Grace
Habia pasado una semana y hoy era el dia de la fiesta, habiamos acordado en que iriamos como unos con los que la Bratva ha hecho tratos, no se conocian pues siempre era todo por que eran contactos de otras personas pero hoy fingiriamos ser ellos pues Damian hizo un trato con ellos, además se enteraron que a ellos tambien les harían una mala jugada y era mejor advertir. Ya teniamos todo listo, decidimos ir de negro por luto, lamentablemente la Bratva morirá, que bonito verdad.
Me puse una peluca peliroja junto con pupilentes negros y Damian se habia pintado su barba de negro y se puso unos pupilentes azules, o más bien yo lo hice jiji. Me puse un vestido negro sencillo pero elegante y el con un traje que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, se veia más guapo asi, ultimamente mis sentimientos no tienen control, lo quiero pero a la vez no, digamos que me gusta un poco pero nadamas, después con el paso del tiempo sabre que es.
-Angelito, recuerda no separarte de mi ok?- hablo acomodando sus mancornas en su traje -habrá muchos riegos y algo inevitable es no llamar la atención- acerco su cara a mi rostro y me dio un beso en la frente - pero lo que menos quiero es que te pase algo, prefiero mil veces que me maten a mi que a ti-
-no digas eso ni en broma- lo regañe con la mirada
Después de arreglar los ultimos detalles fui por mi bolso y nos dirigimos al auto, nos acompañarian los guardias tanto de los que "seriamos" como los nuestros,
-Si Dami, lo sé, ya me lo dijiste como cien veces- le puse ese apodo hace unos dias porque estabamos en entrenamientos y de repente estuvimos hasta las 2 am y el sueño me estaba cobrando factura, le dije Dami cuando ya me iba a dormir, el tenia unos asuntos pendientes y se tuvo que regresar, a los pocos minutos me quede dormida.
-Solo te lo recuerdo por precaución, es la primera vez que haces este tipo de cosas, no estas tan preparada para esto- dijo mientras se anudaba la corbata y mi lado feminista salio a la luz
-¿no estoy preparada?- inquiri
-Es solo que no estas acostumbrada a este tipo de cosas- me miro a los ojos a traves del espejo
-¿y todo el entrenamiento fue en vano o que? Yo soy capaz de hacer esto y de mucho más, no me subestimes cariño- enarque una ceja y lo mire seria.
Agarre un cuchillo y lo puse en una funda en mi muslo por si acaso. Teniamos unos dispositivos que nos cambiarian la voz, el en su corbata y yo en mi collar, los mando a pedir con uno de sus viejos amigos, tengo entendido que ellos se conocen desde pequeños y aunque no se vean tanto ahi estan el uno para el otro. Dentro del auto no articulamos palabra, el posaba su vista en el camino y yo en la ventana, lo unico que aligeraba el ambiente era que el no me soltaba de la mano, si cambiaba de rumbo con la manija, el ponia mi mano primero y luego la suya, al parecer mi presencia lo mantiene tranquilo, al mirar por el rabillo del ojo se notaba algo tenso pero ya le habia asegurado que todo estaria bien, limpiaremos su nombre y seremos felices con nuestro matrimonio, que aunque no sea como uno verdadero, tenemos aun mucho tiempo para ello.
Al momento de llegar el se bajo primero y luego me abrio la puerta y me dio la mano para bajarme, despues cerró el auto, me agarro de la espalda baja y comenzamos a ir al lugar, los guardias venian detras y habian unos francotiradores que vendrian después por si las cosas salian de control.
Habia un gran hombre en la entrada y senti algo de miedo pero lo disimule
-¿Nombres?-
-Jacob y Erika Petterson- el hombre verifico la información y nos dio paso, ya dentro podriamos observar a varios mafiosos que en este tiempo sabia que eran más hipócritas que nada, Damian habia descubierto los atentados futuros contra otros mafiosos y les informo y obbiamente no iban a dejar que se los quitaran pues estan aqui como ayudantes, además le debian una a el por algunas ayudas y esto saldaría todo.
Un mesero nos entrego dos copas de champagne que tomamos tranquilamente, tome un sorbo y la mantuve con mi mano, varios nos saludaban y gracias a los cambiadores de voces no levantavamos sospechas, otros sabian pero nos llamaban por los nombres que debian en esta noche, después el Don nos habló y fuimos con pasos firmes y seguro.
-Buenas noches señores Petterson, que placer tenerlos esta noche- habló
-Igualmente señor- respondió Damian
-Tenemos que hablar sobre las maneras en las que podemos destronar a los Richters, esos infelices no sabrán por donde les llegará el ataque- dije
-Bueno- pan comido -estaba pensando en...- estuvimos un rato hablando y aprobando sus tacticas, unas horas después decidi ir al baño, al regresar un hombre se me acerco y trate de esquivarlo pero me agarro y me puso contra la pared
-Vaya vaya vaya, ¿que hace tan solita una hermosura como tu?- su tono me dio asco, queria patearlo en las bolas
-Que te importa imbecil- intente safarme de su agarre pero me sostuvo más fuerte y se acerco y empezo a olerme el cuello, gimoteé con temor y en eso se escucho el sonido de un arma quitandole el seguro, en eso el tipo se detuvo
-¿No escuchaste idiota? Dejala en paz- el se safó y pude ver a Damian apuntandole en la cabeza
-Ve y busca la tuya, amigo- espeto creyendose superior
-Ella es mia- dijo con un tono que le puso los pelos de punta, me alejo de el y le disparo, no se escucho pues tenia silenciador -¿estas bien?- pregunto agarrandome su rostro con cariño y en su mirada era obvia la preocupación
-Si, tranquilo- le di una sonrisa sincera -estoy bien, no te preocupes-
Me dio un beso lleno de cariño y después de unos segundos nos separamos, le hizo una seña a uno de los guardias y se llevaron el cuerpo a la parte de atrás y nosotros nos fuimos, el camino fue algo tedioso, cuando llegamos a casa nos cambiamos y el seguia serio y con el ceño fruncido, me recoste a su lado.
-Hey, ¿que pasa?- pregunte con gesto preocupado