Calidad total

Capítulo 47: Por las buenas y por las malas

Anne tenía que hablar urgente con Harry. Cuando se enteró de lo que hizo en verdad pensó que había enloquecido. Una cosa era ser insistente con la chica que le gustaba al punto de parecer odioso. Pero eso ya se estaba excediendo, había llegado a las amenazas.

Quería hablar con él para hacerlo entrar en razón, o quizá lo mejor era hablar con su padre. El que le proveía de todo el dinero que este manejaba y quien cumplía sus caprichos. Lo conocía desde hace mucho, era un tipo de principios y quizá si se enteraba lo que andaba haciendo su hijo podría servir de mucho. Aunque pensó que antes de ir a acusarlo con papá primero intentaría hablar con él y esperaba que la escuche.

No iba a comentarle a Cameron nada de eso, seguro que se opondría por miedo a que Harry intente hacer algo contra ella. Pero conocía a ese chico desde que eran adolescentes, estaba segura que no se atrevería. Siempre la había tratado bien, quizá era por el respeto que le tenía a su familia, aunque claro, ella estaba intentando alejarse de esa familia. Pero él no tenía que saberlo, simplemente iban a conversar un poco y le haría ver lo mal que estaba haciendo. Le debía ese favor a Emily, después de saber lo que fue capaz de hacer tuvo miedo de que algo malo le pasara.

Así que lo citó en el café Pierre, el mismo lugar donde atacó a Emily. Quería saber si lo reconocían o si quizá no se atreviera a ir hasta allá. Quería probar hasta donde llegaba y no le tenía miedo. Así que llegó un poco más temprano de lo acordado, quizá estaba ansiosa y quería pensar bien lo que iba a decirle. Esperaba que llegara pronto, ese no era un tema que podía tomarse a la ligera.

 

***************

 

Como nunca les había caído una visita familiar. Ahí estaba Edu de lo más exigente pidiendo que le cocinaran algo de comer, porque estaba sacrificando parte de su tiempo y arriesgando su vida en ese barrio en el que su hermana vivía. Claro, eso fue lo que dijo el chico con todo el dramatismo posible a lo que Priss respondió que mejor no intente entrar a ninguna universidad y de una vez se ponga a estudiar actuación. Y como de todas maneras tenían que preparar algo para comer, decidieron aumentar la porción para que el chico también se quedara a almorzar con ellas.

Él parecía hasta invisible, completamente concentrado con el celular haciéndose el centennial. Quizá estaba en WhatsApp o simplemente mirando memes, así que ellas conversaban tranquilas, incluso de lo que le sucedió a Priss con Harry.

—¡Pero es que los hombres cada día están más locos! ¿Qué se creen? ¿Que una tiene que estar siempre a su disposición? En serio que ese tipo está mal de la cabeza, debiste haberle contado a Adriano —decía Rachel.

—Es que no quiero preocuparlo, no creo que le haga bien a su salud. Lo mejor que debe hacer ahora es estar tranquilo sin preocupaciones.

—Igual no creo que sea buena idea el silencio. Ni para ti ni para Emily, deben hacer algo.

—Si los hombres están locos —decía Edu aún con su celular— es por culpa de las mujeres. Eva indujo a Adam al pecado original y por eso todos los hombres hemos nacido fallados.

—Cállate, idiota—le dijo ella con fastidio—. No vengas a justificar con biblia la estupidez de los hombres.

—Bueno, es cierto que están fallados —dijo Rachel reflexionando—, pero de vez en cuando son bien útiles.

—Además, querida hermana —Edu dejó el celular a un lado—, si un idiota te amenaza y te quiere hacer daño solo le tienes que avisar a tu amigo el de seguridad que me sacó de la cárcel. Él y el servicio secreto de los Estados Unidos te ayudarán.

—¡Claro! —dijo Priss como si esa idea la hubiera iluminado—. ¡Cómo no se me ocurrió antes! Barbie puede ayudarnos, es el jefe de seguridad, puede probar lo que estamos hablando y puede encontrar a los responsables de que Harry sepa todo lo que Emily hace. Y claro que puede ayudarme a mi... Bueno, no sé si quiera en realidad, ya no trabajo para el hotel, pero al menos será de gran ayuda.

—Bueno, y si el tipo no quiere ayudarte para eso está tu hermano. Yo le patearé el trasero a cualquier que se atreva a tocar a mi hermana —dijo él con una sonrisa que acabo por enternecerla.

—Awwww, tan lindo él. Deja que alucine que puede enfrentar a todos porque es super macho —bromeó Rachel.

—Alucinar nada. ¿Creen que no escuchaba nada del chisme? Me gané con todo el dato, ese tipo sí que está demente. Priss, si te hace algo te juro que me las paga. Lo muelo a golpes y se acabó.

—Oye Edu, ¿por qué no eres mayor por cinco años? Serías perfecto como mi novio —le dijo Rachel mientras que Priss la miraba indignada.

—¡Maldita rompe cunas! ¡Es un adolescente!

—Bueno, Rachel —decía este relajado—, quizá no pueda ser tu novio por la diferencia de edades, pero cuando quieras "te hago el favor".

—¡Ah! ¡Mocoso tarado! —Rachel le lanzó lo primero que estuvo a su mano, en ese caso era una cuchara de palo que este logró esquivar—. ¡Pero para la otra no te salvas!

—Así son estos centennials, les das confianza y ya mira cómo se ponen —agregó Priss mientras intentaba contener la risa.

—Yo no tengo la culpa, los Hudson somos irresistibles.




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