Carmín para el Ruso.

Fantasma

—¡No! Sky... —intentó decir, pero era demasiado tarde, la chef ya miraba la foto detenidamente—Sky —la llamó un par de minutos después al ver que no respondía.

—No es verdad. —declaró.

—¿Cómo?

—La foto, no es verdad o no es de esta vez que fue a China, debe ser alguna foto vieja —respondió con seguridad dejándola sobre el escritorio.

—¿Cómo estas tan segura?

—Porqué le ayudé a Mijaíl hacer la maleta, más bien yo le hice la maleta, se vuelve un flojo cuando está conmigo, la ropa que tiene en la foto ni siquiera la tiene en el guardarropa. —le explicó sentándose en el sofá, para cambiarse de zapatos.

—Menos mal, pensé que te estaba siendo infiel. —dijo con alivio sentándose en su escritorio.

—Jaíl, no puede serme infiel —habló con tranquilidad poniéndose sus crocs rojos.

—¿De verdad? —inquirió sorprendida.

—Así es. —dijo sonriendo— ahora necesitamos revisar los pedidos.

Después de dejar todas las ordenes listos para los proveedores, reviso que todo en el restaurante italiano estuviera en orden para ir al otro, como en los últimos días, Mijaíl apareció a la hora de la cena, el cual comió los que todos habían comido en el restaurante una hamburguesa con papas fritas, para después subir a la planta superior donde había una cama donde solía descansar hasta que Sky terminaba su trabajo.

—¿Ya terminaste? —preguntó adormilado cuando sintió a Sky entrar en la habitación.

—Si ¿quieres que durmamos aquí? —le preguntó.

—No —susurró antes de volver a dormirse.

—Creo que si —dijo sonriendo, acercándose a él para quitarle los zapatos.

Después de dejar al ruso en bóxer, ella de desvistió quedando solo en bragas, se metió a la cama, se abrazó a él y no tardó mucho en quedarse dormida. Había habilitado ese lugar como una habitación con una cama matrimonial y un baño completo, lo usaba sobre todo cuando reciban había abierto el restaurante ahora solo lo usaba cuando estaba muy cansada para volver a su departamento, ahora que había vuelto con Mijaíl, a pesar de que le había dicho que no era necesario que fuera por ella todos los días, el insistía y tener la habitación le servís para que él pudiera descansar o trabajar.

—Buenos días —Susurró el ruso sobre la piel de su cuello.

—Buenos días —respondido sin abrir los ojos.

—Alguien me desnudo anoche ¿Tú sabes quién fue? —preguntó bajando por su clavícula.

—No, ni idea —respondió sonriendo sin abrir los ojos.

—Pues alguien entró y me dejó solo en bóxer— habló antes de tomar uno de sus pezones— debemos poner cámaras de vigilancia —sugirió dejando su pezón para pasarse al otro.

—Hummmm.... Ya hay cámaras... —gimió sin abrir los ojos, disfrutando del ruso.

—Debemos ver quién se atrevió a esto. —susurró bajando por su abdomen al tiempo que sus manos se deshacían de sus bragas— ¿A ti también te dejaron solo en bragas?

—Ajá...

—A lo mejor es un fantasma. —habló besando su monte de venus.

—Sí... Dios... Jaíl... —lo llamo gimiendo cuando la lengua del ruso presionó su clítoris.

—Debemos contratar unos cazas fantasmas —dijo dejando su entre piernas para subir de nuevo hasta sus labios.

—Podríamos....Diablos.... —gimió cuando entro en ella en una firme estocada.

—Dikiy zver' (Fiera) —jadeo antes de atrapar sus labios.

Las piernas de Sky envolvieron sus caderas mientras sus manos acarician la espalda de ruso quien la embestida con más intensidad. Dejó sus labios para respirar, bajando hasta uno de sus rosados pezones.

—Creo que deje.... ¡Dios! —Exclamó Jenny entrando a la habitación— Lo siento —gritó desde afuera.

—¡Maldición! —dijo Sky, escuchando las carcajadas de Mijaíl— Detente.

—Tu no quieres eso. —dijo sonriendo, embistiéndola más fuerte.

—Mijaíl.... Jaíl... Hay más... Más... —gimió sin poderlo evitar.

—Cállate y concéntrate en mí, en nosotros. —le pidió mientras arremetida con fuerza al tiempo que tomaba sus labios para ahogar sus gemidos.

Embestidas más fuertes y rápidas, entrando profundamente en ella, hasta que ambos se corrieron.

—Debemos dejar de hacerlo todos los días —habló Sky, debajo de él con la respiración agitada acariciándole la espalda.

—¿Por qué? —preguntó— a mí me gusta hacer el amor contigo todos los días. —declaró besando su cuello.

—Acaba de vernos mi mejor amiga.

—Tu mejor amiga es una adulta —Señaló antes de besarla de forma casta y salir de ella con cuidado, tumbándose a su lado.

—Lo sé, —Habló subiéndose sobre él para bajarse de la cama ya que estaba pecada a la pared—pero no...

—No lo pienses tanto solo vio mi trasero, el cual es lindo según tu. —le dijo deteniéndola, volviéndolo a besar con hambre.

—Está bien, voy a ver que ocupa. —aceptó sonriendo, poniéndose de pie para ponerse su ropa.

—Voy a bañarme ¿Te espero? —inquirió poniéndose de pie.

—Adelántate ahora vuelvo, tienes lindo trasero —dijo dándole una nalga cuando paso por su lado.

—Dikiy zver' (Fiera) —la llamó, pero solo escucho su risa al salir de la habitación, pues se había vestido rápido sin ponerse ropa interior para hablar con Jenny.

Bajo a la cocina donde la encontró hablando por teléfono, busco en el refrigerador una botella de agua mientras Jenny terminaba la llamada.

—Buenos días ¿Te diviertes? —la saludó Jenny riendo, cuando terminó la llamada.

—Buenos días, mucho, siento lo que vistes, anoche estábamos tan cansados que nos quedamos dormidos aquí.

—No vi mucho, tu marido es muy grande así que solo vi su trasero, tiene un lindo trasero, felicidades. —dijo riendo.

—Verdad que sí, yo siempre le he dicho que tiene un lindo trasero, por cierto ¿Que necesitas?

—Deje un documento en el escritorio de la habitación, que lo necesito para renovar el permiso de alcohol antes de que se venza. —le dijo.

—Ahora lo busco ¿Cuánto falta para que se venza? —preguntó deteniéndose en el inicio de las escaleras.




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