Después de lo ocurrió en mi casa con Dakota, decidí buscar un trabajo. Para mi mala suerte resulte trabajando como un mesero en un restaurante de comida mexicana. Ganaba alrededor de $1200 más propinas. No me la pasaba bien, lo único malo era que todo mi dinero se lo tenía que dar a mis padres. Me sentía atrapado todos los días hacia la misma rutina: de mi casa al trabajo y viceversa.
No me sentía libre. Lo único que me podía consolar era que Mike me visitara de vez en cuando. Cuando podíamos salíamos algunos centros comerciales pero siempre acompañados de algún guardaespaldas que mis padres me ponían. Pero estaba a punto de realizar otra gran obra de arte. Esta vez seria en una pancarta en el centro de la ciudad. Aunque mis padres no lo supieran, en secreto me iba a la casa de Mike para diseñar mi nueva obra.
Mi nueva obra trataría por lo que estoy pasando ahora. Estoy siendo privado de mi libertad y siendo acosado. Tal vez me merezca lo que hice. Es el karma diciéndome que tengo lo que he hecho. Pero no lo acepto. Mike logro conseguirme las latas de pinturas, ahora en específico pedí color blanco y negro. Pero lo más difícil será conseguir una grúa con escalera para poder subirnos. Decidí llamar a Mike:
- Hola, ¿Qué ha pasado? Pregunto-.
- Ya sabes, lo típico, estar en casa aguantando los regaños de mi madre por lo que hicimos en la universidad. Dice-.
- Necesito tu ayuda, con el plan Beta. Digo-.
Plan beta se llamaría mi nueva obra que pronto lograre expresarla.
- ¿Con qué? Pregunta-.
- Necesito una escalera o una plataforma elevadora. Digo-.
- Tranquilo déjamelo a mí. Dice-.
- Bien, recuerda que nos juntaremos a las 11:30 pm enfrente del Hotel "Mala muerte". Digo
Terminamos de hablar. Lo primero que hice fue ir a mi armario y preparar mi suéter negro, mi gorra negra, mis zapatos negros que compre en una tienda barata. Todo estaba listo para esta noche, son las 5:34 pm aun faltaban seis horas pero de repente tocan la puerta.
Bajo lo más rápido posible las escaleras y abro la puerta. Me doy cuenta de que es Dakota.
- Hola. Digo con una sonrisa-.
- Hola lindo. Dice-.
Cada vez que ella me dice lindo, siento que me enamoro más de ella. Me dan ganas de decirle cosas como princesa, linda, cosito o cosas clichés de los novios.
- ¿Qué haces aquí? Deberías de estar en la universidad. Digo-.
- No te alegra verme. Dice algo seria-.
- No, si me gusta verte, pero es raro que estés aquí un viernes. Digo-.
- Me dieron permiso y quise que pues saliéramos al cine o ir a comer. Sugiere-.
Asenté con mi cabeza. Lo primero que hice fue decirle a mi chofer que nos llevara a un Ihop. Son las 6:35 pm, ambos sentados en una mesa pidiendo hamburguesas y una orden de panqueques que comeríamos con miel de maple y con mermelada de uva. Por eso adoro a Dakota, tiene casi los mismos gusto que yo, exceptuando en música y carreras universitarias.
- Sabes, me la paso bien contigo. Dice-.
- Yo también. Digo y después le doy un beso-.
La noche era joven, ella y yo seguíamos platicando de cualquier cosa. Tecnología, nuestra carrera, padres, aventuras en el instituto, nuestros sueños y metas, incluso en algún momento hablamos de casarnos e irnos a vivir a Idaho. Con ella la noche era hermosa. Pero ocurrió una desgracia. Eran las 11:59 pm y recibo una llamada de Mike. Como puedo me saco el teléfono en el bolsillo del pantalón:
- Si, Mike. Digo-.
- Estamos en la comisaria. Dice-.
- ¿Por qué? Pregunto mientras miro mi reloj-.
- Nos atrapo la policía con la plataforma y creyeron que robaríamos una casa. Dice-.
- Mierda. Susurro-.
- Eso no es lo peor. Dice-.
- Dame la mala noticia. Digo con nerviosismo-.
- El tipo de la plataforma llevaba drogas y me atraparon con él. Dice-.
En esos momentos trague saliva. Pero no se sentía suave era una saliva que raspaba toda mi garganta y se quería convertir en un grito. Dakota observo mi cara atónica y sabia lo que ocurría. Salimos del Ihop y le pedí a mi chofer que nos llevara a la jefatura de policía.
Cuando llegamos vi que estaban llevándose a Mike para meterlo a una carceleta. Esperamos dos horas para poder hablar con él. Un policía me lleva a la celda y veo como está sentado en una pequeña banca y se me acerca.
- Lo siento. Digo triste-.
- Todo es tu puta culpa, tú y tu novia. Dice-.
- Se me ha olvidado y ella no tiene la culpa. Digo-.
- Te espere como estúpido ahora estoy en la cárcel. Dice-.
- Te sacare de aquí. Digo-.
- No lo harás. Lárgate de aquí. No te preocupes pagaras por lo que has hecho. Dice-.
Salgo lo más rápido posible de la jefatura. Por medida de seguridad decidí que Dakota se quedara conmigo esa noche. Dormimos juntos en la noche, ella me abrazo todo el tiempo, era una forma de sentir el apoyo moral que me daba. En la mañana nos levantamos para ir a desayunar.
Mis padres estaban preocupados de que pasaría algo conmigo. Así que decidieron tomar la decisión de mudarnos. Mi chofer dejo a Dakota a la universidad por seguridad. En la tarde comenzamos a empacar todo lo que nos fuera útil. Pero recibo una llamada inusual.