Cartas de mamá… mi ángel guardián

Capítulo 10

El fuerte sonido proviene de la sala de estar, no necesito levantarme de la cama para saber que estoy en lo cierto. La voz de mi mamá sobresale por encima de la música, y debo admitir que es mucho mejor así. Me he pasado dos canciones enteras, tumbada en la cama, disfrutando del momento.

Me levanto y ruedo los ojos al tropezar con la ropa de Ethan. Giro hacia su cama y observo que el pelirrojo contiene la risa en su garganta. Sus ojeras son enormes, sus ojos castaño miel están apagados y los mechones rojos de su cabello están totalmente revueltos.

—Evita los espejos hoy —profiero en son de burla.

—Evita el circo hoy o le robarás el trabajo al payaso.

Rio mientras recojo ropa limpia para cambiarme y, con las palabras que leí resonando en mi mente, me retiro de la habitación. Tengo curiosidad por conocer el lugar secreto al que iban mis padres cuando querían paz y privacidad. Me gustaría que tuviera el mismo efecto en mí.

Desvío mis pensamientos al entrar en la sala, ya vestida de manera informal. Amber está envolviendo varias prendas de ropa mientras da vueltas por la habitación. La observo hasta que ella se fija en mí, sonríe y tira suavemente de mí para que la ayude. Afortunadamente, este momento me hace olvidar la carta durante casi toda la mañana.

—¿Adónde vas hoy? —pregunta Amber mientras termino de fregar los platos del almuerzo.

—Al parque —contesto.

—¿Alguna razón especial? —Me mira fijamente.

Me vuelvo para guardar los trastes que acabo de secar, sintiendo que sus ojos me queman por detrás. La observo rápidamente, intentando descifrar su mirada.

—No, solo quiero pasar un rato —siseo.

—¿Te encuentras bien? —me pregunta mientras me debato si molestarla con la ubicación de ese sitio, mejor no.

—Sí, ¿y tú? —Trato de persuadirla.

—Sí —suspira—. Solo ten cuidado.

—Siempre. —Le doy un beso en la mejilla antes de salir de la cocina, aprovechando el momento exacto en que Ethan entra en la sala.

Me cambio rápidamente de ropa, ansiosa por llegar al parque. Mi intención es encontrar primero el sitio antes de reunirme con Brook, será mejor así, por lo tanto, a las dos de la tarde salgo del apartamento en dirección al parque central. El sol sobre mi piel me recuerda rápidamente mi falta de atención al protector solar, ¿por qué siempre lo olvido? Sin embargo, no volveré solo para ponérmelo, ya me ocuparé de las consecuencias más adelante.

Miro rápidamente el reloj de mi muñeca: las dos y cuarto de la tarde. Tendré tiempo suficiente para registrar el lugar, la cuestión es por dónde empezar. No hay pistas en la carta, y yo espero sentir algo muy dentro de mí que me muestre el camino, pero nunca lo he sentido antes y no siento nada ahora.

Tengo recuerdos nítidos de este parque; cuando Ethan y yo éramos pequeños, siempre veníamos a jugar aquí. Y cuando empezamos a crecer, Logan nos traía a jugar al baloncesto.

Empiezo a caminar, mirando cada rincón del espacio natural, deseando que algo se encienda dentro de mí. Debería sentir algo, ¿verdad? Suspiro cansada al terminar mi segunda vuelta completa al parque. Tal vez si me concentro en los troncos de los árboles encontraré el lugar, la carta dice que sus iniciales están marcadas, es algo después de todo.

—Prescott. —Oigo a un costado de donde estoy.

Me vuelvo hacia la voz, perdiéndome rápidamente en la visión que estoy teniendo. Brook está de pie a una buena distancia de mí, su ropa es sencilla, pero le hace parecer increíblemente guapo. Sí, me encanta, y entiendo a todas las chicas que suspiran cuando lo ven pasar.

—Zafón —comento para saludarlo.

—¿Me equivoqué de hora? —pregunta mientras se acerca. Miro el reloj de mi muñeca, las tres de la tarde, es puntual.

—No —expreso.

—¿Entonces viniste corriendo?

Le miro confusa. El sudor me resbala por la frente, y solo en este momento me doy cuenta de mi terrible aspecto. La ropa se me pega al cuerpo, tengo casi todo el cabello mojado y la piel chorrea una buena cantidad de sudor. En mi plan inicial, no había tenido en cuenta el tiempo y la situación en la que me encontraría recorriendo todo el parque.

—Estaba buscando un lugar —admito.

—¿Y lo encontraste? —Su rostro apacible me gusta.

—No —expreso, intentando dejar de mirarlo.

El olor de su perfume viene directamente hacia mí, es diferente al del día anterior. ¿Cuántos perfumes tiene?

—Puedo ayudarte a buscar si quieres —se ofrece.

—No lo encontraremos, he recorrido dos veces el sitio y nada —manifiesto, agotada.

—Espero que no tengas este espíritu pesimista durante los partidos.

Sonrío, negando con la cabeza. Lo medito, sería tiempo perdido si nos ponemos a caminar por el parque para hallar la zona tranquila de mis padres, sin embargo, quiero encontrarlo, y un par de ojos extra es una buena idea.

—Mis padres tenían un lugar en este parque, y yo quiero encontrarlo —le explico.



#11291 en Novela romántica
#2229 en Chick lit
#6227 en Otros
#1030 en Humor

En el texto hay: romance, drama, perdida y dolor

Editado: 25.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.