Carmín para el Ruso.

Brazos Vacíos.

-No, tú no puedes estar con nadie más, tu eres mía -Gruñó el ruso mirándola con el sueño fruncido-

-Tu sí que amaneciste gracioso - Dijo ignorando el gruñido del hombre volviendo a morder su rol de canela-

-Estoy hablando en serio, quiero que arreglemos lo nuestro -Declaró seriamente-

-Perfecto ¿Ya terminaste con tu china? -Preguntó de forma sarcástica-

-Sky, de verdad quiero que arreglemos lo nuestro esto no es una broma. - Las carcajadas de su fiera inundaron todo el lugar-

-No has respondido mi pregunta -Dijo sin inmutarse volviendo a morder su rol de canela-

-Ella no significa nada, por favor ¿Podemos intentarlo? -Preguntó serio-

- ¿Qué quieres intentar? ¿No crees que ya es demasiado tarde? -Inquirió poniéndose de pie- Mijaíl entre tu y yo no queda nada, tú me dejaste y ahora vienes a decirme que quieres intentarlo ¿Qué es lo que tienes en la cabeza?

-Sabes por qué te deje. -Dijo entre dientes poniéndose de pie- Me lo quitaste.

-También era mío, yo fui la que quedó vacía, la que quedó sola, la que se quedó con los brazos vacíos porque me dejaste en cuanto lo perdí me abandonaste -Le grito al punto de las lágrimas- Me dejaste con todo el dolor y desapareciste por siete años, ahora no puedes venir a pedirme que lo intentamos.

-No podía soportar estar cerca de ti....

-Sigues culpándome por lo que paso, no hay nada que resolver entre tu y yo - Lo interrumpió- Vete.

-Moya dusha (Mi alma) -Susurró acercándose a ella-

- ¡No! -Gritó alejándose de él- Me rompiste el corazón, me dejaste cuando más te necesitaba y me hechas la culpa de todo a mí, como si yo lo hubiera hecho a propósito ¡Me castigué por años pensé que era mi culpa! Pero no fue mi culpa y no puedes venir de nuevo a decirme que quieres arreglar las cosas cuando estos últimos años te has exhibido con tu novia por todo el mundo, cuando la llevaste a mi restaurante y me restregaste tu relación en la cara, cuando la llevaste a Mi Alma, sabes lo que significa ese restaurante para mí, tú lo sabes por qué lo dije por muchas noches que algún día tendría un restaurante que llamaría Alma y aun así no te importo faltarme al respeto y aparecer con ella...

-No fue así, no sabía que ese restaurante era tuyo - La interrumpió-

-No me importa, quiero que me dejes en paz.

-No voy a dejarte en paz, tu eres mía, tu eres mi esposa y no voy a darte el divorcio nunca -Dijo con determinación de frente a ella-

-Tu eres el que volvió con el pretexto del divorcio -Lo empujó por el pecho- A mí me da igual es solo un papel, no me afecta en nada. Al que le afecta es a ti, supongo que quieres casarte con tu asiática.

-¿Y tú no quieres casarte con "Tu novio"? -Dijo haciendo comillas con sus manos acercándose más a ella haciendo que retrocediera dos pasos-

-No me interesa casarme, podemos vivir juntos sin ningún problema -Volvió a empujarlo sin lograr moverlo- Lárgate, no quiero volverte a ver en mi casa.

-No te creo. -Declaró tomando su cintura y pegándole a él-

-Eso es algo que no me importa, Mijaíl si vuelvo a verte en mi casa voy a hablarle a la policía -Le advirtió separándose de él-

-Moya dusha (Mi alma). - La llamó viéndola caminar a la puerta del departamento

-No vuelvas a llamarme así, ni de ninguna otra forma me llamo Sky y no quiero volverte a ver aquí -Le dijo abriendo la puerta-

-No vas a deshacerte de mí tan fácil.

- ¡Vete al diablo! - Le grito antes de cerrarle la puerta en las nariz-

Cuando por fin pudo tranquilizar su corazón Sky empezó su día, puso en orden su apartamento antes de darse un baño y vestirse solo con unos vaqueros, camiseta blanca y tenis para salir a buscar a Paulo al aeropuerto, de verdad esperaba que Mijaíl se detuviera, aunque también estaba segura de que no sucedería que él no se detendría.

El Ruso por supuesto estaba furioso por que esperaba que Sky diera su brazo a torcer y aceptará una tregua, lo cual en ese momento le parecía estúpido haber pensado en eso, él la conocía sabía que su fiera jamás se rendiría ante él y debía reconocer que estaba haciendo las cosas mal, tenía que pensar en que era lo que tenía que hacer así que decidió irse a pensar a su casa en los Hampton.

Le encantaba esa casa la había elegido Sky, era su regalo cuando cumplieron un año de casados, aunque al principio ella se había negado él logró convencerla para que escogiera la que más le gustaba así que eligió una en la zona de Bridgehampton a la orilla de la playa. Aunque ella era la dueña sabía que después de su separación nunca más la había usado al igual que su casa en la 5ta Av.

-Mírate nada más cada día que pasa estas más bella -Le dijo Paulo mientras caminaban a la salida del aeropuerto-

-Gracias, tu sigues igual de bello -Correspondió abrazándolo- No puedo creer que estés aquí, tengo tanto que contarte.




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