Carmín para el Ruso.

Mi Hogar.

El ruso regresó a casa mientras intentaba bajar su erección, había comprado un pent-house pues simplemente no había podido pisar de nuevo la casa que compartió con Sky, así que bajo de su deportivo un poco más aliviado pero aun sintiendo el cuerpo arder de deseo por su fiera, subió al elevador no tardó mucho en estar en su piso se sorprendió al encontrar la luz del vestíbulo encendidas avanzó corroborando que todo su piso estaba iluminado.

-Buenas noches mi amor -Saludo Mei Lign quien lo esperaba sentada en un sofá-

-Buenas noches ¿Qué haces aquí? - Preguntó sorprendido-

-Terminé antes mi trabajo en Pekín y decidí venir a darte una sorpresa -Habló mientras se acercaba a él- ¿Como has estado? - Preguntó envolviendo sus brazos en el cuello de Mijaíl-

-Bien y ¿Tú? -Inquirió antes de que sus labios fueran tomados totalmente por la china-

-Perfectamente ahora que estoy contigo. -Dijo entre el beso antes de profundizarlo-

Las manos de ruso viajaron por el cuerpo de la china antes de tomarla en brazos para llevarla a la habitación, ella de inmediato se aferró al cuerpo de Mijaíl sin romper el beso enredando su lengua en la del ruso, la dejó sobre la cama debajo de él, dejó sus labios para besar su cuello.

- ¿Qué pasa? -Preguntó Mei Lign al ver que él se separaba de ella-

-No lo sé -Dijo al ver que su cuerpo no respondía al toque de ella, su erección había bajado por completo-

-Seguro estas muy estresado, ven relájate -Habló mientras empezaba a desabrochar su camisa-

-Si, seguramente fue eso...

(...)

-Vi que te fuiste con Mijaíl ayer -Dijo Jenny-

-Sí, es una idiota -Declaró antes de llevar su café a su boca- quiere que vaya con él a nuestra casa en Italia, ¿Puedes creerlo? Me pide que vaya con él cuando tiene novia. Es un idiota - Volvió a insultarlo-

-Definitivamente, aunque no entiendo por qué no se arreglan su se notan que están perdido el uno por el otro. -Le dijo Jenny sonriendo-

-Olvídalo, no estoy perdía por él -Protestó poniéndose de pie- tengo que ir a ver cómo va todo en la cocina.

-Como tú digas...

Mientras Sky maldecía a Mijaíl en su mente, él estaba furioso, salió de su pent-house muy temprano fue directo a la oficina donde intentó tranquilizarse jamás le había pasado eso, él era un hombre joven apenas tenía 34 años se alimentaba bien y se ejercitaba todos los días, no entendía lo que había pasado la noche anterior, no había podido conseguir una erección por más que trato simplemente su cuerpo no reacciono, y no lo entendía, no entendía por qué no había logrado una erección con Mei Lign si apenas unos minutos antes estaba duro por Sky.

- ¿Qué pasa? ¿Porque estás tan molesto? -Preguntó Dereck antes de iniciar una junta, no recibió respuesta sólo algo parecido a un gruñido- Bien no me digas, solo viene a decirte que hable hoy en la mañana con el abogado de Sky.

- ¿Qué? - Preguntó alzando la voz-

-Al parecer Sky va a solicitar el divorcio necesario y debido a que tiene más de siete años separados y tu... Bueno...

- ¿Yo qué? -Preguntó molesto-

-Bueno pues tú has hecho tu relación pública con Mei Lign, así que ella puede alejar que le has sido infiel. -Terminó de decir-

-Claro que no vamos a divorciarnos, ella es mi esposa y lo seguirá siendo hasta que yo lo diga -Gritó perdiendo el control-

-Mijaíl debes calmarte.

-No, no voy a calmarme ella está loca si cree que va a obtener el divorcio tan rápido. Así que has todo lo imposible por impedirlo. -Ordenó tomando su saco-

-No puedo hacer eso...

-No me importa lo que tengas que haces, soborna, has lo que sea, pero no se va a divorciar de mi -Declaró antes de salir de la sala de juntas-

Salió furioso del edificio se detuvo cuando se dio cuenta que no tenía ni idea de donde iba, decidió caminar un rato por la ciudad para tranquilizarse definitivamente no era su día.

- ¿Todo listo? Criaturitas del señor -Preguntó entrando a su restaurante, después de estar todo el día en su otro restaurante italiano, por lo menos ese día iba como un día normal en su vida-

-Todo listo -Respondió su sous chef-

-Genial, empecemos con esto. -Declaró poniéndose el delantal-

Sirvió como todas las noches, alrededor de la una de la mañana llegó a su departamento, le pagó al chófer del taxi y entró al edificio, subió por las escaleras buscando en su bolso la llave.

- ¿Qué haces aquí? -Preguntó al ver a Mijaíl sentado en su puerta-

-Estaba esperándote. - Respondió poniéndose de pie-

-Jaíl, no tengo ganas de discutir estoy cansada -Habló acercándose a él-

-No vengo a discutir contigo. -Dijo viendo como abría la puerta- Solo quiero hablar contigo.

-Estoy cansada ¿bebiste? -Inquirió cuando le dio el característico olor de vodka, escucho como chasqueaba la lengua-




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