Caprichoso Destino - La historia de Emilia y Alessander

Capítulo 13 "Fría"

—Yo, no puedo creer que Emilia haya estado embarazada y no nos dijo nada—le dijo Camila a Claudia y a Lilith, quienes se habían quedado en la sala

—Ya lo dijo, Camila, lo iban a decir en persona—defendió Lilith

—Si, pero ustedes vieron cómo reaccionó con la noticia del embarazo

—Camila por Dios, caramba, mi hija perdió a su bebé hace menos de una semana, ¿Cómo quieres que reaccione?—le respondió Claudia

—Te llenas la boca con esas palabras…

—A ver, Camila ¿Qué te pasa?—preguntó Lilith

—Me pasa que toda la vida va a ser igual una guerra continua entre Andrea y Emilia 

—No hay tal guerra, y de haberla… no la empezaron ellas—le respondió Claudia enojada

—¿Ah, no? Y entonces ¿De quién es la culpa?

—Acá todos sabemos quien es el culpable

—Que Fernando y tu se revolcaran no significa la pelea del ahora

—Lo vas a seguir defendiendo, siempre va a ser igual—reprochó Lilith

—Vos fuiste la que se metió entre sus sábanas

—¡Basta!—exclamó Claudia

—Y ahora vos vas a decir que él es el culpable de la muerte de tu medio hermana 

—Camila—Claudia la señaló con su dedo—por la amistad y los años que compartimos juntas, no te atrevas a nombrar a Virginia

—Los García solo buscaron un culpable cuando todo sucedió—reprochó Camila

—Por suerte Fernando nunca va a conocer a su hija—dijo Lilith

—Fernando ya la conoce—respondió Claudia ganándose una mirada de parte de ambas mujeres

—¿Cómo que la conoce?—se impacientó Camila

—Si Magda se entera…

—Lilith, Camila, lo que les voy a contar nunca lo dijimos con Mateo porque no convenía, pero tanto Virginia como Fernando, la conocieron—Ambas mujeres se quedaron atónitas—Fue hace muchos años, las niñas tenían diez años…

Claudia y Mateo habían entrado a la iglesia, ellos iban a hacer una donación, cuando de pronto una voz dulce hizo voltear a Claudia

—¿Clau, eres tú?

—Virginia...—el hecho de pronunciar ese nombre hizo que Mateo también se volteara inmediatamente—estas… embarazada—intentó sonreír

—Clau, te he extrañado mucho—Virginia se acercó a abrazar a su hermana

—Virginia, ya vamonos—la voz de Fernando se filtró por toda la iglesia—Pero miren, la hermosa pareja García

—Fernando—Dijo Mateo con los dientes apretados

—Amor, mira me encontre a mi hermana—Virginia sonrió y Claudia lo intentó, pero solo esbozó una mueca

—Ya veo…

—Mamá...—entró Lucas corriendo y gritando, seguido de Ignacio, en la misma situación, al llegar a sus padres se escondieron tras ellos

—¿Qué pasó, campeones?—les preguntó Mateo

—Son unas locas asquerosas, papá

—¡Luke!

—¡Nacho!

Las dos niñas entraron a la iglesia seguidas de Matías, el mayor de los hermanos Garcia Velazquez

—¡Papá, nos quieren hacer tragar las vuiboras!—Gritó horrorizado Lucas

—Luke, Nacho, ya les dije, son lombrices, dejen de correr—les dijo Matías

—Niñas, ya basta, no los molesten…

—Son unos aburridos—dijo Emilia cruzándose de brazos

—Más que aburridos, unos llorones—la siguió Andrea

—Tienes una gran familia—le dijo Virginia a Claudia

—Si, ellos son Matías, Lucas y Nacho, pero ya los conocías…

—¿Y ellas?—Preguntó Fernando mirando fijamente a una de las niñas

—Yo soy Andrea—Andrea se acercó a ellos y les tendió la mano, Emilia en cambio se escondió atrás de su hermano Matías y dijo:

—Mi nombre es Emilia García Velazquez

Virginia se agachó cuanto la panza se lo permitió y en voz dulce le dijo—No te escondas pequeña, eres muy hermosa, y bien parecida a mi hija—se levantó y miró a su hermana—Nuestras hijas se parecen bastante, aunque Andrea tiene más parecido a los García

Fernando se quedó mirando a Emilia, lo que despertó en Matías el instinto de hermano sobreprotector

—Se llama Emilia—dijo Fernando en un susurro

—Nos tenemos que ir, Matías vayan a la camioneta, toma las llaves—Mateo le tendió las llaves a su hijo

—¿Nos vamos a ver pronto?—preguntó Virginia

—Vir, tu siempre vas a ser bienvenida en nuestra casa—le dijo Mateo dejando en claro que Fernando no era bienvenido

—¿Cómo se va a llamar?—Preguntó Claudia antes de marcharse y como respuesta recibió

—Igual a nuestro padre

Rodrigo, ese era el nombre de su sobrino, al irse de la iglesia Virginia miró a su esposo y le dijo:

—¡Es tu hija!—el reproche en su vez era palpable—Eres un bastado.

Camila y Lilith escuchaban atentas el relato de Claudia, pero había alguien más que lo escuchaba atenta

—Entonces esa fue la última vez que viste a tu hermana…

—Si, Cami, después Virginia tuvo a Ro, y dos años más tarde ella…

—Y Fernando nunca se hizo cargo de sus hijos ¿Verdad?—dijo Lilith

—No, tanto a Ro, como a Sofí los crió Angela—habló Camila

—Fernando terminó con la vida de mi hermana, así como o hizo con la tuya 

—Si, pero no dejaré nunca que se acerque a mi hija

—No hables así, no en la casa de Magda

—Además, ese es un secreto que nos tenemos que llevar a la tumba

—Al carajo, solo basta con que Fernando no se acerque ni a Sofía.

Carla se acercaba a la sala cuando vió a Andrea espiando y le dijo

—Andy, eso es de mala...—pero Andrea rápidamente le tapó la boca

—Después de la muerte de Virginia se te endureció el corazón, Clau

—Si, después que nos enteramos que Vir estaba muerta, te volviste tan fría—le dijo Lilith

—Desde que conocí a Fernando en esa fiesta dije “este hombre va a desgraciar mi vida”, y no hizo menos, casi destruyó a toda la familia

—El día de la fiesta cuando nos enteramos del embarazo de Virginia y el…

—Nuestras hijas nunca deben enterarse de lo que sucedió hace veinticuatro años…

—Mamá, madrina, tía Cami, quería pedirte disculpas por mi reacción, estuve buscando a Andy pero…




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