Me llamo Licker Monder. Nací en los Estados Unidos, para ser exactos en el estado de Los Ángeles, California. Desde pequeño me gusto mucho el arte y la forma de cómo el cuerpo se expresa. Siempre fui un mal estudiante, reprobaba las clases de matemáticas, física, literatura y otras. Pero siempre era el mejor en la clase de arte y deportes. Nunca me gusto estudiar, siempre ganaba las clases con chivos o copiaba a los niños genios de mi clase. Pero desde pequeño siempre tenía un sueño, un loco e inusual sueño. Ir a Amsterdam.
Cuando tenía ocho años, fui a una fiesta de mi mejor amigo Mike. El y yo estudiábamos siempre en las mismas escuelas, incluso la misma universidad. Somos de familias adineradas, las fiestas era de ricachones: globos, mesas en donde podían comer 20 personas, salones más grandes que un estadio, pasteles de cinco pisos. Recuerdo que Mike me puso el apodo de Lix, dice que suena más cool. En fin, ese día en el cumpleaños de mi mejor amigo estaba parado frente a todo el público realizando un juego con el payaso de la fiesta y recuerdo la pregunta que me hizo:
- Muy bien amiguito. Dime cuál es tu mayor sueño. Dijo
- Ir a Amsterdam. Digo con ternura.
La gente se puso empática y aplaudió. Recuerdo que recibí un premio por ser la respuesta más original. Me dieron un paquete de doritos rojos. Yo era niño y era feliz porque, cuando eres niño cualquier cosa te pone feliz por más estúpido que sea.
Con esta historia comienza mi gran aventura. Un sueño que tenía desde pequeño, un sueño que estoy cumpliendo, en estos momentos me dirijo a la capital de Holanda para encontrar a ella. La mujer que me hizo ver la vida desde otro punto de vista, una persona que creo que siento algo. Pero mientras me dirijo a la capital holandesa. Recuerdo toda esta aventura desde comenzó.
Todo empezó cuando fui adolescente. Mis padres eran dueños de diversas empresas entre ellas: textiles, carnes, flores y electrónicos. A pesar de tener varias empresas nos dedicaron el tiempo a mí y mi hermana para ser buenos padres. Siempre iban a nuestras actividades del instituto. Tenían tiempo para hablar de nuestros problemas. Aunque yo siempre tuve problemas para comunicarme, no era bueno con las palabras pero si con el arte. Siempre que estaba en mi cuarto me ponía a ver el techo e imaginar historias que jamás pasan o pasarán en mi vida. Es estúpido pensar en eso pero me ayuda para planear que hare en mi vida.
Mi cuarto siempre estaba tapizado de grafitis, mis estantes con imágenes de mis artistas favoritos. Davinci fue mi gran inspiración. Antes realizaba dibujos con pinceles pero luego decidí introducirme en el arte del grafiti. También tengo en un cajón fotos de mis obras de artes hechas en las paredes de esta ciudad. Incluso llegue hacer uno en la jefatura de policía, lo más estúpido fue que atraparon. Mis padres tuvieron que pagar una gran multa para dejarme salir. Cada vez que veo las fotos puedo darme cuenta que me la pase en grande. Que hago lo que en verdad considero que me gusta. Eso nadie puede entenderlo.
Pero eso fue una de las razones porque realice este viaje. Pero antes de tomar la decisión de viajar a un país que no conozco. Viví diferentes aventuras.
Ahora tengo 18 años entre a la universidad para estudiar arte. Muchos de mis amigos estaban en mi facultad excepto Mike, él decidió estudiar informática, era muy bueno. Recuerdo que logro hackear las computadoras del instituto sin que lo descubrieran. Increíble un genio con las computadoras.
Recuerdo cuando empezó el primer año. A todos los nuevos les daban la bienvenida: tomar seis latas de cerveza, raparse el pelo, correr desnudo por el campus, un montón de idioteces. Mi bienvenida fue que me bañaran con litros y litro de cerveza. No me molesto es más se podría decir que fue una experiencia gratificante que te bañen en alcohol. Después de mi bienvenida conocí a mi compañero de cuarto que era tranquilo. Su nombre era Zack era de Boston. Se mira que es un tipo muy normal pero era un poco excéntrico. Le gustaban cosas como coleccionar tarjetas madre de computadoras y consideraba eso algo extraño. Pero era de los tipos geniales, tenía todas las consolas de última generación: Xbox, PS4, incluso nintendo wii y wiiu. Después de clases hacíamos las tareas lo más rápido para poder jugar FIFA. Siempre me ganaba pero nos llevamos bien también invitamos a Mike y otro amigo para poder jugar en parejas.
Eso fue lo mejor, pero también ocurrieron momentos mágicos en mi primer año de universitario. Tener a la novia más guapa de la universidad, su nombre era Dakota y mi historia con ella fue algo rara y linda a la vez.