#30

Al escuchar eso, tome mis cosas, pedí disculpas y me fui directamente al hospital central, debía verla, debía estar con ella, hacerle saber que no está sola, que me tiene a mi… Tome un autobús y me dirigí a dicho lugar, pero a medida que me iba acercando a dicho lugar, los pensamientos negativos me invadían cada vez más, sabía que me arriesgaría demasiado, pero aun así estaba dispuesto a verla, cuando llegue al hospital, pregunte en recepción por Ximena pero casualidad de la vida, venían saliendo sus padres.

__ Disculpa, ¿eres compañero de Ximena? –Comento su madre-

__ Así es, me presento… Mi nombre es Rafael González, un gusto en conocerlos…

__ Mucho gusto –sonrió- Ximena está en la habitación 202, queda en el segundo piso, está muy afectada por esto, espero que logres distraerla un momento. Mi esposa y yo, iremos a tomar un café, te encargo a mi hija, Rafael…-dijo su padre-

__ No se preocupe, yo cuidare de ella.

__ Perfecto, entonces, te veo en un rato, Rafael…

Ambos se despidieron y siguieron su camino, fue sumamente extraño para él, pero aun así, fue directamente al ascensor y se dirigió a la habitación de Ximena, al estar en frente de esta, toco dos veces, pero no obtuvo respuesta, toco dos veces, un poco más fuerte y entonces esta se abrió, pero solo un poco, el con demasiado sigilo, asomo su cabeza y la observo caminando hacia la camilla en muletas, no sabía de su presencia.

__ Lo siento mamá, estaba en el baño… ¿Cuándo empezara la cirugía? –pregunto, pero al sentarse y observar a la puerta, es cuando me mira- ¿Rafael?

¿Miedo? Para nada… Lo que sentía era un pánico enorme, cuando ella pronuncio mi nombre… No sabía que hacer o que decir, simplemente me salió un…

__ H-hola.

Ella sonrió e hizo un ademan con su mano para que pasara, eso hice, rodé la silla que estaba a un costado de la camilla y me senté.

__ ¿Qué te trae por aquí? –Pregunto- ¿El profesor Marcus te envió?

__ Realmente no, yo vine porque… Pues yo…

Ella frunció su ceño, confundida, las palabras no salían de mi boca, todas estaban estancadas en mi garganta, hasta que la veo sonreír y tomar mi mano, sentí una electricidad en todo mi cuerpo.

__ ¿Qué tienes, Rafael?

__ Yo, pues, este, yo vine porque…

__ Porque eres ese chico el de las cartas, ¿verdad?

Simplemente asentí cabizbajo.

__ Lo siento por no habértelo dicho antes…

__ Ya sabía que eras tú, al principio fue extraño pero divertido, pero a medida que seguías enviándome cartas, me hacías sentir querida…

__ ¿Cómo sabias que era yo? –Pregunte sorprendido- ¿desde hace cuánto lo sabes?

__ Tres días… Cuando hablabas con Frank y Arquímedes, uno de ellos me nombro y tu hablaste de mi como la peque, nadie más me ha dicho así, solamente el chico de las cartas, al principio me sorprendió mucho que fueras tú, pero me alegre después…

__ ¿Por qué? –Todo esto me sorprendía cada vez más-

__ Pues, yo… -suspiro con algo de nerviosismo, se veía tierna de esa manera- P-porque me gustas, Rafael… Por eso mi trato distante contigo, no sabía cómo hablarte o como acercarme a ti, solo en esos momentos de pareja en clases de salsa, pero de resto tu por tu lado y yo por el mío, hablaba siempre con papá acerca de esto, de igual forma con mi mamá, me decían que te hablara o cualquier cosa, pero simplemente me alejaba o cuando me hablabas, era indiferente contigo, pero eso te hizo pensar que, era una mala persona ¿no es así? –Negó cabizbaja- lo siento mucho.

__ Peque…-sonreí como un idiota-¿sabes lo feliz que me has hecho, con decirme eso?

Ella sonrió y me abrazo, de igual manera yo correspondí su abrazo y bese su cabeza.

__ me pasaba exactamente lo mismo. Ahora entiendo el trato de tus padres hacia mi persona, hace un momento me los encontré cuando venía para acá…

__ Espero que no me hayan hecho pasar vergüenza… -reí, al pensar que papá le haya dicho algo que asustara a Rafael-

__ realmente no, fueron muy amables conmigo…

Me separe de ella y tome sus manos, pero una lagrima recorrió su mejilla, ella inmediatamente se puso cabizbaja