Calienta mi Corazón

Capítulo Veintiséis

Beaver Creek, Colorado

 

            «A.J. Kerr, el esquiador más rebelde e irreverente que ha existido jamás, te ama».

            Ese pensamiento es el único que da vueltas en mi cabeza desde que hace ocho días Gavin lo implementó allí. ¿Será eso posible? No me la creo, la verdad. Que él me ame a pesar de yo haber sido injusta con él es algo que a mi mente le cuesta aceptar. Después de todas las cosas que él ha pasado, no comprendo cómo puede ser capaz de dejar los miedos atrás y amar de nuevo. ¡Y me ama a moi! Eso, si es cierto lo que dice Gavin.

            Así que, partiendo de la premisa de que Alex me animó a buscarlo, como me recordó Benny, decidí comunicarme con él, una vez se me pasó la resaca. Aún no tengo claro a lo que se refiere con eso de “estar lista” pero, lo esté o no, le debo muchas cosas a Alex. Una disculpa, para empezar. Y lo echo de menos horrores.

            Dar el primer paso me costó mucho. No es fácil llamar a una persona después de las cosas que pasaron entre Alex y yo y lo mal que me porté con él. Por tal motivo, opté por enviarle un mensaje de Whatsapp.

 

Yo:  Me acabo de enterar de lo que le ocurrió a tu padre. ¿Sigue igual? Espero que se mejore pronto. ¿Cómo estás? ¿Y la familia?

 

            No me respondió de inmediato. Imaginé que sería así. Yo me hubiese hecho esperar. Aparte de eso, él tiene mucho trabajo, el suyo y el de su padre, aunque Nick lo ayuda en esto último, y una familia que atender. Según me dijo Danielle, después de darme la reprimenda del siglo y barrer el piso conmigo verbalmente, lo cual le permití porque me lo merecía, Camilla y Steph están llevando mal lo sucedido. Alex y Nick pasan largas horas en el hospital, cuando no están trabajando, y apenas duermen. La misma Danielle les ayuda en lo que puede, tratando de animar a Camilla y Steph.

            En fin, su respuesta llegó al día siguiente, tan pronto llegué a Beaver Creek con motivo de la inauguración del complejo hotelero en el que trabajamos el pasado verano. Veinticinco horas, treinta y dos minutos y dieciséis segundos después de mi mensaje, para ser exactos.

 

Alex:  Camilla y Steph se mantienen de pie a duras penas, pero están bien. Nick y yo no paramos de trabajar. Mi padre sigue en la UCI, bien atendido. Gracias por tus buenos deseos.

 

            Tuve que leer cuarenta y dos veces el mensaje. Noté a Alex un tanto distante, como si me hubiese respondido por obligación más que por querer comunicarse conmigo. Claro, que es justo. Le respondí de inmediato. Al diablo con el orgullo, Alex me necesita y yo voy a estar para él, si así lo quiere.

 

Yo:  No respondiste a mi pregunta.

 

            Esta vez, su respuesta llega de inmediato, lo cual interpreto su tardanza a responder el primer mensaje como su imposibilidad de atender mis mensajes con prontitud. O no. Prefiero pensar eso a la alternativa, por más que en su lugar yo me haría sufrir.

 

Alex:  ¿Qué pregunta?

Yo:  ¿Cómo estás TÚ?

 

            Espero. Uno, dos, tres, cinco, diez, treinta y seis, cuarenta y nueve segundos... Al llegar al minuto exacto, la respuesta llegó.

 

Alex:  Cansado. Drenado.

 

            A partir de ese momento, comenzamos a tener un contacto singular a distancia. Nuestras conversaciones textuales se alargaron y comenzaron a tener la intimidad y fluidez de meses atrás.

            Entonces, al cuarto día de haber renovado nuestra comunicación, pasamos a las llamadas telefónicas. En las noches, hablábamos por horas. Me comentó que estaba al tanto del proceso judicial en contra de Kelly, que iniciará el próximo mes. Se especula que durará un par de semanas, tres a lo sumo, y que la defensa está tratando de llegar a un acuerdo con la fiscalía. Yo me alegré de que su padre hubiese despertado y poco a poco esté mejorando. Alex también me dijo que había hecho las paces con él, y que el deterioro de su salud no tiene que ver con ello. Según comentó, lo que yo le había dicho sobre el perdón lo puso a cuestionarse varios aspectos de su vida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.