Catálisis

Catalizador #240: 'Nadie dice nada'

Mientras avanzo por túneles bajo tierra viendo luces parpadeantes que me saludan y se despiden más rápido de lo que puedo entender, mi banda sonora se apresura a darme la cantinela más burlesca que poseo la cual parte hablando de algo que no tengo y le canta alguien que perdió, no me causa gracia, y miro mi reflejo exigiendo explicaciones divinas ante los caprichosos actos mundanos de mi gris realidad,intento enfocar mi atención a la vista más allá de mi reflejo en busca de algo que distraiga a mis ojos pero lo único que encuentran es oscuridad y más destellos en tránsito, hasta que a lo lejos lo veo, está recostado e en el suelo esperando a que lo viera, me mira y lo miro devuelta, se que viene algo pero no puedo quitar mi mirada de ella, su pelo rubio cae en su cara, y su ropa blanca brilla como si solo eso existiera, hasta que de un momento a otro entiendo lo que sucede y mis pensamientos comienzan a derramarse por mi espalda dando una sensación de sudor frío y pánico, al entender que avanzó y la mujer,que sigue en el mismo punto, miro a mi alrededor y nadie más se percata de lo que mis ojos ven, cierro los ojos para intentar que la imagen se disperse entre mi memoria y mi conocimiento de lo real, pero al abrirlos sigue estando en su misma posición esperando a que ese algo que ambos esperamos o sentimos que ocurrirá nos tome por sorpresa y nos haga caer en la cuenta de que nuestro azar ha propiciado un encuentro anunciado por astros lejanos que buscan que los que se tienen que encontrar en la infinidad de la eternidad, lo hagan. De pronto levanta la mirada y sus ojos encuentran los míos a través del cristal de la puerta que da a lo que debería ser un túnel oscuro y subterráneo, y mi cuerpose estremece como si entrara en agua fría, pero eso se vuelve insignificante cuando da un grito sollozo el cual logra que olvide que sigo siendo sólido,cierro los ojos para entender o desentender lo que pasa pero al hacerlo viajó a lo que parece una sala abandonada, el olor a humedad, el frío metálico y el vació que siento en ese momento me invaden, pero al verla mi mente vuelve a ser consciente y por un segundo me siento en paz cuando ella me mira y sonríe y me da a entender que será la última cosa que hará. Abro los ojos de golpe, un dolor en el pecho como si mi alma perdiera algún tono, me ataca sin aviso,mientras sigo parado frente a la ventana de un transporte público repleto en hora punta viendo como todos miran, pero nadie dice nada.
*

 



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En el texto hay: urbano, universos, irreal

Editado: 09.10.2019

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