Cartas a un cobarde

Carta I

Magnus,

No sé ni cómo empezar. Hay tantas cosas que me dan vuelta en la cabeza, tantas preguntas sin respuesta, y lo peor es que ni siquiera sé si alguna vez recibiré una. Quizás me siento perdida, no solo por lo que hiciste, sino por lo que no dijiste.

Hoy me encontré con Henrik, tu mejor amigo. Me contó que te habías ido, que te fuiste hace unos días y que no planeas regresar. Yo, por supuesto, me quedé en shock. ¿Cómo pudiste irte sin decir nada, sin dejarme una palabra que me ayudara a entender qué había pasado? Pasaron meses y no me diste ni la más mínima explicación. Fui yo la que tuvo que enterarse por él, de que estas con vida y libre, no como lo pensé en los primeros meses. Nuevamente demostraste que no era lo suficientemente importante para que me lo dijeras directamente.

Recuerdo el día que planeamos esa cena, lo bien que íbamos con los planes, la emoción que había entre los dos. Todo lo que habíamos preparado, todo lo que queríamos celebrar… Y luego, simplemente no llegaste. Dijiste que tenías algo más que hacer, pero nunca llegaste, nunca me diste una explicación. Yo seguí esperando, con la esperanza de que todo tenía una explicación lógica, que ibas a aparecer con una sonrisa y una disculpa. Pero no fue así. Y ahora, Henrik me dice que ni siquiera tienes intención de volver.

Lo que más me dolió fue lo que hice después de la cena. Te busqué, te busqué en todos los lugares que conocía, aquellos sitios en los que pasamos tanto tiempo juntos. Pero no estabas. El teléfono no contestaba, y todo lo que encontraba era vacío. Fue entonces cuando me di cuenta de algo que jamás había considerado: en todo el tiempo que estuvimos juntos, un año completo, nunca te conocí realmente. No supe quién eras en realidad, lo que pensabas, lo que querías. Todo lo que vi de ti fue lo que tú quisiste mostrar, y nunca más. Me di cuenta de lo poco que sabía de ti, de cómo te protegías tanto, de cómo me dejabas afuera sin siquiera intentar que te entendiera. Y eso me destroza.

¿Sabes lo que eso me hace sentir? Como si todo lo que compartimos no hubiera tenido valor, como si no importara nada de lo que habíamos vivido. Te fuiste sin más, sin explicar por qué, sin darme la oportunidad de saber qué pasó. Y eso me duele más de lo que las palabras pueden expresar.

Me siento como si estuviera buscando algo que ya no está, algo que nunca estuvo realmente aquí. Y aunque trato de entender, no encuentro razones que me ayuden a comprenderlo. Quizás nunca las encontraré.

Pero sigo con la duda, con la esperanza de que algún día pueda entender, aunque la realidad me diga que tal vez nunca suceda.

Valkyrie.




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