Carolina

SOMBRA.

No recuerdo el día en que te conocí, no registre tu primer vistazo a mi alma, pero recuerdo perfectamente como te veías, tan hermosa tan perfecta, aunque no te conocía, aunque no sabía quién eras te necesite enseguida, esa coleta que jugaba a moverse con tu andar, esa luz que irradiaba tu piel me ponía eufórico, tu piel blanca al punto en el que pensé que era mármol, tu mirada tan profunda inexplicable para nosotros los humanos, tu luz, tu nariz que gritaba por atención y hacía que todas tus demás facciones fueran perfectas, no faltaba la persona envidiosa que quería que pensaras que era una imperfección, iluso; divago en recuerdos tratando de tener una mejor imagen de ti, aunque solo suspiro alegremente lleno de tristeza cuando me acuerdo de ti, poco a poco fui convirtiéndome en algo de ti, un amigo, supuse que me unía a ti, pero solo fui absorbido por mi ingenuidad la esperanza con la que mirabas mi alma me bastaba y me sobraba para querer estar contigo.

Me convertí en niño, "creí" que estando a tu lado pronto sabrías quién soy; me equivoqué, me equivoqué, me equivoqué. Si tan solo pudiera viajar en el tiempo, jamás supondría nada; me formaste, me convertiste, me cambiaste en lo que soy.

Todo me encantaba de ella, sus ojos, su boca, su piel, su cabello, su personalidad fuerte y decidida, sus enojos espontáneos, sus berrinches, su amabilidad con el mundo, era ángel atrapado en fango; de un momento a otro se convirtió en mí todo, mi razón; me sentía tan enamorado, pero todo acabo un día, tendría que encontrar aquella ilusión disfrazada de oasis, ella partió se llevó todo de mí y yo que era, que soy un idiota la deje ir sin reproches, ahogando mis palabras, mis emociones, en cuanto mis ojos ya no la pudieron ver me di cuenta de aquel maldito error; me provoco mi propio vómito me odio tanto porque creí que podría hacer algo al respecto, iluso pareció interminable la espera ni un hola llego a mi ventana ni las estrellas dijeron su nombre, la lluvia no me mostró nada, pero como fiel perro la espere, tanto tiempo, y el tiempo que solo sabe endulzar recuerdos te repite una y otra vez lo que fue un momento incómodo, un momento de ira, reproches, enojos inexplicables en las más dulces caricias, maldito tiempo que me endulzo la mente, busco culpables para no recordar que el del error fui yo, extraño su calor, sus lágrimas, su coleta de caballo que se movía con su andar el aroma de la casa, sus padres, su perro; y aquí estoy maldiciéndome una y otra vez reprochándome, culpándome a cada instante por quien soy, hoy.

Sentí la mayor felicidad de mi vida en cuanto la volví a ver, pero me queda tanto tiempo en el pasado que no me di cuenta de que ella ya no era ella. Su indiferencia, su cambio de actitud, me quebraron en pedazos; no podía culparla, sería aún peor si ella fuera quien era, porque aún estaría enamorado de ella. Se quedó en el pasado y yo, que me críe entre elefantes, no puedo olvidarla.

Espero que tenga la vida que siempre quise con ella, con alguien más; egoísta aun cuando ella ya no está quiero que viva en mi vida, a veces miro mi celular espero un mensaje, una señal, pero lo único que recibo es silencio, soledad que me aniquila por dentro, pienso tanto en ella que mis sueños se volvieron sus sueños, suelo verla caminando riendo bailando y yo como espectador sé que no soy parte de su historia, quisiera, desearía, mataría por serlo; dejo de ser amor hace mucho hoy solo es obsesión de lo que fue y de lo que no va a ser, quizá es la raíz que me mantiene al suelo, pero una raíz seca y delgada: me odio por no poder recordar los malos momentos que tuve con ella, será talvez por qué no los tuve, pero si tan solo tuviera uno sabría que no fue perfecto que yo solo la vi así por el amor que jamás tuve, pero, no hay.




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