realidad hacia un gran esfuerzo por dentro.

—Por supuesto —Harry se los alcanzó buscando rozar las manos de la chica en todo momento, aunque Emily actuó rápido para evitar todo eso.

—Y Harry, ¿qué tal si te apuras y nos vamos a tomar un café o algo? —le dijo Anne, sabía que así quizá facilitaría las cosas.

—¡Ah claro! Me parece una buena idea. Y qué tal, ya que tenemos una amiga en común, si salimos por la noche los tres a tomar unas copas. Bueno, puedes ir con tu novio Cameron, es un tipo bastante agradable. Será una divertida salida en parejas.

—Lo siento mucho—le dijo Anne—, pero tengo cosas que hacer esta noche. Quizá para otro día.

—Entonces eso nos deja a los dos solos, linda —decía sin perder de vista a Emily, quien seguía concentrada en lo suyo.

—Listo —dijo alcanzándole la llave electrónica—. Y lo siento también, señor, pero tengo varias reuniones ejecutivas que terminarán muy tarde. El trabajo es el trabajo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.