¿casarme con un mafioso?

14 | Advertencias enemigas

Damian

Estaba preparando un desayuno especial para Grace para que despierte como yo me sientó en estos momentos, con la alegría presente. Desde ayer que nos enteramos de la noticia estamos muy emocionados y felices, ayer quedamos que hoy le daríamos la noticia a Isa, pronto les diríamos a nuestros padres y hasta los 4 meses a la prensa, no queremos que nos arruinen este momento hermoso.

Lleve el desayuno a nuestra habitación y ella aún estaba dormida, Maxim no estaba pues salió al patio a un entrenamiento semanal con un entrenador especial. Me había levantado en la madrugada acerca de los sintomas de una embarazada y sus cuidados, entre más supiera mejor.

[Quien lo diría, apenas se entera y ya busca de todo]

Quería dar todo de mi y ayudar a mi angel a proteger a nuestro hijo o hija, de tan solo pensarlo me imagino a nuestro pedacito entre nuestros brazos y amandolo profundamente.

Puse el desayuno en una mesita que estaba al lado de la mesa de noche y empece a despertarla con mimos sobre su vientre.

-Buenos días futura mamá- susurre en su oido -ya es hora de que desayunen ambos- le di un beso en la mejilla y se rió levemente aún con los ojos cerrados.

-Y le recordamos al futuro papá que tenemos que guardar muchas energías- abrió los ojos y me dio un beso en la nariz -Buenos dias-

-Te traeré el desayuno- me levante para ello pero me detuvo

-Gracias, pero por el momento no tengo hambre de comida- me miró con una mirada traviesa y sonrisa pícara.

Esta sin duda era la mejor parte del embarazo y yo me dejaría usar para ello, no tenía motivos para negarme.

-¿Y de que tienes ganas?- murmuré entre sus labios y mirandola de reojo

-De ti- y sin más estrelló sus labios en un beso hambriento, me puse arriba de ella sin poner todo mi peso y empecé a descender por su cuello, quitó mi blusa y yo le desabrochaba su pijama, no traía sujetador y me entretuve un rato con sus pechos, de su boca salían jadeos que me hacían delirar de manera increible, me quite mi pantalón y le baje el short junto con su ropa interior, entré en ella pero emitió un sonido de queja

-¿Te duele algo?- pregunté preocupado.

-Me duele un poco abajo- habló un poco avergonzada y asentí comprendiendo.

Habia leido que tenian sensibilidad en muchas partes y entre ellas estaba su feminidad

-No tienes de que preocuparte angelito- respondí -Lo haré despació y si te duele me dentengo ¿ok?- suspiró en respuesta e hice dicha acción, temía que fuera a hacerle daño.

Emitiamos gemidos bajos y nos mirabamos profundamente, era como si hiceramos el amor por primera vez.

Después de un rató nos corrimos y respirabamos pesadamente, salí de ella con cuidado y me vesti con mi boxer y mi pantalon, a ella le ayude con sus bragas y mi blusa, le tendi el desayuno y ella estaba degustando todo.

-Te quedo riquisimo corazón- habló

-No pensé que te gustaría tanto-

-Los waffles con nutella son algo delicioso, más si son preparados por ti- reimos y desayunamos juntos, al pasar un rato nos alistamos pero se empezaron a escuchar disparos

-¿Que esta pasando?- pregunto alterada

-No te muevas- fui por mi arma y agarre una daga por si las dudas -quedate aqui y no salgas hasta que venga- asintió con miedo y me salí vigilando que no me atacarán, me dirigí al patio y empecé a dispararles a unos jodidos cabrones que estaban cerca de un árbol, unos de mis guardias lograron dispararle a tres, al que estaba más conciente me acerque y le apunte con el arma mientras sacaba la daga directamente a su cuello

-¿¡QUE CHINGADOS HACEN AQUI?!- grite y aunque reflejaba tranquilidad sus orbes tenian miedo

-Solo queriamos darte una aviso para tu perra en turno- le solte un golpe que le quebró la nariz

-CON MI MUJER NO TE METAS HIJO DE LA GRAN PUTA- le encaje la daga en el corazón y le disparé en el cuello.

Un grito se hizo presente desde el balcón de la habitación

Grace.

Observé y mi sangre hirvió como nunca, un cabrón le sujetaba el cuello y ella estaba llorando desconsolada y temerosa. Apunte al tipo pero cuando sacó su arma y la puso en el cuello de mi angel me detuvó de disparar

-Llegas a levantar tu arma o si alguien me hace algo ella lo pagará-

No, ella y nuestro hijo no.

De repente el tipo soltó un grito de dolor y soltó el arma, Maxim lo había mordido y lo aventó por el balcón y este derramo mucha sangre, fui lo más rapido posible con ella y respiraba como si le faltara aire

-Gracy, aqui estoy- la agarre de la cintura y ella me abrazó con fuerza

-Siento...que...- ya no pudo argumentar palabra debido a un desmayo.

-Fred- grité a uno de mis guardias

-¿Si señor?- respondió de la misma forma pero serio

-Llama al Doctor Smith, PERO YA!- asintio y se fue a ello.

Cargue a mi angel y la acoste en la cama cuidadosamente, me quede sentado agarrando su mano y con los ojos cristalinos pero debía ser fuerte por ella y por mi hijo.

En poco tiempo llegó Smith y de inmediato la reviso. Salí con Maxim un momento y luego me llamó, lo mande abajo para que vigiliara que no hubiera otros

-¿Me puedes explicar que paso Damian?- habló cuando termino de revisarla

-Estabamos desayunando cuando de repente hubo un atercado, matamos a los que lo hicieron pero uno la agarro y la iba a...- hice puños mis manos del gran coraje que traia

-Hey, calmate, no es bueno para ella- suspire largamente, tenia razón.

-Pero Maxim la salvo y cuando vine con ella se desmayo- asintió comprendiendo y empezó a hacer una receta

-Fue solo un susto, ella no esta acostumbrada, solo tiene que tomar este medicamento cada 8 horas, mucho reposo y nada de exponerla a peligros-

-Pero no puede tomar medicamentos porque...-

-Lo se, lo se- habló -esta embarazada, pero este es vitamina con acido folico- abri los ojos



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En el texto hay: mafia, embarazo, amor verdarero

Editado: 25.03.2024

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